les proporcione el nombre especifico del lugar de la excavacion, mis colaboradores pudieron confirmar que en los alrededores de Ostia Antica, efectivamente, fue donde Monti habia hecho un importante descubrimiento biblico. En la carta se mencionaba, ademas, el titulo de la nueva Biblia, el mismo que yo desconocia y que, segun pude verificar, resulto exacto. Sea como fuere, esa era informacion interna a la cual, hasta entonces, solo habia tenido acceso un circulo privado de colaboradores del proyecto. Tal vez algunas personas del exterior pudieron haberse enterado de eso… pero, ?un desconocido expatriado frances en Roma? Eso era algo que yo no podia ignorar. Aun cuando este Duca Minimo no hubiera sido el falsificador, aun cuando el hubiera obtenido esa informacion secreta de segunda mano, no obstante, sabia lo bastante como para que se le tomara en serio. Si el mismo no era la fuente de ese conocimiento, entonces de seguro estaba relacionado con alguien que si lo era. Definitivamente valia la pena ver al Duca Minimo, especialmente considerando la modesta inversion financiera que tendria que hacerse. Asi que le di instrucciones a Cedric Plummer para que le escribiera a cargo de la Lista de Correos en Roma, mostrando interes por escuchar la historia que nos relataria el falsificador y poniendose de acuerdo acerca de la fecha, hora, y lugar de la reunion. Ademas, le pedi que le enviara un boleto de ida y vuelta, y dinero para sus gastos. Plummer contesto la carta tal como yo le indique y, en la fecha acordada, volo a Paris para el rendez- vous.

– Quiere usted decir que… Plummer realmente vio a ese hombre.

– Si, lo vio.

Randall dio un gran trago a su escoces.

– ?Cuando?

– Hoy hace una semana.

– ?Donde?

– En el Pere-Lachaise, en Paris.

– ?Donde esta eso?

– Le Cimetiere du Pere-Lachaise… ?no ha oido usted hablar de el? -dijo el dominee De Vroome con sorpresa-. Es el famoso cementerio donde tantas grandes figuras del pasado (Heloise y Abelard, Chopin, Balzac, Sarah Bernhardt, Colette) estan sepultadas. Nuestro falsificador habia escrito que estaria esperando a Plummer a las dos de la tarde en punto frente a la escultura de Jacob Epstein que esta sobre la tumba de Oscar Wilde. Debemos admitir que fue un gesto teatral, pero no sin razon. Para una persona notoria, un falsificador confeso, era un sitio seguro y apartado. Ademas, tendrian privacidad. Yo visite el Pere-Lachaise una vez. Es enorme, tranquilo, aislado, con lomas, senderos y florestas de alamos y acacias. Era un lugar perfecto y muy intrigante para un sensacionalista como Plummer.

– ?Y se encontraron alli, Plummer y el falsificador? -apremio Randall.

– Alli se encontraron -dijo De Vroome-, pero no frente a la tumba de Wilde, como se habia planeado originalmente. Cuando Plummer llego al cementerio, un guardia le pregunto cual era su nombre y le entrego un sobre sellado que alguien habia dejado alli para el. El sobre contenia una nota garabateada por el Duca Minimo. Habia cambiado el punto de reunion. Le avisaba a Plummer que prosiguiera hasta la tumba de Honorato de Balzac. Aparentemente, habia mucho trafico por los alrededores de la tumba de Oscar Wilde. A Plummer le parecio que este era un toque especialmente poetico. La pluma de Balzac habia atraido a incontables pillos y bribones. Y ahora habia atraido al hombre que probablemente era el mas grande falsificador de la Historia. Plummer compro un mapa turistico del cementerio, marco en el la ruta hacia la tumba de Balzac y no tuvo dificultad para encontrarla. Y alli encontro tambien al falsificador.

El dominee De Vroome hizo una pausa, se termino su conac y considero rellenar su copa y el vaso de Randall, que ya estaban vacios.

– ?Otro trago, senor Randall?

– No deseo nada mas… excepto su historia. ?Que sucedio?

– Con su habitual dedicacion periodistica, Cedric Plummer tomo notas extensas despues de la reunion. Yo las he leido. ?Cual es la esencia de esas notas? Esto: el nombre verdadero de nuestro confeso falsificador es Robert Lebrun. Plummer se encontro con un hombre viejo (ochenta y tres anos) pero no senil, sino perfectamente alerta, con la mente despierta y despejada. Tenia el cabello tenido de color castano. Ojos grises, con una catarata. Lentes con aros metalicos. Nariz puntiaguda. Mandibula prominente, una dentadura postiza que le quedaba floja y profundas arrugas en el rostro. Probablemente era de mediana estatura, penso Plummer, pero aparentaba ser mas bajo a causa de su postura encorvada. Tiene una extrana manera de andar, cojeando o balanceandose, a causa de una amputacion; su pierna izquierda es artificial, y no le gusta hablar de ello. Sus antecedentes nos dan algunas bases con respecto a su historia de la falsificacion.

– ?De donde es el?

– De Paris. Nacio y fue criado en Montparnasse. No le dijo mucho a Plummer. Estaban de pie alli, cerca de la tumba de Balzac, bajo el sol, y Lebrun se canso pronto. En su juventud habia trabajado como aprendiz de grabador. Era pobre y queria dinero para si mismo y para su madre, sus hermanos y sus hermanas, asi que empezo a juguetear con falsificaciones sencillas, y descubrio que tenia un don para eso. Comenzo falsificando pasaportes, despues se dedico a falsificar billetes de baja denominacion y luego continuo con cartas historicas, manuscritos raros y fragmentos biblicos medievales iluminados, hechos en miniatura. Despues se paso de listo. Emprendio la falsificacion de un documento gubernamental sin tener la suficiente preparacion. Yo desconozco los detalles, pero fue descubierto, arrestado y enjuiciado, y puesto que en su historial existian otros delitos menores, fue sentenciado a prision en el celebre penal de la Guayana Francesa. Alli, en esa colonia penitenciaria, la vida le resultaba imposible al joven Lebrun. Las autoridades de la prision no hicieron ningun intento por rehabitarlo, y el se volvio mas recalcitrante que nunca; sufria mucho por eso, y estaba casi deshecho. En un momento dado, despues de haber estado prisionero en una de las tres islas que mas tarde se conocieron como el grupo de las Islas del Diablo, Lebrun estaba al borde del suicidio. Fue entonces cuando le favorecio con su amistad un cura frances, un sacerdote catolico de la Orden de la Congregacion del Espiritu Santo que venia desde St. Jean para visitar las islas de la colonia penitenciaria dos veces por semana. El sacerdote se intereso mucho por Lebrun, lo convirtio a la religion y la fe, y lo aficiono a la lectura espiritual. Gradualmente, la vida de Lebrun cobro sentido y dimension. Finalmente, despues de permanecer tres anos en la colonia penal de la Guayana, a Lebrun se le presento una especie de oportunidad de recibir el indulto. Plummer no pudo averiguar los detalles, pero cualquier cosa que haya sido, esa oportunidad se convirtio en traicion, y Lebrun se volvio mas amargado y antisocial que nunca. Especialmente en contra de la religion.

Randall estaba confuso.

– No comprendo -dijo.

– Disculpeme por no aclararle este punto crucial. De hecho, es poco lo que yo se al respecto. Todo lo que Lebrun revelo fue que ese sacerdote en quien habia confiado, ese hombre con sotana, le hizo una proposicion en nombre del Gobierno frances. Si Lebrun se ofrecia como voluntario para una mision peligrosa y sobrevivia, se le concederia el indulto y seria liberado de la colonia penal. Lebrun estaba renuente a aceptar, pero estimulado por el cura, lo hizo. Sobrevivio a la mision con la perdida de su pierna izquierda, pero la libertad valia aun ese precio. Sin embargo, la libertad no llego. El indulto que el sacerdote le habia prometido, representando al Gobierno frances, no le fue concedido. Lebrun cayo nuevamente en su infierno tropical. A partir de ese negro dia de traicion, Lebrun se prometio solemnemente cobrar venganza. ?Contra el Gobierno? No. Era en contra del sacerdocio, del clero, de toda la religion (a causa de la decepcion que habia sufrido a manos de ella) que el juro vengarse. Asi, con la ira en su corazon y en su mente, concibio un perverso plan que se mofaria de los cristianos creyentes y asestaria un golpe fatal contra el clero de todas las denominaciones.

– La falsificacion de un nuevo evangelio -murmuro Randall.

– Si, eso, y otra falsificacion que presenta una fuente pagana acerca del juicio de Cristo que el habia llegado a aborrecer. Lebrun planeo dedicar lo que le restaba de vida a la preparacion del fraude, a pugnar porque el publico lo creyera y, finalmente, a descubrir la verdad, mostrando asi la falsedad de la fe religiosa y la credulidad de los tontos que tienen fe. Entre 1918, ano en que lo arrojaron nuevamente a su celda en la isla de la Guayana, y 1953, cuando Francia cerro esa celebre colonia penal, Robert Lebrun preparo su venganza. Se empapo de la ciencia y los conocimientos biblicos, asi como de la historia del cristianismo del siglo i. Por fin, despues de treinta y ocho anos de reclusion, su liberacion llego con la eliminacion de la colonia penal de la Guayana por parte del Gobierno frances. Lebrun fue devuelto a Francia en calidad de hombre libre, pero con el estigma de un ex convicto obsesionado por la venganza en contra de la Iglesia.

– ?Y entonces emprendio su falsificacion maestra?

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