la localizacion de nuestro escondite.

El Agente de Seguros propuso suministrarle bebidas alcoholicas y vasos para que el ambiente le resultara mas acogedor.

El Mecanico se opuso a cualquier recipiente de cristal que pudiera convertirse en arma agresiva, y presento una enmienda por la cual se le suministraria al Objeto bebidas alcoholicas en frascos de plastico y vasos de plastico. Se aprobo por unanimidad.

Por mi parte, yo dije que me gustaria entregarle algunos libros y revistas que me habia traido para que pudiera distraerse un poco. No hubo objeciones. Fue una reunion amistosa, en la que se demostro que distintas personas pertenecientes a diferentes estratos sociales, pueden llegar perfectamente a un acuerdo y vivir en armonia cuando son felices y no se producen contratiempos.

Todo el mundo esperaba ansiosamente su cita nocturna con el Objeto.

Estamos a domingo, dia que siempre confiere cierto aire festivo a todas las actividades humanas. El Agente de Seguros ha sacado una baraja y, como de costumbre, hemos echado a suerte los turnos; primero el que sacara la carta mas alta, despues el que le siguiera inmediatamente, etc. El orden de privilegio de visita de esta noche sera el siguiente: Primero, el Agente de Seguros; despues el Perito Mercantil; en tercer lugar el Escritor, es decir, un servidor de ustedes, y en cuarto el Mecanico.

Grandes esperanzas. Tal como afirmo John Suckling en el siglo XVII: 'La esperanza te hace amar una dicha;, El Cielo no seria Cielo, si supieramos como era'.

En el transcurso de todo este dia y parte de la noche -que aun no habia finalizado, puesto que todavia faltaba un servicio-, Sharon se vio sumida en un creciente estado de esquizofrenia.

Se trataba de un estado por el que ya habia pasado en determinados momentos de su carrera: el estado de ser dos personas distintas a lo largo de veinticuatro horas, de verse sumergida de dia en la en la identidad de otra persona, en un papel imaginario que ella creia autentico y era el que interpretaba en los platos, y de ser, en el transcurso de su tiempo libre, ella misma si bien con menos convencimiento.

Esta cuestion de separarse de si misma y volver a ser ella misma, siempre la habia dejado confusa y agitada, hasta hacia algunos anos en que tuvo ocasion de definir mejor su verdadera identidad, consiguiendo que la autentica Sharon Fields no se viera afectada por los papeles que interpretaba.

En cierta ocasion busco remedio a su conflicto interior a traves de la lectura de los comentarios de Robert Stevenson a proposito de la creacion de “El extrano caso del Doctor Jekyl y el Senor Hyde”. En dicho relato, el autor habia intentado resolver 'esa acusada sensacion de desdoblamiento de la personalidad que se produce en determinadas ocasiones y abruma la mente de toda criatura pensante'.

Eso no es que se refiriera precisamente a su problema, pero constituyo para ella un consuelo. Entonces era cierto. Todas las personas poseian una doble personalidad, eran dos personas en una segun las circunstancias.

Pero dicho descubrimiento no soluciono su problema y Sharon se esforzo por ser una sola persona y puede decirse que casi lo consiguio.-Pero ahora, en cautiverio, se habia producido de nuevo el conflicto como consecuencia de su necesidad de sobrevivir. Habia aceptado el reto de uno de sus mas dificiles papeles, es decir, el de interpretar la figura de la persona que no era, de la persona que todos los hombres se imaginaban o deseaban que fuera.

Viviendo intensamente dicho papel, habia conseguido escapar a la humillacion y amortiguar su dolor. Esta tarde habia interpretado el papel de la Sharon Agradecida.

Al parecer, sus actuaciones de ayer constituyeron un exito resonante. Sus horribles admiradores la inundaron de regalos. Entraron despues del almuerzo, la desataron, le concedieron libertad dentro del dormitorio y el cuarto de bano, le anunciaron su nueva autonomia y le recordaron que esta seria limitada y que ella seguia estando prisionera, cosa que subrayaron colocandole un pestillo adicional por la parte de afuera. Despues empezaron a llegarle los regalos de sus carceleros: un pequeno aparato portatil de television por parte del Tiquismiquis, dos montones de libros de bolsillo y revistas por parte del Sonador, una bolsa de golosinas y una botella de plastico conteniendo whisky por parte del Vendedor.

Y ella habia interpretado el papel de la agradecida Margarita Gautier, la hechicera cortesana que recibia dones, halagaba y demostraba su gratitud a sus admiradores.

