femeninos debia formar parte de su tendencia exhibicionista. En resumen, su obsesion sexual debia arrancar de cierta inseguridad y falta de recursos interiores.

Malone llego a la conclusion de que comprendia a Shively pero que este no le gustaba. Despues Malone se pregunto otra cosa. Se pregunto si podria fiarse uno de Shively.

– ?Bueno, alli esta! -exclamo Shively canturreando. Se incorporo y se inclino hacia el parabrisas-. Ahi esta Arlington. Menuda birria de ciudad.

Malone aminoro automaticamente la marcha.

– Oye -grito Yost desde la parte de atras-no olvides parar en alguna estacion de servicio que tenga cabina telefonica. Tengo que llamar a mi mujer desde Colorado, ?recuerdas?

– Dejalo -dijo Shively. Sera mejor que no nos vean detenidos. Podria ser peligroso.

Yost se acerco a la parte delantera para protestar.

– Mas peligroso sera para mi si no llamo a mi mujer y le digo que he llegado bien. Tardare un minuto.

– Muy bien, calmate, Howie -dijo Shively indicandole a Malone el camino-. Sigue recto por Van Buren, muchacho. Tenemos que atravesar el centro de la ciudad.

No es que sea precisamente una ciudad, no hay mas que un par de manzanas de tiendas. Pero no te detengas en ningun sitio. Cruza rapidamente.

Hay un par de estaciones de servicio unas dos manzanas mas abajo junto al letrero de la Pequena Liga de beisbol.

Malone atraveso Arlington a velocidad moderada acelerando solo un poco para poder cruzar el unico semaforo que habia y a los pocos segundos salio de la poblacion y pudo ver la primera estacion de servicio.

Se acerco al bordillo y aparco la camioneta a cierta distancia de la gasolinera.

– Sal por aqui, Howie -dijo Shively abriendo la portezuela-.

No vayas a abrir la portezuela de atras. -Descendio de la camioneta para que Yost pudiera pasar al asiento delantero y despues inclino la cabeza hacia el interior del vehiculo-.

Vosotros dos guardad el tesoro. Yo acompanare a Howie para vigilar que no tarde mas de un minuto y de paso aprovechare para mear. Vuelvo en seguida.

– Daos prisa -dijo Malone.

Observo a traves del parabrisas a sus dos companeros, pero sus pensamientos se concentraron unicamente en la esbelta figura del tejano.

Malone penso en la muchacha que llevaban en la parte de atras. No era solo la joven estrella mas famosa y querida de la historia cinematografica, sino que, ademas, era tambien un ser humano, un ser humano precioso, fragil y tierno que se merecia todo su respeto y consideracion.

Y tambien su proteccion. Malone se mordio el labio inferior pensando en lo que iba a suceder. Hasta aquellos momentos, hasta hacia muy poco, habia estado tan preocupado por la huida que no habia podido pensar con seriedad y realismo en sus relaciones con Sharon Fields una vez la tuvieran en su poder.

Por la forma en que Shively se habia comportado en el transcurso del viaje, comprendio que haria falta poner en cintura al tejano.

Malone sabia que era el unico que podria darle quebraderos de cabeza. Los otros dos eran de fiar. Brunner no planteaba ningun problema. Yost, tampoco.

Eran hombres familiares y no cabia la menor duda de que se comportarian como personas civilizadas. Se atendrian a las normas igual que el.

El unico que le preocupaba era Shively. Su actitud en relacion con las mujeres, incluso en relacion con una mujer tan inalcanzable como Sharon Fields, podia ser vulgar y grotesca y hasta incluso violenta. Para el las mujeres no eran mas que objetos sexuales.

Tal vez no estableciera diferencia alguna entre Sharon y una prostituta. Ademas, Shively habia dejado bien sentado que las normas le importaban un bledo. Si, habria que vigilar a Shively, habria que ponerle en cintura.

Claro, que lo mas probable era que no se produjera ningun grave conflicto. Eran tres contra uno y Shively no tendria mas remedio en el futuro que acatar la ley de la mayoria tal como habia hecho en el pasado.

