Sera mejor que me entere de si les sobra un poco de hierba.
Cualquiera sabe, a lo mejor el Objeto esta metida en eso y gusta de dar alguna que otra chupada de vez en cuando.
A ultima hora de la tarde: acabo de regresar de Venice.
Lo tengo todo, tengo todo lo que necesitamos: el frasco de cloroformo, dos jeringas hipodermicas nuevas en bolsas esterilizadas, agujas de un solo uso, dos ampollas de luminal de sodio que han robado de la clinica y dos latas de hierba de primera calidad.
Estoy leyendo las notas acerca de la utilizacion de la jeringa hipodermica.
Me cuesta creer que la utilizaremos dentro de una semana.
Estoy pensando en lo que sucedera despues cuando ella se despierte y hayamos conseguido intimar con ella, y en la noche del 23 de junio en que ella y yo nos encontremos en el Lecho Celestial.
Y en como me amara ella y como la amare yo.
Sere el hombre mas afortunado de la tierra.
?Cuantas personas pueden decir que han visto cumplidos sus deseos?
'Cuaderno de notas de Adam Malone -del 15 de junio al'…: Basta.
Ya no puedo escribir.
Estamos a lunes 16.
Se ha producido subitamente una terrible situacion imprevista. Terrible.
He llamado con urgencia a los demas.
Estoy esperando su llegada.
Experimentando intensos latidos en las sienes, Adam Malone se hallaba sentado en el borde del sillon de su apartamento contemplando el telefono que tenia delante y esperando a que sonara.
Era la primera vez que perdia el aplomo en el transcurso de todas aquellas semanas.
Habian previsto todas las contingencias posibles menos una.
Y ahora se habia producido lo imprevisto, y para el habia sido como un jarro de agua fria.
Se habia producido a las once y dieciseis minutos de aquel lunes por la manana mientras abandonaba Bel Air en su automovil para irse a almorzar a un local de Westwood.
Se habia pasado toda la manana oculto en su puesto de observacion con los prismaticos pegados a los ojos, estudiando todos los movimientos que habian tenido lugar en la propiedad de Sharon Fields, deteniendose de vez en cuando para anotar algo que le hubiera parecido interesante.
Despues, a eso de las once, dado que en su prisa por ocupar su puesto a tiempo, al objeto de no perderse el paseo matinal de Sharon, no habia desayunado, empezo a sentir apetito.
Decidio abandonar su puesto de observacion por espacio de una hora y media para poder tomarse una buena ensalada y una jugosa hamburguesa, antes de regresar una vez mas a su solitario puesto de vigilancia.
Pues, bueno, alli estaba sentado al volante con la radio encendida y escuchando el noticiario, mientras abandonaba Bel Air para irse a almorzar, cuando sucedio lo imprevisto.
Habia acercado el coche a la cuneta, se habia detenido, habia escuchado atentamente la radio y despues habia buscado a toda prisa el cuaderno para anotar todo lo que acababa de oir.
Habia olvidado el almuerzo.
El vacio de su estomago provocado por el apetito se lleno de repente y quedo ocupado por un nudo de panico.
Habia ocurrido lo imprevisto y el futuro y el exito de su proyecto, tan minuciosamente preparado, amenazaba con desembocar en un desastre.
Malone habia vuelto a poner el vehiculo en marcha y se habia dirigido al paseo Sunset.
Pero, en lugar de irse a Westwood, se habia trasladado directamente a su apartamento de Santa Monica.
Profundamente agitado, se dirigio al salon, cerro la puerta y se dirigio al telefono.
La primera de sus urgentes llamadas se la hizo a Kyle Shively, a la estacion de servicio.
Le contesto otra persona pero Shively se puso en seguida al aparato.
– Kyle, soy Adam, ha ocurrido una cosa -le dijo sin aliento-.
Se trata de un asunto de emergencia, muy importante.
Podria repercutir en nuestro proyecto.
Tengo que veros a ti y a los demas en seguida… No, no, no puedo decirtelo por telefono. ?No puedes venir a la hora del almuerzo? En mi casa. Estoy aqui. Te espero.
Despues llamo al despacho de Howard Yost.
Encontro el telefono comunicando en dos ocasiones, pero a la tercera consiguio llamar.
Le contesto la secretaria de Yost.
El se identifico como un intimo amigo de Yost y solicito hablar con el inmediatamente.
La secretaria se mostro enloquecedoramente lenta.
– Lo siento, pero a esta hora no suele estar.
Se encuentra efectuando una visita. Despues creo que se ira directamente a almorzar. Si me llama antes de que…
– Oiga, senorita, dejese de historias. Se trata de un asunto urgente, ?ha comprendido?, y tengo que hablar con el senor Yost antes del almuerzo.
Por favor, intente localizarle donde quiera que este y digale que llame inmediatamente a Adam Malone, lo cual significa ahora mismo. Ya tiene mi numero.
– Hare lo que pueda, senor.
Malone colgo el telefono muy decepcionado, corto la comunicacion, lo volvio a descolgar y mantuvo el dedo levantado a punto de marcar hasta que escucho la senal.
Llamo a Leo Brunner y escucho con creciente impaciencia los timbrazos.
Para su asombro, contesto al telefono el propio Brunner.
– Ah, ?eres tu, Adam? Iba a salir.
– Olvidate de lo que estuvieras a punto de hacer, Leo. Acaba de producirse un imprevisto y tengo que verte. Ya he llamado a los demas. Nos reuniremos aqui este mediodia.
– ?Sucede algo? -pregunto Brunner preocupado.
– Si, nos veremos a las doce.
Y ahora Malone se hallaba sentado ante el silencioso telefono rezando para que sonara.
Al cabo de diez minutos se puso nervioso y busco el cuaderno de notas que habia utilizado en calidad de diario semanal.
Muy afligido, escribio la fecha inicial de la semana, empezo a escribir un parrafo y comprendio entonces que estaba perdiendo el tiempo porque era muy posible que aquella semana no terminara.
Al escuchar sonar el telefono, solto el lapiz y contesto inmediatamente.
– ?Adam? Soy Howard.
Ha llamado la secretaria de mi oficina y…
– Lo se, Howard.
Oye, estoy seguro de que ya te habra dicho que tengo que verte inmediatamente. Ha ocurrido una cosa muy grave.
– ?No puedes esperar? Esta semana he duplicado las visitas para poder compensar el claro de las dos semanas de vacaciones. Tengo un almuerzo de trabajo.
– Anulalo -le interrumpio Malone-. Los demas van a venir al mediodia. Como no vengas y no podamos establecer la forma de superar un obstaculo que esta manana se ha interpuesto en nuestro camino, ni tu ni nosotros podremos disfrutar de estas dos semanas.
– ?Asi por las buenas?
– Asi por las buenas. Tal vez podamos arreglarlo. Pero tendremos que tomar una decision unanime. Y hay que decidirlo ahora mismo. El tiempo es esencial, Howard. Por consiguiente, anula la cita y ven.
– Como quieras. Voy en seguida.
Shively fue el primero en llegar, ocho minutos despues. A los cinco minutos llego Brunner, presa del temor. Querian saber lo que habia ocurrido, pero Malone les dijo que tuvieran paciencia y esperaran a que llegara Yost para no tener que repetir dos veces el relato.
