explicacion alguna, se habia retirado a su cuarto.

Normalmente, siempre que Shively no llevaba la voz cantante, Yost se encargaba de animar el cotarro contandoles chistes archisabidos.

Pero esta noche, tras haber abandonado Shively el salon, Yost adopto una actitud introspectiva y apenas abrio la boca.

Al llegar la hora de preparar la cena, Brunner, que siempre solia ofrecerse para ayudar a Yost o a Malone, no hizo ademan alguno de reunirse con este ultimo en la cocina.

Se quedo sentado en el sofa bebiendo y haraganeando. La cena tambien habia sido en cierto modo distinta. Shively y Yost, que eran hombres de muy buen apetito, se limitaron a mordisquear la comida, mostrando muy poco interes por el plato que les habia sido servido.

Malone se habia sorprendido mucho, dado que habia preparado un sabroso estofado de buey, uno de los platos preferidos de Shively, y este solo habia probado un bocado.

Malone se percataba de que reinaba una atmosfera de hastio. Sin embargo, el verdadero cambio, por lo menos desde el punto de vista de Malone, se habia producido Despues de cenar.

Habia llegado el momento de echar a suerte el turno de sus privilegios de visita. Malone saco la baraja y le ofrecio a Brunner la oportunidad de elegir primero. Brunner rehuso alegando que preferia dejarlo porque se sentia cansado y en la television daban un programa especial que no deseaba perderse.

En si mismo, ello no hubiera sido de extranar, puesto que Brunner se habia saltado otra vez una sesion con Sharon.

Malone se sorprendio muchisimo en cambio cuando, tras ofrecerle la baraja a Yost, este vacilo y despues anuncio que tambien lo dejaria correr.

– No necesito acostarme todas las noches con una mujer -explico Yost como para justificarse-. No necesito demostrar nada. No me apetece y basta. Ademas, estamos en vacaciones, ?no? Por consiguiente, cuando se esta de vacaciones, no esta de mas sentarse un poco a descansar.

Tal vez me dedique un poco a hacer solitarios o a jugar al “gin”, caso de que Shiv quiera acompanarme.

Malone le ofrecio los naipes a Shively pero este no le hizo caso y se dirigio a Yost:

– Me estas tentando, Howie. Tuviste mucha suerte en las dos ultimas manos de anoche. Estoy dispuesto a darte una buena paliza.

– Muy bien, ?por que no pruebas?

Shively reflexiono unos momentos y despues, para asombro de Malone, se volvio a mirar la bajara que este le estaba ofreciendo.

– No se, que demonios, tal vez podamos jugar mas tarde. Creo que aprovechare la ocasion. Ya casi se ha convertido en una costumbre.

Puesto que la tenemos a nuestra disposicion en el dormitorio de al lado, ?por que no aprovecharlo?

– Anoche nos dijiste que ya no te divertias tanto -le dijo Yost-. No te sentara nada mal saltartelo una noche y hacer lo que mas te apetezca tal como yo hago.

– Yo no he dicho que piense otra cosa. Lo que sucede es que, puesto que tengo el material a mi disposicion, poco trabajo me cuesta aprovecharlo.

Consideralo un ejercicio. Tu has dado un paseo, Howie. Pues imaginate que estoy haciendo un ejercicio para mantenerme en forma.

– Muy bien, haz lo que gustes.

Shively miro a Malone.

– ?Y tu que dices, muchacho? ?Vas a aprovecharlo como de costumbre?

– Claro -repuso Malone-. Sabes que estoy deseando verla. Yo no pienso lo mismo que vosotros.

– Muy bien, Don Juan -dijo Shively-, puesto que eres el unico que todavia se emociona con ella -cosa que, dicho sea entre nosotros, yo no creo-puedes ir primero y que sea enhorabuena.

No es necesario que lo echemos a suerte. Ve tu primero y, si me apetece, te seguire.

Malone fue primero, visito a Sharon, la encontro mas acogedora y carinosa que nunca y abandono el dormitorio mas enamorado y agradecido que nunca por el placer sexual que con ella experimentaba.

Regreso al comedor y encontro a Shively intensamente concentrado en una partida de “gin rummy” con Yost.

