Angela le hubiera mentido y se hubiera prestado para proteger y promover personalmente a su padre. Y aun despues de poseer la prueba de que Angela estaba colaborando con De Vroome para destruir a Resurreccion Dos, a Randall le resultaba dificil de creer. ?Por que querria ella ayudar a arruinar un proyecto, cuya destruccion tambien arruinaria a su amado padre? A menos de que… y esta era realmente una posibilidad… a menos de que Angela no amase a su padre. Por lo que Randall sabia, bien podria ser que Angela lo odiara y que hubiera buscado la oportunidad de sabotear el proyecto originado en sus descubrimientos.

De cualquier forma, fuera cual fuere el motivo, el abominable hecho existia: la trampa que habian tendido la noche anterior habia revelado sin duda que Angela era la delatora dentro de Resurreccion Dos. Una vez aclarado esto, no parecia haber mayor razon para dudar de la afirmacion de De Vroome en el sentido de que Angela era una farsante y una mentirosa. Y sin embargo, apenas ayer al mediodia, y la noche anterior, habia intimado con ella mas profundamente de lo que jamas habia intimado con ninguna otra mujer, y la habia amado y habia confiado en ella como en ninguna otra. Resultaba imposible creer que ella habia traicionado no solo el proyecto, sino el amor que el le tenia. No obstante, tambien resultaba imposible eludir la fria evidencia de que eso era precisamente lo que ella habia hecho.

En unos cuantos minutos lo sabria. Le temia a la verdad, pero debia saberla, aunque tuviera que arrancarsela a Angela.

Sentia ganas de estrangularla por haber saboteado la poca fe que apenas recientemente habia adquirido. Pero hacer eso equivaldria a cometer un suicidio. Seria una confrontacion sin esperanza, de la cual no habria supervivientes.

Todos los ascensores estaban ocupados, y a pocos metros vio que varios clientes tomaban una escalera electrica. No podia esperar. Se dirigio apresuradamente a la escalera, se subio en el escalon y se agarro del pasamanos que ascendia en movimiento.

Se bajo en el cuarto piso y miro a derecha e izquierda, hasta que encontro el letrero que decia: EXPRES BAR/EXPRES BUFFET.

Cruzo el torniquete de entrada, recibiendo de manos de una distraida empleada un boleto amarillo que debia ser perforado para mostrar lo que habia ordenado. Delante de el, en una larga barra de alimentos, alcanzo a ver a Angela llevando una bandeja en las manos e inspeccionando el menu que estaba colgado en la pared, detras del mostrador: warme gerechten, koude gerechten, limonade, koffie, thee, gebak.

Se acerco a ella por detras.

– Por favor, pideme un te solo, nada mas. Buscare un lugar para sentarnos.

Antes de que ella pudiera saludarlo, el ya se habia alejado, para no tener que mirarla a la cara. Las mesas con cubierta de formica que habia en el centro de la cafeteria estaban ocupadas. Del otro lado habia una fuente de soda en curva con altos bancos giratorios, donde habia lugar de sobra. Se sento en uno de los bancos dando la espalda a la barra de alimentos y, asomandose por encima de la angosta fuente, pudo mirar hacia abajo y observar la actividad que se desarrollaba en el primer piso del almacen.

La espera le parecio interminable.

– Buenos dias, carino -le dijo Angela.

– Buenos dias -contesto el friamente.

Le quito la bandeja con el te, el cafe y el pan tostado untado con mantequilla, la sostuvo entre ellos, para que no tuviera que besarla, y espero hasta que Angela se sentara en el banco contiguo. Luego puso la bandeja sobre la barra y comenzo a endulzar el te y a moverlo, evitando mirarla a los ojos.

– ?Que sucede, Steven? Estas muy extrano esta manana.

El la miro a los ojos; aquellos hermosos ojos verdes, ahora perplejos, que escondian el engano y la traicion.

Randall se sintio mal, se sintio enfermo, y no sabia como o por donde empezar.

– Steven -insistio ella-, ?por que me miras asi?

– ?Como?

– Tan friamente.

Solo atreviendose a hablar podria dar fin a esa situacion.

Asi que comenzo, consciente de que su voz era tremula.

– Angela, anoche me entere de algo que tiene que ver contigo, y que tenemos que aclarar. -Aspiro profundamente y luego hizo su primera acusacion-. Me mentiste acerca de tu padre.

