McCaleb habia olvidado que Winston habia pasado en primer lugar por el barco para pedirle la direccion a Buddy.

– Si.

– ?Estas trabajando en uno de sus casos?

– No -se apresuro a decir McCaleb, con la esperanza de limitar el interes de Lockridge y su implicacion-. Solo necesito mirar unas cosas y hacerle una llamada.

– Que amable, colega.

– No tanto, es solo un favor. ?Que estas mirando?

– Ah, nada. Es un programa sobre ese equipo que va detras de los hackers. ?Por que? ?Lo has visto?

– No, pero pensaba llevarme la tele un rato.

McCaleb levanto la cinta de video y los ojos de Lockridge se iluminaron.

– ?Quieres ser mi invitado? Adelante, pon la cinta.

– No, aqui no, Buddy. Esto es… la detective Winston me pidio que hiciera esto de modo confidencial. Te devolvere la tele en cuanto termine.

El rostro de Lockridge revelo su decepcion, pero McCaleb no iba a preocuparse por eso. Se acerco a la barra que separaba la cocina del salon y dejo alli la carpeta y la cinta. Desenchufo la television y la saco del mueble que la mantenia fija para que no se cayera cuando el barco navegaba en mares agitados. El aparato tenia un reproductor de video incorporado y pesaba bastante. McCaleb lo cargo, lo bajo por la estrecha escalera y lo llevo al camarote de proa, que habia sido parcialmente convertido en despacho. Habia dos literas en dos de las paredes. La cama de debajo de la izquierda habia sido sustituida por un escritorio y McCaleb utilizaba las dos camas superiores para almacenar los viejos archivos del FBI, porque Graciela no los queria en casa, al alcance de Raymond. El unico problema era que McCaleb estaba seguro de que en mas de una ocasion Buddy habia abierto las cajas para fisgonear en los archivos. Le molestaba, porque suponia una especie de invasion. McCaleb habia pensado en cerrar con llave el camarote de proa, pero llego a la conclusion de que eso habria sido un error irreparable. La unica escotilla de la cubierta inferior estaba en el camarote de proa y no podia bloquearse el acceso a ella por si era necesaria una evacuacion de emergencia por esa parte.

Dejo la tele sobre el escritorio y la enchufo. Iba a regresar al salon para coger la cinta y la carpeta cuando vio a Buddy bajando la escalera con el video en la mano y hojeando el expediente.

– Eh, Buddy…

– Esta como un cabra, tio.

McCaleb estiro el brazo y cerro la carpeta, y a continuacion cogio la cinta de la mano de su socio y companero de pesca.

– Solo estaba echando un vistazo.

– Te he dicho que es confidencial.

– Si, pero ya sabes que trabajamos bien juntos.

Era cierto que, por casualidad, Lockridge habia sido de gran ayuda para McCaleb cuando este investigo la muerte de la hermana de Graciela. Pero eso habia sido una investigacion de calle activa. Esta vez solo se trataba de revisar una documentacion y no necesitaba a nadie mirando por encima de su hombro.

– Esto es distinto, Buddy. Es cuestion de unas horas. Solo voy a echar un vistazo y ya esta. Ahora deja que empiece a trabajar. No quiero pasarme aqui toda la noche.

Lockridge no dijo nada y McCaleb no espero. Cerro la puerta del camarote de proa y se volvio hacia el escritorio. Al bajar la mirada hacia el expediente sintio un estremecimiento unido a la familiar sensacion de terror y culpa.

McCaleb sabia que era el momento de sumergirse de nuevo en la oscuridad, de explorarla y conocerla, porque solo asi podria atravesarla. Asintio con la cabeza, aunque estaba solo. Era una manera de reconocer que habia estado mucho tiempo esperando ese momento.

3

La imagen del video era clara y estable, la iluminacion buena. Los aspectos tecnicos de la grabacion de la escena de un crimen habian mejorado mucho desde sus dias en el FBI. El contenido era el mismo. La cinta que McCaleb estaba mirando mostraba el retablo crudamente iluminado de un asesinato. Finalmente congelo la imagen y la examino. El camarote estaba en silencio, y la unica intrusion del exterior era el suave batir del mar contra el casco del barco.

En el centro de la pantalla se hallaba el cuerpo desnudo de un hombre que habia sido atado con cuerda de empacar. Tenia los brazos y las piernas firmemente sujetas detras del torso, hasta tal extremo que la postura del cadaver parecia el reverso de la posicion fetal. El cuerpo estaba boca abajo sobre una moqueta vieja y sucia. La camara enfocaba el cadaver demasiado de cerca para determinar en que clase de sitio habia sido hallado. McCaleb suponia que la victima era un hombre basandose solo en la masa corporal y la musculatura, porque un cubo de fregar gris colocado sobre la cabeza impedia ver la cara. Un trozo de cuerda ataba los tobillos de la victima, le subia por la espalda, pasaba entre los brazos y por debajo del reborde del cubo, donde estaba enrollado al cuello. A primera vista daba la sensacion de que era una ligadura de estrangulacion en la cual la palanca de piernas y pies tensaba la cuerda en torno al cuello de la victima, causandole asfixia. En efecto, la victima habia sido atada de tal modo que en ultima instancia se habia provocado su propia muerte al ser incapaz de mantener las piernas flexionadas en una posicion tan antinatural.

McCaleb continuo con su examen de la escena. Una pequena cantidad de sangre se habia derramado sobre la moqueta desde el cubo, lo cual indicaba que iba a ver alguna herida en la cabeza cuando se retirara el cubo.

McCaleb se arrellano en su vieja silla de escritorio y reflexiono sobre su primera impresion. Todavia no habia abierto el expediente. Preferia ver en primer lugar la cinta a fin de estudiar la escena del crimen de la forma mas parecida posible a como lo habian hecho los investigadores originalmente. Ya estaba fascinado por lo que estaba observando. Advirtio la implicacion del ritual en la escena de la pantalla del televisor. Tambien sintio la descarga de adrenalina en la sangre. Pulso el boton del mando a distancia y el video continuo reproduciendose.

El angulo de vision se amplio cuando Jaye Winston entro en el encuadre. McCaleb vio una parte mas grande de la habitacion y observo que se trataba de una casa o apartamento pequeno y escasamente amueblado.

Por pura coincidencia, Winston iba vestida con el mismo conjunto que en su visita de esa manana. Llevaba puestos guantes de latex que se habia subido por encima de los punos del blazer. La placa de detective colgaba de un cordon atado alrededor del cuello. Winston se situo a la izquierda del cadaver mientras su companero, un detective que McCaleb no reconocio, se movia hacia la derecha. Por primera vez se escucho una conversacion.

– La victima ya ha sido examinada por un ayudante del forense y cedida para la investigacion de la escena del crimen -dijo Winston-. La victima ha sido fotografiada in situ. Ahora vamos a proceder a quitar el cubo para continuar con el examen.

McCaleb sabia que Winston estaba eligiendo cuidadosamente sus palabras y actitud con el futuro en mente, un futuro que podria incluir un proceso por asesinato en el que un jurado veria la cinta de la escena del crimen. Tenia que mostrarse profesional y objetiva, completamente desapegada emocionalmente de lo que estaba descubriendo. Cualquier desviacion de esta postura podia ser aprovechada por un abogado defensor para pedir la retirada del video del catalogo de pruebas.

Winston se recogio el cabello detras de las orejas y luego coloco ambas manos en los hombros de la victima. Giro el cadaver con la ayuda de su companero, de manera que el cuerpo quedo de espaldas a la camara.

Entonces la camara enfoco el hombro de la victima y se aproximo, al tiempo que Winston retiraba con suavidad el asa del cubo de la barbilla del hombre y procedia a levantarlo cuidadosamente para descubrir la cabeza.

– Bueno-dijo.

La detective mostro el interior del cubo a la camara -la sangre se habia coagulado en el interior- y a continuacion lo puso en una caja de carton para almacenar pruebas. Luego se volvio y miro a la victima.

Habian enrollado cinta aislante gris alrededor de la cabeza de la victima para formar una mordaza muy apretada en torno a la boca. Los ojos estaban abiertos e hinchados, a punto de salirse de sus orbitas. Habia hemorragias en ambas corneas y la piel que rodeaba los ojos tambien estaba roja.

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