Pero tras marcharse ellos y dejarla encerrada, habia vuelto a ser ella misma y se habia llenado de odio al pensar en su estimulacion de colaboracion, si bien logro experimentar cierto alivio al dirigir dicho odio hacia ellos.

?Cuanto les odiaba! Cuanto les aborrecia y cuanto ansiaba vengarse de todos y cada uno de ellos, por la degradacion y desdicha en que la habian sumido. Cuanto les detestaba por obligarla a arrastrarse ante ellos, por esperar de ella que se mostrara agradecida por el hecho de haberla desatado y dejandola sin embargo encerrada.

Entonces se pregunto por primera vez si la prision en la que se encontraba seria a prueba de huidas. Al fin y al cabo, la habian confinado en una simple habitacion corriente, no en una prision con barrotes de hierro. Habiendo recuperado la libertad de movimiento, cabia la posibilidad de escapar.

Pensando en dicha posibilidad, habia recorrido la estancia cuidadosamente, estudiando y examinando todas las paredes. Se percato de que no le seria posible abrir la puerta. Los goznes estaban oxidados y los pestillos resultaban inexpugnables.

Le resultaria dificil aun en el caso de disponer de las necesarias herramientas, pero no habia herramientas ni las habria. El pavimento y el techo no revelaban senales de escotillones o troneras.

Solo quedaban las ventanas, pero las tablas que las cubrian habian sido clavadas con docenas de resistentes clavos que no podrian desclavarse. Acercando un ojo a una rendija de entre las tablas pudo distinguir vagamente un barrote metalico, lo cual significaba que las ventanas estaban doblemente protegidas por las tablas del interior y los barrotes metalicos del exterior.

Si, estaba enjaulada, atrapada, con tan escasas posibilidades de escapar como un prisionero encerrado en su solitario confinamiento de San Quintin. ?San Quintin? ?Que la habria inducido a pensar en aquella penitenciaria de alta seguridad de California? Lo recordo instantaneamente y el recuerdo se lo trajo a la memoria. En una de sus primeras peliculas habia interpretado el papel de una joven esposa que en una de las escenas esperaba, a la entrada de la prision, la puesta en libertad de su marido. Habia sido un pequeno papel sin importancia y la escena se habia rodado en la misma entrada de San Quintin.

Tras haberse rodado las cinco o seis tomas de la escena, ella, junto con el director y otros actores, habian sido invitados por el alcaide y los guardianes a almorzar dentro del recinto de San Quintin.

La atmosfera se le habia antojado opresiva, y todo aquel ladrillo, cemento y acero le habia parecido sobrecogedoramente inhumano, intuyendo el desamparo en que debian encontrarse los reclusos en aquella enorme jaula.

En el transcurso del almuerzo habia manifestado sus pensamientos por decir algo, y habia preguntado cuantos reclusos solian intentar escapar. Le dijeron que muchos intentaban evadirse pero que muy pocos lo conseguian. El alcaide y los guardianes le refirieron muchas historias de evasiones fallidas, y uno de ellos habia recordado el mas memorable de los intentos de evasion de toda la historia penitenciaria, un intento no de huir, sino de birlarle al Estado una victima de ejecucion. Jamas habia olvidado aquella historia, y ahora habia vuelto a pensar en ella tras finalizar el examen de su propia celda en un intento de descubrir en ella algo que pudiera serle de utilidad.

La historia era todo un compendio de decision e inventiva humana. En los anos treinta, no, habia sido exactamente en el ano 1930, un lenador polaco-americano ?como se llamaba?… Kogut, William Kogut, habia sido sentenciado a muerte por el asesinato de una mujer y habia sido confinado en una de las celdas del pasillo de la muerte de San Quintin.

El juro que no permitiria jamas que el Estado le ejecutara. A medida que se aproximaba la fecha de la ejecucion, Kogut se invento un inteligente medio no de huir de su celda sino de la sentencia.

A pesar de sus escasos y casi ridiculos recursos, Kogut decidio fabricar una bomba. Decidio fabricar una bomba utilizando una baraja. Al recordar la historia, Sharon comprendio que era sumamente importante no pasar por alto ni una sola de las fases del incidente.

Primera fase: Sabia que las zonas rojas de los naipes de rombos y corazones estaban integrados por celulosa y nitrato, ingredientes altamente explosivos.

Rasco cuidadosamente la superficie roja de todos los rombos y corazones.

Segunda fase: Habia arrancado una pata de su jergon, recogio todas las virutas, las metio en la pila del lavabo y con el mango de una escoba las introdujo en la tuberia metalica de desague, dejando el mango metido al objeto

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