Angela se sonrojo notoriamente.

– ?Que te menti? ?Quien lo dice? ?Que locuras te han contado acerca de mi?

– Tu me hiciste creer que a tu padre lo mantenian alejado de Resurreccion Dos debido a que sus superiores le tienen envidia y por intereses politicos. Me dijiste que la razon por la cual no podia entrevistarse conmigo o colaborar con elementos de nuestro proyecto era que constantemente lo estaban enviando a realizar excavaciones arqueologicas en lugares lejanos, como Pella y Egipto. Dijiste, ademas, que a tu padre lo obligaron a llevar a cabo esos viajes para que pudiera retener su catedra en la Universidad de Roma. Pero anoche yo escuche algo distinto.

La voz de Angela era tan tremula como la de el.

– ?Que fue lo que escuchaste? ?Quieres decirmelo, por favor?

– Que a tu padre nunca lo enviaron a ninguna de esas excavaciones arqueologicas de las que tu me hablaste. Que tu padre fue destituido de su cargo en la Universidad de Roma. Que se le obligo a retirarse y que ahora vive recluido y semi escondido en alguna parte de los suburbios de Roma. Que ahi se encuentra ahora y que ahi ha estado casi todo el tiempo desde que hizo su descubrimiento.

Titubeo acerca de lo demas, pero ella insistio en que no se guardara nada.

– Steven, ?que mas te dijeron?

– Que el Ministerio obligo a tu padre a retirarse debido a que al adquirir el terreno para la excavacion en Ostia Antica timo a los propietarios para que, al aduenarse de la propiedad en vez de arrendarla, pudiera conservar el cincuenta por ciento. Que esto se supo despues de que la excavacion habia concluido y que el Ministerio lo mantuvo en secreto para evitar empanar el descubrimiento y para ocultar la estafa a la Prensa sensacionalista. Que el Ministerio reembolso a los duenos el importe de las propiedades (de hecho, los compro a ellos) no solo para enmendar lo que tu padre les habia hecho, sino para tener asegurado su silencio. Que tu padre fue deshonrado y obligado a salir de la Universidad de Roma, que entonces se retiro y, para conservar su pension, supongo yo, acepto no asociarse con Resurreccion Dos y mantenerse escondido. Que para proteger su reputacion, tu, siendo su hija… enganaste a todo el mundo con respecto a sus actividades. Esta parte de tus mentiras me parece comprensible, pero la otra es la que no entiendo y que me parece imperdonable, Angela.

– ?Cual es esa otra parte?

– Que tu evitaste, hasta donde te fue posible, colaborar en el proyecto hasta que apareci yo. Yo era el gran publicista que el consorcio habia contratado, el que se encargaria de promover y dar fama al proyecto. En mi viste a quien podria hacer al distinguido profesor Monti tan renombrado, tan celebre, tan aclamado en todo el mundo, que el Gobierno italiano ya no podria retenerlo escondido, casi en el exilio, y ni siquiera se atreveria a mencionar nuevamente el escandalo. La publicidad y la fama absolverian a tu padre; lo liberarian, lo reintegrarian a su posicion anterior. Y para alcanzar este objetivo, tu te propusiste, deliberadamente, servirte de mi, enganarme, manipularme.

Ella lo miro fijamente. Un hondo silencio los separaba.

– ?Crees tu que me servi de ti, Steven? -le dijo.

– No lo se. Tengo que averiguarlo.

– ?Crees tu que hice el amor contigo, en tu cama y en mi habitacion, y que te permiti penetrar mi cuerpo porque queria seducirte para que fueras un muneco que ayudara a mi familia?

– Mira, Angela…

– ?Quien te dijo que te menti, que me servi de ti? ?Quien te dijo que mi padre esta en desgracia porque cometio una estafa, un crimen? ?Quien te dijo semejantes cosas?

– Vi al dominee Maertin de Vroome anoche.

Randall la observaba cuidadosamente, tratando de detectar en su reaccion cuan cercana era su relacion con De Vroome, pero la reaccion de Angela fue de sorpresa. El no pudo distinguir si ella estaba asombrada de que De Vroome lo hubiese visto o de que hubiera llegado ya hasta su colaborador clandestino.

– ?De Vroome? -murmuro Angela.

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