En el salon de Sharon Fields, donde el criado Patrick O’Donnell habia colocado un semicirculo de sillas bajo la arana de cristal, la presion estaba empezando a aflorar al rostro de todos y cada uno de los participantes en aquella reunion de estrategia.

Sentada en el centro se encontraba una palida, agotada y nerviosa Nellie Wright.

A uno de sus lados, cruzando y descruzando constantemente las piernas y sin dejar de fumar, se encontraba Felix Zigman.

Al otro lado, con un cuaderno de notas amarillo apoyado sobre las rodillas, se hallaba acomodado el sargento Neuman, que ya habia dejado de tomar notas.

Detras de Neuman, con las manos apoyadas en el respaldo de la silla de este, se encontraba de pie el teniente Trigg sin dejar de fruncir el ceno.

En segundo plano, tomados de la mano, escuchando angustiados, estaban los criados Pearl y Patrick O’Donnell.

La unica persona que se movia en aquellos momentos era el capitan Chester Culpepper.

Con las copias de ambas notas de rescate en la mano, profundamente inmerso en sus pensamientos, paseaba arriba y abajo ante el grupo intentando decicidir la siguiente medida a tomar.

Habia llegado hacia veinte minutos en compania del sargento Neuman. Y hacia diez minutos que habia llegado sin resuello el teniente Trigg, a quien se habia informado de todos los detalles.

Zigman y Nellie Wright habian facilitado apresuradamente por turnos al capitan Culpepper la escasa informacion que poseian acerca de Sharon Fields desde su repentina desaparicion del dia 18 de junio por la manana, pasando por la primera nota de rescate recibida el dia 30 y por la publicacion del anuncio clasificado el dia 2 de julio hasta llegar a la segunda nota de rescate recibida por la manana de este 4 de julio.

Zigman habia referido con todo detalle su experiencia de primeras horas de la tarde al depositar las dos maletas marrones conteniendo la suma de un millon de dolares en efectivo.

Zigman habia explicado que habia querido seguir al pie de la letra las instrucciones de Sharon o, mejor dicho, del secuestrador para proteger la seguridad de la victima actuando al margen de la ayuda de la policia.

Pero, tras reconocer Nellie la clave que Sharon les habia enviado, comprendio que esta intentaba decirles que el secuestrador o secuestradores no eran de fiar y que, al parecer, habia algo mas que ella deseaba revelar.

Fue entonces cuando Zigman comprendio que era necesario recabar la ayuda de los expertos y llamar a la policia.

Tras lo cual, el capitan Culpepper habia interrogado a Nellie Wright para cerciorarse de que la utilizacion del nombre 'Lucie' en la firma de 'Sharon Lucie Fields' significaba que en la segunda nota de rescate se ocultaba efectivamente una clave secreta.

Nellie se lo habia confirmado, confesando que no le era posible recordar la clave. Ahora habian llegado a un momento de indecision, y todos ellos eran perfectamente conscientes de la gravedad de la situacion, de los preciosos minutos que se les estaban escapando habiendo una bomba de relojeria oculta en alguna parte, una bomba que podia estallar de un momento a otro haciendo anicos todas sus esperanzas.

El capitan Culpepper interrumpio su movimiento continuo para dirigirse una vez mas a Nellie.

– ?Y esta usted absolutamente segura, senorita Wright, de que no puede recordar ni un solo detalle de la clave que Sharon Fields solia utilizar cuando le escribia?

– Ni una sola cosa, se lo juro Me he devanado los sesos pero no lo recuerdo.

– Pero, ?insiste usted en que existia dicha clave y que tanto usted como la senorita Fields la conocian?

– Pues claro que la conocia -contesto Nellie indignada-. Recuerdo lo mucho que nos divertiamos jugando a este juego Ambas nos habiamos aprendido la clave de memoria. Me la conocia al dedillo.

– Si se la conocia de memoria, no podia ser muy complicada. A no ser que posea usted una de estas mentalidades capaces de recordar cualquier cosa.

– Sharon si la posee. Es capaz de aprenderse de memoria todo un guion en una tarde.

Yo no puedo. Tengo que repetir una y otra vez un pasaje escrito para poder recordarlo.

