?Quereis saber por que? ?Veis este vestigio indio que hay delante? ?Sabeis lo que es? Es una roca falica de metro ochenta de altura asombrosamente parecida a un miembro.
– Yo fui el modelo -dijo Shively sonriendo.
– Ahora avanza despacio durante cinco minutos -le dijo Yost a Malone-porque de lo contrario pasaras de largo es un acceso casi oculto de un camino lateral que nos conducira al Mount Jalpan, el lugar de las Gavilan Hills en el que cambiaremos de vehiculo para dirigirnos a nuestro refugio.
Transcurridos cinco minutos Yost le recordo a Malone que aminorara la marcha, despues le dio una palmada en el hombro y le senalo con el dedo un lugar que habia a la derecha.
El arenoso camino oculto casi totalmente por la espesa maleza que crecia a ambos lados estuvo a punto de pasarle a Malone inadvertido, este viro justo a tiempo.
A los pocos minutos iniciaron el ascenso. El camino se hizo muy empinado y Malone puso la primera.
– El Mount Jalpan -dijo Yost-. Es la cumbre mas alta y primitiva de las Gavilan Hills. Ningun forastero ha llegado jamas tan lejos, unicamente el guardian de los Servicios Forestales.
Sigue recto. No estamos muy lejos del sitio donde dejaremos la camioneta. Pasaron entre elevadas paredes de granito y, de repente, la camioneta llego a una zona mas despejada. El camino habia desaparecido; a la derecha se observaba un precipicio y a la izquierda un denso bosquecillo.
– Final del camino y final de la civilizacion -dijo Yost-.
Aqui cambiaremos de vehiculo. Shively miro a traves del parabrisas.
– Sigue avanzando unos nueve metros, muchacho. Veras un claro en esa maleza. Alli tenemos oculto el cacharro de ir por las dunas.
La camioneta siguio avanzando. Malone descubrio el claro y piso el freno.
– Espera aqui -le dijo Shively-. Sacare el cacharro y tu meteras la camioneta justo en medio de estos dos enebros tan grandes. Alejate todo lo que puedas del precipicio y sigue avanzando hasta donde ya no puedas seguir.
Shively descendio de la camioneta y se adentro en la boscosa zona.
Malone le observo procurando vislumbrar alguna senal del cacharro pero no pudo ver nada.
Entonces vio que Shively se detenia a pocos pasos de un gigantesco roble y se inclinaba hacia este para sacar algo que habia detras de su tronco.
Malone intento adivinar lo que era y comprobo asombrado que Shively estaba tirando de una de las puntas de una descolorida lona verde cubierta de ramas de enebro y hojarasca.
Un buen trabajo de camuflaje.
Shively estaba sacudiendo la lona para librarla de la hojarasca.
La levanto y quedo al descubierto el cacharro marron oscuro con su hocico chato, sus elevados faros delanteros y sus neumaticos exageradamente grandes.
Malone siguio observando a Shively mientras este trabajaba y despues empezo a estudiar el emplazamiento del lugar de transbordo dirigiendo la mirada mas alla del precipicio.
Pudo ver las desnudas y rocosas laderas de las cercanas colinas y las lomas mas alejadas a cuyos pies se extendia la ancha faja de tierra llamada Temescal Canyon.
Malone se sintio por primera vez totalmente aislado del mundo que conocia.
Aquel promontorio y el paisaje de abajo le producian una sensacion de aislamiento absoluto de todo lo conocido y de la vida humana.
Era algo totalmente primitivo. Como una pagina arrancada de 'El mundo perdido de Conan Doyle'.
Escucho el rugido de otro motor y vio que Shively sacaba el cacharro de entre los arboles. Malone no habia visto aquellos cacharros mas que en los anuncios y se sorprendio de su reciedumbre.
Sabia que era biplaza y no se imaginaba como podria dar cabida a los cuatro. Cuando lo tuvo mas cerca pudo ver las modificaciones que su propietario habia llevado a cabo en el pequeno y compacto vehiculo. En el portamaletas abierto habian colocado un banco de madera ligeramente mas alto que los asientos delanteros.
