Cuando los cazadores estuvieron bastante cerca de la colina para poder distinguir, no solamente layurta, sino tambien la silueta de los hombres y los perros, Kashtanov dijo a su companero, que tenia la vista y el oido menos penetrantes:

— Algo insolito ocurre en el campamento: los hombres corren de un lado para otro y los perros no cesan de ladrar.

Se detuvieron para prestar oido. En efecto, escucharon distintamente los ladridos feroces de los perros y luego un disparo, otro, un tercero…

— ?No sera un ataque de mamuts u otros animales antediluvianos? Ahora estoy dispuesto a creerme cualquier cosa — declaro el zoologo.

— Vamos corriendo, que quiza necesiten nuestra ayuda.

Emprendieron una carrera todo lo rapida que les permitian su carga y su cansancio, Abandonaron los esquis y la trompa al pie de la colina, que escalaron en un abrir y cerrar de ojos.

Los perros, atados, hacian esfuerzos para liberarse. Layurtaestaba vacia. Pero en la otra vertiente de la loma vieron a Borovoi e Igolkin con las escopetas en la mano, de pie junto a una masa oscura.

En un instante Kashtanov y Papochkin estuvieron junto a sus companeros.

— ?Que es? ?Que ha ocurrido?

— Pues ahi tienen ustedes — contesto Borovoi agitado. Este extrano animal ha atacado a nuestros perros, si no ha sido al reves. Estabamos en layurtay no hemos visto el comienzo de la batalla. Pero, en fin, cuando hemos llegado con las escopetas habia aplastado ya a dos perros. Y, para poner termino a este entretenimiento, nos hemos visto en la obligacion de meterle en el vientre dos balas explosivas que le han matado de indigestion.

Igolkin se llevo a los perros, que saltaban en torno al animal muerto, y los tres viajeros se pusieron a examinarlo. En cuanto se fijaron en la cabeza, K Kashtanov y Papochkin exclamaron al mismo tiempo:

— ?Pero si es un rinoceronte!

— ?Un rinoceronte aqui, en el continente polar? — objeto Borovoi incredulo-. Cierto que se parece a los rinocerontes que, por otra parte, solo he visto retratados, pero, de todas formas, ?puede haber aqui, en esta tundra, un animal originario de los tropicos? ?No puedo concebirlo!

— ?Y concibe usted — le interrumpio Kashtanov— vengamos de la caza del mamut? Del mamut, ?comprende usted? ?Del mamut, que se consideraba hasta ahora un animal fosil que ha existido hace decenas de milenios!

— ?Por amor de Dios! — rugio Borovoi-. No se burlen de esta manera, porque me parece que voy a perder la razon. Todo lo que venimos viendo estos ultimos dias es tan extraordinario, tal, sobrenatural, que me parece simplemente que estoy sonando o loco.

— ?Pero calmese usted, hombre! — exclamo Kashtanov agarrando a Borovoi por un brazo-. Todos nosotros estamos agitados. Tambien a nosotros nos deja estupefactos lo que vemos. Es extrano y de — momento inexplicable, pero en la naturaleza no hay nada sobrenatural. No olvidemos que nos encontramos en un continente polar profundamente incrustado en la superficie de nuestro planeta y separado del resto del mundo por una ancha barrera de hielos. En un continente asi pueden darse condiciones fisicas particulares gracias a las cuales continue existiendo el mamut, desaparecido hace tiempo en los demas paises. ?Por que no ha podido sobrevivir tambien el rinoceronte, contemporaneo suyo?

— ?El rinoceronte africano o indio en la tundra polar?

— No digo que el africano pero si el de Siberia, el rinoceronte de pelo largo que vivio en las tundras siberianas al mismo tiempo que el mamut.

— ?Ah, vamos! Yo no sabia que hubiesen existido rinocerontes de esos. Pero, ?por que piensa usted que no se trata de uno africano?