Malone sabia que era el maximo responsable de la forma en que trataran a Sharon Fields.

A el se debia la idea de Sharon disponible, de una Sharon invitada suya, una Sharon convertida en realidad. Por consiguiente, el mas que nadie estaba obligado a defenderla y a proporcionarle libertad de eleccion.

Vio a los otros dos saliendo de la gasolinera.

Y ahora, tras haber reflexionado acerca de todo ello y haber comprendido que el futuro de la carga que llevaban estaba en sus manos, se sintio mas tranquilo.

Y empezo a pensar en como iban a desarrollarse los acontecimientos aquella noche.

Veinte minutos mas tarde Adam Malone seguia al volante. Antes de reanudar el viaje se habia producido una pequena discusion a proposito de quien iba a conducir. Yost habia propuesto sentarse el al volante, por ser el que mas conocia la zona, y habia expresado el deseo de que Malone se sentara a su lado para que se aprendiera el camino; pero Shively hubiera tenido que desplazarse a la parte de atras con Brunner y Malone no queria que el tejano se acomodara al lado de Sharon estando esta inconsciente.

Al final Yost lo comprendio y todos ocuparon las mismas posiciones de antes, menos Yost que se acerco a la parte delantera y se arrodillo asomando la cabeza entre Malone y Shively para poder ver el camino a traves del parabrisas y dirigir a Malone.

Malone llevaba veinte minutos absorbiendo todos los detalles de la campina que estaban atravesando y seguia pasando mentalmente revista a todo lo que Yost le habia dicho.

Tras dejar atras la gasolinera y cruzar un paso a nivel, enfilo una carretera bordeada de palmeras y naranjos.

La carretera les condujo hacia unas desnudas colinas y empezaron a ascender gradualmente.

Al llegar al Mockingbird Canyon efectuo un viraje a la derecha y a partir de aquel punto la carretera empezo a estrecharse.

Durante algunos kilometros pudieron ver alguna que otra casa de vez en cuando, pero pronto, las dejaron atras y se encontraron en medio de la campina abierta y desolada.

Despues, siguiendo las instrucciones de Yost, Malone enfilo la carretera de Cajalco y avanzaron en sentido paralelo a un camino que, segun Yost, conducia a un lago bastante grande -el lago Mathews dijo que se llamaba-, que, en realidad, era una presa completamente vallada en la que no estaba autorizada ni la navegacion a vela ni la pesca.

Despues giraron a la izquierda y enfilaron otro camino que ascendia hacia una elevacion de unos seiscientos metros de altitud.

Se estaba dirigiendo a una zona mas elevada, conocida como la Meseta Gavilan, integrada en buena parte por unas suaves colinas interrumpidas de vez en cuando por algun que otro majestuoso pico pelado.

– Detente junto a esta verja que tenemos enfrente -ordeno Yost-.

Es la verja del rancho McCarthy.

Casi nadie sabe que el camino que atraviesa el rancho es publico.

Veras tambien un letrero que dice 'Cierren la verja', el cual contribuye a dar la idea de que no esta permitido el paso y sirve para intimidar a los forasteros.

Para nosotros sera estupendo porque este camino conduce al sitio donde vamos y tendremos la posibilidad de proseguir el viaje sin que nadie nos moleste.

Se detuvieron frente a la verja del rancho McCarthy mientras Shively descendia para abrirla.

Malone la cruzo y espero a que Shively volviera a cerrarla y subiera de nuevo a la camioneta.

El tortuoso camino les condujo por suaves colinas en las que abundaban los resecos arbustos, los guijarros y los grandes enebros.

Pronto abandonaron el camino y siguieron por una vereda menos transitada si cabe.

Subitamente, Malone descubrio a la izquierda una vieja cabana medio oculta en una hoyada al borde del camino.

Frente a la cabana habia como una especie de extrano monumento indio.

– ?este es nuestro sitio? -pregunto Malone.

– No -contestaron Yost y Shively al unisono.

– Es la ultima casa que veremos hasta llegar a nuestro punto de destino -explico Yost-. Antes vivia aqui una anciana. Me parece que la casa esta ahora abandonada. Se llama Camp Peter Rock.

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