Y, ademas, esta claro que no poseo retentiva, de lo contrario recordaria esta maldita clave.

– Debia tratarse de un sistema cifrado muy sencillo -dijo Culpepper-. Nada que exigiera consultar un manual o unas tablas para transponer o sustituir los caracteres alfabeticos con vistas a cifrar o descifrar.

Porque si hubiera exigido un libro o unas tablas, usted conservaria aun algo de este estilo en la casa o en su despacho.

– No, no, estoy segura de que no necesitabamos consultar nada. Tiene usted razon. Debia tratarse de un metodo muy sencillo.

Culpepper miro hacia el fondo de la estancia.

– Tal vez el senor y la senora O’Donnell les oyeran hablar de ello a usted o a la senorita Fields y puedan recordar algo.

Nellie sacudio la cabeza energicamente.

– No, eso ocurrio antes de que Sharon contratara sus servicios.

Culpepper extendio las manos.

– Muy bien, ya veo que asi no llegaremos a ninguna parte.

– Agito las notas de rescate que sostenia en una mano-. Ciertamente que disponemos de muchos expertos capaces de descifrar esta clave.

No nos hace falta disponer de ninguno con plena dedicacion, porque muy raras veces se presentan casos que exijan la ayuda de un criptografo.

Se que hay uno, un profesor de Pomona, cuyos servicios ha utilizado el Departamento en una o dos ocasiones a lo largo de los diez ultimos anos.

Ya hemos intentado localizarle. Se ha marchado a pasar el fin de semana fuera y ninguno de sus colegas sabe donde esta.

Podemos ponernos en contacto con la Seccion de Investigacion e Identificacion Criminal del Estado de Sacramento.

– O con el FBI -dijo Zigman-.vDeben tener cientos de especialistas.

– El FBI de Washington, si. Podemos ponernos en contacto con ellos y pienso hacerlo ahora mismo.

Transmitiremos el contenido de estas notas, de tal forma que tanto en Sacramento como en Washington reciban reproducciones exactas del original. Estoy seguro de que podran descifrar en seguida el mensaje de la senorita Fields. -Se detuvo y sacudio la cabeza-.

Pero me temo que no con la rapidez que nos haria falta. Podriamos ganar tiempo comunicando por telefono el contenido de la segunda nota de rescate, pero es posible que el caracter de la clave se refiera no solo al contenido sino tambien al estilo de escribir.

Es necesario que los criptografos puedan ver la nota.

Suponiendo que todo se haga con la maxima velocidad, la transmision, la labor de los expertos, la interpretacion de la clave, la llamada para la comunicacion del mensaje, yo diria que el tiempo necesario sera como minimo de dos horas. ?No crees, Wilson?

Trigg se mostro totalmente de acuerdo.

– Dos horas seria lo minimo, mi capitan. Yo mas bien diria tres.

– Ya ve usted el problema con que tropezamos -le dijo Culpepper a Zigman-.

Hemos sido llamados transcurridas once horas, es decir, cuando ya se estaba recogiendo el dinero del rescate de la senorita Fields.

Repito, no obstante, que hay muchas cosas que podemos hacer y haremos. Transmitiremos estas notas de rescate a los criptografos. Organizaremos un equipo de urgencia al objeto de rastrear todas las pistas.

Algunos de nuestros hombres recorreran este barrio interrogando a los vecinos. Otros interrogaran a los amigos y conocidos de la senorita Fields.

Otros examinaran la correspondencia de la senorita Fields, tanto aqui como en la Aurora Films, en busca de posibles cartas de amenaza o de cartas de chiflados, y los remitentes seran identificados e interrogados.

Esta investigacion requeriria dos, tres o cuatro dias antes de que pudieramos averiguar algo, “si” es que averiguamos algo.

Aparte de ello, lo mejor que podemos hacer es tratar de descifrar el mensaje que la senorita Fields ha incluido en la nota. Tampoco, estamos seguros de que ello nos pueda indicar algun dato concreto.

Pero es posible que si. En cualquier caso, tardaremos varias horas en descifrar lo que haya querido

Вы читаете Fan Club
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату