la esclavitud.

Su actuacion ya estaba empezando a cristalizar en su cerebro. Tendria que interpretar el mejor papel de su vida, su interpretacion tendria que ser insuperable. La senorita Susan Klatt tendria que transformarse en la senorita Sharon Fields, la leyenda, el sueno, el deseo, la “raison d’tre” del Club de los Admiradores.

Tendria que convertirse en el calido, acrobatico y erotico nido de amor y en la ninfomana que aquellos brutos se imaginaban y deseaban. Tendria que interpretar un papel, agradarles y complacerles utilizando metodos que ellos jamas hubieran experimentado.

?Podria hacerlo? Desecho las ultimas dudas.

Toda aquella historia ya la habia interpretado otras veces, habia sido la ilusionista por excelencia, deseando con las acariciantes rendijas de sus ojos verdes semicerrados, deseando con su humeda boca entreabierta, deseando con su voz gutural y jadeante, con sus prominentes pechos firmes y altos, con los pardos pezones duros y puntiagudos, con los lentos movimientos de la carne del tronco y los muslos, ondulando, deseando y prometiendo placeres y extasis orgasmicos y despues entregando, besos fugaces, lamiendo con la lengua los lobulos de las orejas, los parpados, el ombligo, el miembro, acariciando, restregando, estrujando el pecho, las costillas, el estomago, sosteniendo las nalgas, los testiculos y despues siempre servir bien al cliente-el trabajo de mano prolongado, regular y progresivamente acelerado, o los juegos numeros 6 o 9 o el coito, la copula, la cohabitacion, el ayuntamiento normal, a horcajadas, a estilo mecedora o chino, penetracion posterior, de lado, de pie, cualquier cosa que uno quisiera, girando convulsamente, rascando, mordiendodentro, dentro, mas, mas, me muero, me muero, estallido hasta el cielo, lava fundida, amor, gemidos, agradecimiento, lo mejor, jamas habia conocido nada igual, santo cielo, ya habia actuado en el circo del concubinato y volveria a actuar de nuevo.

Tenia que hacerlo. Lo haria. Recordaria sus interminables experiencias y pondria en practica sus profundos conocimientos de seduccion sexual arrancados de su Quien es Quien particular de prepucios del pasado. Embelleceria tales conocimientos con los adornos de la inexistente amante perfecta. Tendria que convertirse en un ser carnal pero con distincion, clase y estilo.

Y a traves de dichos artificios convertiria a cada uno de sus cuatro apresadores en su amante especial y privilegiado. Si, si, esta seria la clave de la huida, convencer a cada uno de ellos de que era el unico favorito de Sharon Fields, que era el que mas la emocionaba y aquel a quien ella mas estimaba.

De esta forma, tal vez desistieran de mostrarse recelosos y accederian a hacerle favores a cambio de sus favores. Era necesario que cada uno de ellos llegara a desear convertirse en el hombre de su vida. Era necesario que consiguiera averiguar lentamente la autobiografia de cada uno de ellos su caracter, costumbres y necesidades, para poder con ello explotar sus respectivas vulnerabilidades.

Con esta fuerza tal vez consiguiera incluso enfrentarles entre si -sabia que las circunstancias le serian propicias-y crear astutamente la discordia y la division entre ellos.

Un juego peligroso, mas peligroso que cualquiera de los papeles que hubiera interpretado en el pasado. Pero es que aqui estaban en juego cosas que jamas lo habian estado en otros tiempos.

Se estiro en la cama y la boca se le curvo en una felina sonrisa. Porque, al fin y al cabo, ?por que no hacerlo? Era una esperanza.

Un anhelo de algo que tal vez le diera resultado. Por primera vez en el transcurso de su cautiverio Sharon Fields se sintio viva. Estaba ansiosa de actuar para ellos. Deseaba que las camaras empezaran a rodar. Estaba dispuesta a enfrentarse con el mayor desafio de su carrera.

Santo cielo, le encantaria volver a ser actriz.

Sharon Fields habia dado cima a su actuacion, inaugural de artista en gira. A pesar de que aborrecia el papel que se habia visto obligada a interpretar, experimentaba una profunda satisfaccion profesional en relacion con la forma en que habia actuado.

Estaba segura de que su interpretacion de fabuloso simbolo sexual habia sido impecable y habia superado todas las previsiones. Su exito podia calibrarse a traves de las informaciones recibidas y las ulteriores recompensas que se le habian prometido.

Estaba segura de que se habia tratado de una deslumbrante interpretacion de cuatro estrellas.

Ahora, tendida y atada en la cama -su escenario-, esperaba la repeticion a la que tendria que aprestarse.

Mientras esperaba, decidio revisar critica y objetivamente el papel interpretado por Sharon Fields en el transcurso de las dos horas anteriores.

Primera actuacion.

En escena con el Malo. Le habia sido necesario echar mano de todos los matices artificiosos y trucos dramaticos que conocia. A quien mas valoraba de los cuatro era al tejano.

Habia sido consciente desde un principio de su astucia y perspicacia innatas. No seria facil de enganar.

Al echarse en la cama y empezar a tocarla, ella fingio mostrarse molesta y ofendida igual que en las ocasiones anteriores, no le correspondio y acepto su presencia sin resistirse.

Pero al separarle las piernas y penetrarla, se dispuso a iniciar la comedia. Sabia que tendria que actuar con acierto.-Dejo transcurrir parte del acto sin corresponder, exactamente igual a como lo habia hecho la noche anterior.

Acepto con inercia y sin moverse sus primeros movimientos, se mostro fria e inflexible, limitandose a ser la apatica vasija que habia sido en ocasiones anteriores.

Despues, gradualmente y como sin querer, se convirtio en la hembra que corresponde.-Empezo a agitar las caderas, sus nalgas empezaron a ondular y todo su cuerpo empezo a oscilar hacia arriba y hacia abajo siguiendo el ritmo del tipo.

Mantenia los ojos cerrados y los humedos labios entreabiertos para darle a entender que estaba disfrutando y, al final, dejo que se escaparan de su garganta los primeros gemidos de extasis.

El instantaneo placer del Malo al percatarse de que la habia obligado a corresponderle en contra de su voluntad supero todo lo que Sharon hubiera podido imaginarse.

Habia alcanzado la gloria. Lo habia conseguido. Reduciendo el impetu de las arremetidas, le dijo con voz ronca:

– ?Lo ves, nena, lo ves? Sabia que te encantaria si lo probabas. No querias ceder pero, ya lo ves, lo quieres y lo has querido siempre, te encanta. Jamas habias probado nada parecido, ?a que no?

– No -repuso ella jadeante-, no, nunca por favor, no te detengas.

– No me detengo, carino.

– Pero mas fuerte, mas fuerte.

– Pues claro que lo hare mas fuerte, carino. Lo que tu quieras.

Sus incesantes y dolorosas arremetidas la estaban destrozando pero siguio gimiendo y pidiendole mas.

– Por favor, desatame, dejame abrazarte, ay dejame.

Sabia que lo habia enloquecido y, al terminar, se percato de su goce y del pesar que le producia el hecho de haber terminado. Mientras se vestia, no pudo ocultar su satisfaccion.

– Ha sido estupendo, ?verdad, nena? Tienes que reconocerlo, te ha encantado.

El termino de su actuacion exigia una transicion desde la companera sexual sin inhibiciones a la turbada y virginal companera avergonzada del anhelo fisico que habia puesto de manifiesto.

Echo mano de todos sus recursos histrionicos. Primero aparto los ojos.

– ?No te ha encantado? -le repitio el inclinandose hacia ella y sonriendo.

Ella le dirigio una mirada de asombro, parpadeo como admirandole a reganadientes y despues aparto el rostro y lo hundio en la almohada para darle a entender que efectivamente le habia encantado pero que se avergonzaba de reconocer la existencia de las pasiones que en su interior se habian desatado.

– Si -dijo el irguiendose-. Bueno, has tardado un poco pero eres tal como tenias que ser habida cuenta de tu estructura.

Yo sabia que lo tenias dentro. Hacia falta un hombre capaz de despertartelo.

Ella simulo modestia.

– No,-no se que me ha ocurrido, haberme comportado de esta manera.

– Te he penetrado, nena -le dijo el con orgullo-, te he penetrado tal como tu querias.

Ella se abstuvo de hacer comentarios.

– ?Sabes una cosa? Tengo la impresion de que te apeteceria otra ronda. Apuesto a que me quieres probar otra vez esta noche, ?a que si?

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