entretenimientos inmorales. Mas aun, a sus reporteros se les dijo que ya no se iba a fumar ni a beber ni a emplear lenguaje profano en la sala de redaccion del diario. ?Me preguntabas que sucedio, Tom? Pues lo que sucedio fue que la circulacion del Topeka Capital dio un salto de quince mil a trescientos sesenta y siete mil ejemplares diarios, al cabo de la semana de experimento del doctor Sheldon. Habia demostrado que las buenas noticias podian venderse tanto como las malas.

Randall puso su mano sobre el hombro de Johnson y hablo dirigiendose a Carey.

– Eso no es toda la historia, Tom. En realidad, el experimento fue considerado un fiasco en el mundo periodistico. Dijeron que el periodico habia sido demasiado soso, demasiado opaco, demasiado sermoneador, y que el aumento en la circulacion era una chiripa temporal estimulada por la novedad y la publicidad. Ademas, se habian publicado ediciones extras simultaneamente en Chicago y Nueva York, para vender mas ejemplares. Si Sheldon hubiera continuado un par de semanas mas, habria llevado el periodico a la bancarrota.

– Pura especulacion -dijo Johnson de buen humor-. El hecho es que, sea cual fuere la razon, dio resultado. Los lectores no resistieron el enfasis en la moralidad, en lugar de la inmoralidad. Lo cual me trae de nuevo al punto. Esto es, que cuando Nathan oyo hablar de Sheldon, sintio el deseo de intentar lo mismo por su propia cuenta.

– ?De veras? -dijo Carey-. No recuerdo eso.

– Bueno, tu estabas en California o en alguna otra parte en ese tiempo -dijo Johnson-. Si, la idea se gesto en Nathan durante largo tiempo y, por fin, aunque estaba tan ocupado, puso en marcha un periodico semanario llamado Buenas Nuevas Sobre la Tierra, y anuncio que lo publicaria y editaria como Jesucristo pudiera haberlo publicado y editado. Lo lanzo (utilizando mis prensas y alguna de mi gente) dirigido a los padres de los chicos de la escuela dominical, y luego la anuncio para el publico en general. ?Sabes?, tuvo una circulacion de… dejame ver… cerca de cuarenta mil ejemplares semanales. Le llegaron cartas de lectores de lugares tan lejanos como California y Vermont, y aun algunos de Italia y el Japon. Fue una gran cosa, y pudo haber sido todavia mejor, solo que Nathan sencillamente no tenia el tiempo ni las fuerzas para hacer el papel de Jesus- editor y a la vez seguir cumpliendo sus obligaciones para con su congregacion.

Se habian detenido en una esquina. Ed Period Johnson hizo un gesto de despedida.

– Aqui os dejo yo -dijo, e inclino la cabeza dirigiendose a Randall-. De todos modos, Steven, siempre que pienso en las cosas delicadas que tu padre ha hecho en su vida, me acuerdo de las Buenas Nuevas Sobre la Tierra y del exito que tuvo con ello. El podria haber tenido exito en cualquier cosa. Y las mejores nuevas sobre la Tierra, en este dia, son que el, gracias al Senor, estara con nosotros durante largo tiempo por venir, y cada uno de nosotros (todo el mundo en Oak City) va a beneficiarse con ello. -Palmeo la mano de Randall-. Es magnifico tenerte en casa de nuevo, Steven. Te vere (a ti tambien, Tom) en el hospital esta noche.

Se marcho, con su andar desgarbado, calle arriba hacia el edificio de ladrillo rojizo que albergaba a su periodico. Randall y Carey lo observaron un momento, luego cruzaron la interseccion y reanudaron su caminata hacia el centro de la poblacion y el «Hotel Oak Ritz».

Marcharon en silencio un corto lapso, antes de que Tom Carey hablara por fin:

– Fue toda una historia la que Ed Period nos conto de tu padre, Steven.

– Fue puro cuento -dijo Randall, sin trazas de enojo.

– ?Cuento? -repitio Carey, desconcertado-. ?Quieres decir que Ed Period lo invento… todo lo de tu padre y las Buenas Nuevas Sobre la Tierra?

– No lo invento -dijo Randall pacientemente-. Es verdad que mi padre publico ese maldito periodico. Pero la ultima parte, lo de que la empresa haya sido un exito, fue una absoluta patrana, como dicen aqui en Oak City. Claro que la circulacion llego a los cuarenta mil ejemplares. Pero eran gratis; mi padre los daba por nada. No creo que un centenar de personas en todo el pais hayan pagado por sus ejemplares de ese ridiculo semanario. Y nadie se anunciaba en el. A los pocos que querian hacerlo, mi padre los rechazaba porque Cristo no habria aceptado sus anuncios. Nadie queria leer solamente buenas noticias; ni lo quieren ahora. Porque el mundo real no es asi. El periodico de papa estaba lleno de gente que amaba a la gente, que se dedicaba a la caridad, y cuyas plegarias eran siempre escuchadas. Era una vomitada de nino pequeno. Demonios, ni el mismo Cristo habria editado un periodico asi en Galilea. Tampoco ninguno de sus discipulos o de los evangelistas. Esos antiguos escritores judios y cristianos… se las vieron con mujeres adulteras, violencia en los templos, flagelaciones, crucifixiones, de todo; con la vida, ambos lados de la vida, no solamente las cosas buenas. Las Buenas Nuevas Sobre la Tierra fueron malas nuevas para nuestro hogar. Se acabo despues de cinco o seis numeros. No porque mi padre estuviera ocupado, como fantaseaba romanticamente Ed Period, sino porque estaba arruinando a la familia. Mi padre perdio hasta el ultimo centavo del ahorro familiar en ese proyecto.

Carey se veia preocupado.

– ?El dinero era… era suyo?

– No -dijo Randall-. Era mio.

– Ya veo.

Randall miro a su amigo.

– No me malentiendas, Tom. No me estoy quejando del asunto. Es solo que he llegado a una etapa de mi vida en la que estoy hastiado y cansado de escuchar cuentos de hadas perpetuados como verdades. Estoy cansado de mentiras, de medias mentiras, de exageraciones. Demonios, ese ha sido mi negocio la mitad de mi vida. Ahora, mas y mas cada vez, como un rufian reformado que se vuelve puritano, me estoy interesando por la fidelidad a los hechos, por la veracidad maxima. He llegado a detestar la falsedad y a los falseadores. Se requiere un mentiroso para reconocer a otro, y yo he sido uno de ellos durante mucho tiempo. Estoy tratando de cambiar mi actitud.

– ?No estas siendo un poco duro contigo mismo?

– No, ni lo estaba siendo con mi padre tampoco. Respeto a mi viejo, de verdad. Conozco su lado bueno, igual que lo conoces tu. No tiene un hueso perverso en su cuerpo. El es un ser humano en verdad decente; algo que yo nunca he podido ser. Pero mi padre es y ha sido siempre el ser humano mas impractico… viviendo en un estado especial llamado Euforia… responsable solo ante algun gran (perdoname, Tom)… algun gran costal de fango en el cielo, y negligente de muchas responsabilidades para con los cristianos de la Tierra.

Carey sonrio.

– Te perdono, pero…

– Espera. No me digas que el reverendo Nathan Randall tiene algo que no tenga ninguno de nosotros… que ostenta el secreto de la felicidad, de la paz… mientras que… el resto de nosotros somos solo unos miserables. Claro, en cierto sentido es verdad. El siempre ha estado contento; no asi su hijo, por ejemplo. Pero, ?por que? ?Porque papa ha tenido fe, confianza sin reservas, y ha creido,.? Pero, ?en que?… ?En un invisible Autor Divino de Buenas Nuevas, Perdon y Finales Felices? Yo no puedo jugar ese juego autoelusivo. En un sentido figurado, fui agarrado por la nuca a temprana edad (por H. L. Mencken, ese burlador de todos los mythos), y me fue inculcada su version breve del Decalogo. «Creo que es mejor decir la verdad que una mentira. Creo que es mejor ser libre que esclavo. Creo que es mejor saber que ser ignorante.» Desde entonces he creido en lo que puedo ver o en lo que otros pueden probar que han visto; y solo en eso puedo creer. Ese ha sido mi credo. Y te dire que, Tom: apesta. Pero no puedo cambiar mi actitud a estas alturas, Tom. Estoy atascado en ella. Y te dire otra cosa (y no me importa decirtelo): envidio a mi padre. Fe ciega; ese juego es mejor.

Se volvio para observar la reaccion de Carey, pero este iba mirando fijamente hacia delante, con ceno pensativo, mientras seguian caminando.

Randall se preguntaba que habria sin decir en la mente de su amigo. Aunque habian tomado senderos diferentes en los muchos anos transcurridos despues de la universidad, y era muy poco lo que aun tenian en comun, el afecto de Randall por Tom Carey nunca habia disminuido. Habian estado juntos en el equipo de atletismo en la secundaria y, por un tiempo, habian sido companeros de cuarto en la Universidad de Wisconsin. Despues de su graduacion, Randall se habia ido a la ciudad de Nueva York, y Tom Carey habia escuchado la llamada y habia sido aceptado por el Seminario Teologico Fuller, en California. Despues de tres anos en la Escuela de Teologia, Carey habia salido con el titulo de Bachiller en Divinidad. Mas tarde, ya con mas estudios de graduado, se habia casado con una muy linda morena de Oak City, a la que Randall habia llevado al baile de fin de curso de la secundaria, y se habia convertido en pastor de una pequena parroquia en el sur de Illinois.

Toda vez que Carey iba a menudo a Oak City a visitar a su madre viuda y a sus suegros, habia mantenido sus vinculos con la familia Randall; en especial con el padre de Steve, al que admiraba. Ese afecto encontraba reciprocidad en el reverendo Nathan Randall. Luego, tres anos antes, conforme las exigencias de la prospera parroquia y la congregacion del anciano seguian aumentando y su energia decrecia con la edad, este habia

Вы читаете La palabra
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×