Desde lo alto del parabrisas hasta dos varas de acero que habia en la parte de atras, habian extendido una especie de toldo de lona probablemente para protegerse del torrido sol o de la lluvia. Cuando el cacharro estuvo al lado de la camioneta, Shively grito:
– Bueno, Adam, ahora oculta la camioneta ahi dentro.
Malone solto el freno, puso en marcha el motor y atraveso con la camioneta Chevy el claro que habia entre los arbustos para dejarla oculta tras los arboles.
– No te muevas, Leo -oyo que Yost le decia a Brunner-. Voy a bajar.
Malone miro hacia atras y vio que Yost abria por primera vez la portezuela de la camioneta.
Momentos despues Yost, seguido de Shively, aparecio frente a la camioneta para indicarle a Malone la mejor forma de aparcarla de tal manera que no resultara visible.
Malone efectuo las correspondientes maniobras y la oculto detras de una pantalla de arboles.
Tras apagar el motor y guardarse las llaves en el bolsillo, descendio y empezo a aplicarse masaje a las pantorrillas.
Despues ayudo a los otros a cubrir con la lona verde la parte frontal de la camioneta y a recoger ramas, hojarasca y tierra para camuflar la lona que protegia la cubierta del motor. Al terminar, Yost se dirigio hacia la parte de atras.
– Ahora viene la operacion del 'habeas corpus' o como querais llamarla -dijo Yost-.
Lo unico que nos queda por hacer ahora es trasladar el cuerpo de un vehiculo a otro y llevarnosla a la suite real.
Por unos instantes Malone se sorprendio de aquella referencia indirecta a Sharon Fields.
Casi habia olvidado que eran cinco y no cuatro.
Desde que habian dejado atras Arlington y en el transcurso de la media hora que llevaban en las Gavilan Hills, Malone se habia casi olvidado del proposito de aquel viaje.
Se habia concentrado tanto en aquella zona tan aspera y remota, se habia esforzado tanto por grabarse en la memoria el camino que no habia tenido tiempo de pensar en la carga que llevaban.
Y volvio a pensar en la emocion que ya habia vivido y en la que vivirian por la noche.
Yost le estaba diciendo a Shively:
– ?Por que no acercas un poco mas el cacharro, Shiv? Nosotros tres la subiremos y tu conduciras.
– Vaya, hombre, y yo que pensaba que iba a poder tocarla un poco -dijo Shively-. Muy bien, voy a acercarme un poco.
Yost abrio despues de par en par la portezuela trasera de la camioneta.
Malone parpadeo y comprendio que no habia mirado a Sharon desde las siete y diez de aquella manana, hora en que la habian anestesiado e introducido en la camioneta.
Alli estaba, tendida de lado sobre la raida alfombra de pelo que cubria el pavimento del vehiculo, con Brunner sentado incomodamente detras suyo.
Brunner la estaba mirando y ahora levanto los ojos.
– No ha movido ni un solo musculo desde que le hizo efecto la inyeccion.
– ?No le sucedera nada, verdad? -pregunto Malone un poco inquieto.
– No.
El pulso le late con regularidad. Esta inconsciente y aun lo estara un buen rato. -Brunner suspiro-. Incluso en estas condiciones es una autentica preciosidad. -Se detuvo-. Me gustaria que hubieramos podido trabar conocimiento con ella de otra forma.
– No te preocupes por eso -le dijo Yost con impaciencia-.
Andando. En cuanto Shiv acerque el cacharro, la trasladaremos al mismo. Tu, Leo, te sentaras en uno de los asientos de atras. Adam y yo la levantaremos y Adam se acomodara despues en el otro asiento.
Vosotros dos la sostendreis sobre vuestras rodillas. Yo me sentare delante al lado de Shiv.
– ?Cuanto tardaremos? -pregunto Brunner.
– ?En llegar al escondite? No mucho.
El terreno es un poco duro pero la distancia es muy poca.
Tardaremos un cuarto de hora o veinte minutos todo lo mas.
Muy bien, ahi viene Shiv. Levantala.
– Sostenla con cuidado -dijo Malone.