– Esta a tu disposicion -le dijo Malone a reganadientes.

– Si -le contesto Shively con indiferencia-, ya veremos. No me molestes ahora.

Dos manos mas tarde consiguio ganar la partida y con ella doce dolares y, por primera vez en toda la noche, empezo a mostrarse de buen humor.

Se disponia a iniciar una nueva partida cuando Malone le recordo que Sharon le estaba esperando. Si no tenia intencion de verla, seria conveniente avisarla anadio Malone, al objeto de que pudiera tomarse la pildora para dormir y descansar un poco.

– Que mierda -mascullo Shively poniendose en pie-. Siempre tiene uno que hacer algo. ?Por que no le dejaran a uno en paz? Todo ello se le antojo a Malone sumamente incomprensible.

– No tienes por que ir, Kyle. Sigue jugando a las cartas. Ya ire yo a decirle que puede tomarse la pildora.

– No empieces a decirme lo que debo y lo que no debo hacer -le dijo Shively con aspereza-.nDejame en paz. - Despues le grito a Yost-: Guardame caliente la baraja, Howie, vuelvo en seguida.

Se dirigio al dormitorio principal como un individuo en libertad bajo palabra que tuviera que presentarse al agente encargado de su vigilancia.

Regreso muy irritado al cabo de una hora, mirando enfurecido a Malone como si este le hubiera obligado a hacer algo en contra de su voluntad.

– ?Que tal ha ido? -le pregunto Yost.

– ?Y que quieres que te cuente? Ya lo sabes. Lo mismo de siempre.

Ah, puesto que ya ha terminado el programa de Leo, ?que os parece si los cuatro echamos una buena partida de banca? Y ahora seguian jugando a las cartas, penso Malone, en un juego que al principio habia despertado entusiasmo pero que ahora les estaba aburriendo a todos, Sus rostros reflejaban falta de interes y sus frecuentes errores constituian una prueba evidente de su escasa atencion.

Pero lo que mas desazonaba a Malone era la creciente indiferencia que les estaba inspirando Sharon (no es que eso a el le importara, es mas, tal vez por este medio consiguiera hacer realidad su sueno de disfrutarla en exclusiva) y, junto con la indiferencia, la inquieta murria que parecia presidir todas sus actividades.

Era como si el Club de los Admiradores navegara por aguas embravecidas.

El, en su calidad de capitan, tenia que encargarse de empunar el timon.

– Santo cielo, a ver si dejas de una vez de tomar cartas -le dijo Shively malhumorado-.

Te toca a ti. Juega oros, si tienes. Otra mano y otra.

Malone se percataba de la opresiva atmosfera de tedio que emanaba del silencioso comportamiento de robot de Shively, Yost y Brunner.

Le tocaba barajar a Shively y este habia empezado a mezclar los naipes, cuando junto la baraja, la tomo en la mano y la aparto deliberadamente a un lado.

Despues, apoyando ambas manos sobre los bordes de la mesa, contemplo las inquisitivas miradas de sus companeros.

Shively no sonreia y la expresion de su rostro era muy torva.

– Que se vayan al infierno las cartas -dijo-. Esta noche tenemos que ocuparnos de algo mucho mas importante. Lo he estado pensando todo el dia y ahora os lo voy a decir.

Es importante, es lo mas importante que ha ocurrido desde que estamos aqui.

Malone se tenso en espera de las palabras de Shively.

– ?Que has estado pensando, Shiv? -le pregunto Yost preocupado.

– Es posible que no a todos os guste lo que voy a decir pero lo dire. Vivimos en un pais libre. -Los pequenos ojos de Shively se posaron en sus companeros y se detuvieron finalmente en Malone-. Y creo que, cuando me hayais escuchado, os mostrareis de acuerdo conmigo.

Voy a proponeros algo que hara que nuestra empresa valga la pena. ?Estais dispuestos a escucharme?

– Sigue, por favor, Kyle -dijo Brunner.

Todo el aspecto de Shively parecio experimentar una transformacion. Era como si el doctor Frankenstein le hubiera aplicado unos electrodos y le hubiera suministrado una carga electrica que le hubiera infundido vida y

Вы читаете Fan Club
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату