– ?Si?

Naomi Dunn entrecerro los ojos.

– ?Que quieres decir con eso? Prefieres a alguien que sea creyente, ?o no? Eso ayuda. Cuando una empleada nuestra siente que esta haciendo un trabajo divino, el tiempo simplemente no cuenta para ella -Naomi hizo una pausa-. Una cosa mas, Steven. Lori tiene un defecto fisico. Es coja. No la he interrogado al respecto, porque ella sola se las arregla muy bien. Peto, como te dije, tiene todo lo que una secretaria debe tener; aunque debo prevenirte -Naomi sonrio picaramente-: dificilmente podria considerarse a Lori un objeto sexual.

Randall dio un respingo.

– ?De veras crees que eso me importa mucho?

– Yo solo queria que tu supieras. Creo que sera mejor que la veas aunque sea un minuto, antes de decidirte.

– Me quedare con ella. Y la vere… pero solo un minuto.

Naomi se dirigio a la puerta y la abrio.

– Lori, el senor Randall te recibira ahora.

Naomi se hizo a un lado y Lori Cook entro al cuarto.

Apresuradamente, Naomi la presento a Steven y luego se marcho.

– Pase, pase -dijo Randall-, y tome asiento.

Naomi habia dicho la verdad, por supuesto. Lori Cook dificilmente podria considerarse un objeto sexual. Tenia el aspecto de pajaro; parecia un pequeno gorrion gris. Cojeando, Lori se dirigio al escritorio, se sento nerviosamente, aparto de su cara un mechon de pelo y cuidadosamente cruzo las manos sobre su regazo.

– La senorita Dunn me dice que usted es toda una experta -comenzo Randall-. Entiendo que ha estado trabajando en otra oficina. ?Por que querria usted dejarla para convertirse en mi secretaria?

– Porque se me dijo que aqui es donde todo lo importante estara sucediendo de hoy en adelante. Todos dicen que el exito del Nuevo Testamento Internacional depende de usted y de su equipo.

– Todos exageran -dijo Randall-. Pero, de cualquier manera, sera un exito para el cual nosotros podremos contribuir. El exito de esta nueva Biblia, ?es muy importante para usted?

– Lo es todo para mi. Ninguno de nosotros conocemos su contenido, pero por lo que yo he escuchado, debe ser algo increiblemente milagroso. Estoy ansiosa por leerlo.

– Yo tambien -dijo Randall hoscamente-. ?En que religion cree usted, Lori?

– Yo era catolica, pero recientemente he abandonado la Iglesia y he estado asistiendo a los servicios presbiterianos.

– ?Por que?

– No estoy segura. Supongo que estoy buscando la verdad.

– Me han dicho que usted ha estado en Europa desde hace algunos anos. Me interesa saber por que salio usted de su ciudad natal, sea cual fuere.

Randall noto que Lori Cook apretaba los punos. Su voz de ninita, apenas audible, temblaba.

– Sali de Bridgeport, Connecticut, hace como dos anos. Despues de terminar mis estudios preparatorios, trabaje y ahorre dinero para poder viajar. Cuando tenia veintidos anos… pense que era hora de hacerlo, asi que… me vine en una peregrinacion.

– ?Una peregrinacion?

– En busca de… no se ria de mi… en busca de un milagro. Mi pierna. Soy coja desde pequena. La medicina nunca pudo hacer nada, asi que yo pense que tal vez el Senor podria ayudarme. Peregrine por todos los santuarios y los lugares sagrados de los que habia oido hablar; los sitios famosos donde habian ocurrido curas autenticas. Me lance a viajar, consiguiendo empleo en los lugares a los que llegaba para poder seguir viajando. Primero fui a Lourdes, por supuesto. Nuestra Senora se le habia aparecido a Bernadette, asi que yo ore para que se me apareciera a mi tambien. Yo supe que alli iban dos millones de peregrinos cada ano, que cerca de cinco mil curas habian sido reportadas en solo doce meses y que la Iglesia habia declarado que cincuenta y ocho de esas curas (ceguera, cancer, paralisis) habian sido milagrosas.

Randall estuvo tentado de preguntarle a Lori que habia sucedido en Lourdes, pero como ella tenia obvias intenciones de continuar con su narracion, se contuvo.

– Despues de eso -prosiguio Lori Cook-, me fui a Portugal, al Santuario de Nuestra Senora de Fatima; donde en 1917 tres pastorcitos vieron la aparicion de la Santisima Virgen, parada sobre una nube y brillando mas esplendorosamente que el sol. Posteriormente, visite el santuario de Lisieux, en Francia, asi como la Catedral de Turin, en Italia, donde se conserva el Santo Sudario. Mas tarde fui a Monte Alegre, y luego a la Capilla Sancta Sanctorum a rezarle al retrato de Nuestro Senor, ese que no fue pintado por las manos de ningun mortal, y alli trate de subir de rodillas los veintiocho escalones santos, pero no me lo permitieron. Despues de eso viaje a Beauraing, en Belgica, donde cinco ninos presenciaron apariciones en el ano de 1932, y finalmente fui a Walsingham, en Inglaterra, de donde se habian reportado algunas curaciones. Y… y entonces desisti.

Randall trago saliva.

– ?Desistio usted… hace un ano?

– Si. Supongo que Nuestro Senor no escucho mis oraciones en ninguna parte. Ya ve usted mi pierna; sigo cojeando.

Conmovido, Randall recordo que durante unas vacaciones veraniegas, cuando estaba en la escuela preparatoria, habia leido por primera vez el libro Servidumbre humana, de W. Somerset Maugham. El heroe, Philip Carey, habia nacido cojo. A los catorce anos, Philip se habia vuelto muy religioso, y se convencio a si mismo de que, si asi fuera la voluntad de Dios, la fe podria mover montanas. Habia decidido que si creia firmemente y le rezaba con paciencia a Dios, el Senor sanaria su cojera. Philip creyo y rezo, y fijo la fecha del milagro. La noche anterior, dijo sus oraciones al desnudo, para agradar al Creador. Luego, pleno de confianza, se acosto a dormir. A la manana siguiente desperto lleno de alegria y gratitud. Su primer instinto fue el de bajar la mano y tocarse el pie que ya estaba sano, pero hacer tal cosa pareceria como si dudara de la bondad de Dios. El sabia que su pie estaba bien. Pero al fin se decidio, y con los dedos del pie derecho se toco el izquierdo. Luego paso su mano sobre el pie. Bajo la escalera cojeando…

Con ese pasaje, supuso Randall, el tambien se habia vuelto cinico. ?Y Lori Cook? Continuo escuchando.

– Yo nunca he culpado a Nuestro Senor -estaba diciendo ella-. Tanta gente le pide que yo me imagino que, cuando yo le rece, El estaba demasiado ocupado. Todavia tengo fe. Iba a regresar a casa hace un ano, pero oi hablar de un cierto proyecto religioso que solicitaba secretarias. Algun instinto me impulso a presentarme a la entrevista en Londres. Me contrataron y fui enviada aqui, a Amsterdam. Desde entonces he estado con Resurreccion Dos y para nada lo he lamentado. Aqui todo es misterioso, pero estimulante. Estoy realizando mi labor en espera de saber que hemos realizado un buen trabajo.

Randall estaba emocionado, y dijo:

– No se desilusionara, Lori. Bien, esta contratada.

Ella estaba realmente emocionada.

– Gracias, senor Randall. Estoy… estoy lista para comenzar en este instante, si es que tiene algo para mi.

– No lo creo, Lori. Ademas, ya casi es hora de irse a casa.

– Bueno, si no tiene usted nada especial, senor Randall, me quedare todavia un rato y mudare las cosas de mi antiguo escritorio al nuevo.

Lori Cook habia cojeado hacia la puerta y se disponia a salir cuando Randall recordo que si habia algo; algo importante que habia estado a punto de hacer cuando Naomi lo habia interrumpido.

– Un segundo, Lori. Hay un asunto en el cual puede ayudarme. Quiero agenciarme cuanto antes una copia en ingles del Nuevo Testamento Internacional. Entiendo que Albert Kremer, del Departamento Editorial, tiene pruebas de galerada. ?Me lo quiere poner en la linea telefonica?

Lori salio apresuradamente para hacerse cargo de la primera tarea en su nuevo puesto.

Randall se reclino sobre el sillon durante unos cuantos segundos, mientras esperaba, y luego tomo el auricular cuando la llamada de Lori sono.

– Lo siento, senor Randall -dijo ella-. El senor Kremer ya se fue y no volvera hasta manana. ?Puedo sugerirle a alguien mas, senor? Hans Bogardus, el bibliotecario, lleva registro de donde se guarda cada copia. Normalmente el trabaja hasta tarde. ?Quiere que intente comunicarlo con el?

Un momento despues, Randall estaba al habla con el bibliotecario.

– Senor Bogardus, le llama Steven Randall. Me gustaria obtener una copia del Nuevo Testamento Internacional

Вы читаете La palabra
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×