– ?Au!
– ?Lo ve, senor D?
– ?Suelteme!
Maldita sea. La furia se extendio, difuminandose. La razon volvio a emerger. Como con Jake Wolf, Myron se reprendio a si mismo por su ataque de genio y solto la presa. Davis se quedo atras y se froto la nuca. Tenia la cara de color escarlata.
– Si se acerca a mi -dijo Davis- le demandare. ?Lo entiende?
Myron meneo la cabeza.
– ?Que?
– Esta acabado, senor D. Aunque todavia no lo sepa.
38
Drew Van Dyne volvio a la Livingston High School.
?Como era posible que Myron Bolitar le hubiera relacionado con aquel embrollo?
Ahora tenia un panico absoluto. Habia dado por supuesto que Harry Davis, el Magnifico y Dedicado Profesor, no diria nada. Eso habria sido mejor, habria permitido que Van Dyne fuera afrontando lo que surgiera. Pero resultaba que Bolitar habia ido a parar a Planet Music y habia preguntado por Aimee.
Alguien habia hablado.
Cuando paro en la escuela, vio a Harry Davis que salia por la puerta. Drew Van Dyne no era un experto en lenguaje corporal, pero estaba claro que Davis estaba fuera de si. Tenia los punos cerrados, los hombros encogidos, movia los pies arrastrandolos. Normalmente caminaba con una sonrisa y saludando a todos, a veces incluso silbaba. Hoy no.
Van Dyne cruzo el aparcamiento y se atraveso con el coche en el camino de Davis. Este le vio y se desvio a la derecha.
– Senor D.
– Dejeme en paz.
– Usted y yo tenemos que hablar.
Van Dyne salio del coche. Davis siguio caminando.
– Sabe lo que sucedera si habla con Bolitar, ?no?
– No he hablado -dijo Davis, con los dientes apretados.
– ?Lo hara?
– Suba a su coche, Drew. Dejeme en paz de una vez.
Drew Van Dyne meneo la cabeza.
– Recuerdelo, senor D. Tiene mucho que perder.
– Como usted no cesa de recordarme.
– Mas que ninguno de nosotros.
– No. -Davis habia llegado a su coche. Subio y antes de cerrar la puerta, dijo-: Aimee es quien mas tiene que perder, ?no cree?
Aquello hizo callar a Van Dyne. Ladeo la cabeza.
– ?Que quiere decir con eso?
– Pienselo -dijo Davis.
Cerro la puerta y se fue. Drew Van Dyne respiro hondo y volvio a su coche. Aimee era quien mas tenia que perder… Le hizo pensar. Arranco el coche e iba a marcharse cuando vio que la puerta de la escuela se abria de nuevo.
La madre de Aimee salio por la misma puerta por donde el adorado educador Harry Davis habia salido como una tromba hacia unos minutos. Y detras de ella, Myron Bolitar.
La voz del telefono, la que le habia avisado antes. «No hagas estupideces. Esta todo controlado.»
A el no se lo parecia en absoluto.
Drew Van Dyne busco la radio del coche como si estuviera bajo el agua y necesitara oxigeno. El CD se puso en marcha con lo ultimo de
El panico no le abandonaba.
En estos casos era cuando normalmente tomaba decisiones equivocadas. Siempre metia la pata. Lo sabia. Debia retroceder y reflexionar. Pero asi vivia el su vida. Era como un accidente de coche a camara lenta. Ves lo que te espera. Va a ocurrir una catastrofe y no puedes parar ni esquivarla. Estas indefenso.
Al final, Drew Van Dyne hizo la llamada.
– Puede que tengamos problemas -dijo.
Al otro lado de la linea, Drew Van Dyne oyo suspirar al otro.
Myron dejo a Claire en casa antes de ir al Livingston Mall. Esperaba encontrar a Drew Van Dyne en Planet Music. No tuvo suerte. Esta vez el chico del poncho no quiso hablar, pero Sally Ann dijo que habia visto llegar a Drew Van Dyne, que habia hablado un momento con el del poncho y despues se habia vuelto a marchar. Myron tenia el telefono de la casa de Van Dyne. Llamo pero no respondio nadie.
Llamo a Win.
– Necesitamos encontrarle.
– ?A quien podemos poner a vigilar la casa de Van Dyne?
Zorra era un ex agente del Mossad, un asesino de los israelies y un travestido que llevaba zapatos de tacon de aguja, literalmente. Muchos travestidos son encantadores. Zorra no era uno de ellos.
– No se si pasaria inadvertido en los suburbios.
– Vale, lo que tu creas.
– A Chang's Dry Cleaning. Necesito hablar con Roger.
Habia mucho trajin en Chang's. Maxine vio entrar a Myron y le hizo un gesto con la cabeza para que se acercara. Myron se salto la cola y la siguio a la trastienda. El olor de productos quimicos y tela era sofocante. Era como si las particulas de polvo se te pegaran a los pulmones. Se sintio aliviado cuando ella abrio la puerta trasera.
Roger estaba sentado en una caja en el callejon. Tenia la cabeza baja. Maxine se cruzo de brazos y dijo:
– Roger, ?tienes algo que decir al senor Bolitar?
Roger era una chico flacucho. Sus brazos eran como canas sin ninguna definicion. No levanto la cabeza.
– Siento haber hecho esas llamadas -dijo.
Era como un nino que hubiera roto la ventana de un vecino con una pelota perdida y su madre le hubiera arrastrado al otro lado de la calle a pedir disculpas. Myron no queria eso. Se volvio hacia Maxine.
– Quiero hablar con el a solas.
– No puedo permitirlo.
– Pues ire a la policia.
Primero Joan Rochester, ahora Maxine Chang: Myron se estaba especializando en amenazar a madres aterrorizadas. A lo mejor empezaria a abofetearlas y a sentirse un gran hombre.
Pero Myron no pestaneo. Maxine Chang si.
– Esperare dentro.
– Gracias.