— ?Fijese bien! Este tiene largas lanas de color pardo, mientras el rinoceronte de los tropicos esta pelado; ademas, es mas voluminoso que los representantes de estos mamiferos existentes ahora, el cuerno delantero, de enormes dimensiones, tiene forma de paleta.

Al ver que Yashtanov y Papochkin tomaban con tanta tranquilidad aquel prodigieso suceso, Borovoi acabo calmandose y pregunto:

— ?Y donde esta el mamut que han cazado ustedes?

— ?No ibamos a traerlo a cuestas! — contesto riendo Papochkin-. Lo hemos matado en la tundra, bastante lejos de aqui. Habia cuatro y, desde lejos, nuestro geologo los confundio con montecillos basalticos. Pero luego vimos con espanto que estas colinas volcanicas echaban a andar por la tundra. ?Ja, ja, ja! A proposito, ?y la trompa? Solo hemos traido la trompa y el rabo. Seria una lastima que los hubiesen estropeado los perros.

— Vamos a buscarlo.

La fotografia, la medicion y la descripcion del rinoceronte exigieron mas de ti es horas y unicamente despues pensaron los exploradores que debian descansar un poco. Mientras almorzaban se acordaron de que aun faltaban dos de sus companeros y sintieronse inquietos por su larga ausencia.

— Con este sol, siempre en el cenit, acaba uno perdiendo enteramente la nocion del tiempo — rezongaba Borovoi-. La manana, el mediodia o la tarde, ?todo es lo mismo! El dia parece interminable.

— Aqui es efectivamente interminable, puesto que el sol esta siempre en el mismo sitio del cielo — confirmo Kashtanov.

— La noche pasada, llamemosla asi, la luz se habia debilitado un poco, al fin y al cabo — observo el meteorologo-. Aunque ustedes se inclinaban a explicarlo por un recrudecimiento de la niebla, yo sali de layurtaalrededor de la media noche y me fije en que la niebla no era mas densa que durante el dia, pero ese extrano astro lucia con mucha menos fuerza y en su disco parecian verse grandes manchas oscuras.

— ?Eso es muy interesante! — exclamo el profesor-. ?Y por que no nos hablo usted de ese nuevo hecho tan chocante?

— Hechos chocantes hay aqui a montones. Ademas, queria comprobar que no me habia equivocado antes de contarselo a ustedes. Hoy, alrededor de mediodia, he vuelto a observar ese astro disparatado y me he convencido de que no tiene manchas oscuras. ?Seria una equivocacion?

— Pues yo creo que le ha ocurrido alguna catastrofe al astro central de nuestro sistema planetario mientras nosotros viajabamos por entre la niebla de la Tierra de Nansen. Por eso brilla dia y noche en el cenit a 81 de latitud Norte.

— ?Y si nuestro globo hubiera girado gradualmente hasta presentar su region artica al sol?

— Es bastante incomprensible — rezongo Borovoi-.

Como podria producirse en breve plazo, sin graves conmociones, semejante desviacion del eje de la Tierra?

— Hemos podido no advertir esas conmociones entre las nieblas y los hielos. No logro explicarme de otra forma la extrana posicion del sol — insistia Kashtanov.

— ?Esta usted seguro de que el astro que estamos viendo en este momento sea el mismo que hemos visto la ultima vez sobre las sierras de la cordillera Russki? — pregunto Borovoi.

?Que otra cosa puede ser? — replico Papochkin asombrado.

— Con el mismo fundamento se puede conjeturar que la luna se ha incendiado de nuevo o que otro cuerpo luminoso ha penetrado fortuitamente en nuestro sistema planetario, arrastrando a nuestra tierra como satelite — dijo el meteorologo con sonrisa enigmatica.

— ?A que lanzarnos en conjeturas improbables? — objeto Kashtanov-. Existen hipotesis basadas sobre hechos geologicos de que el eje de nuestra Tierra se ha desplazado. Asi se explican, por ejemplo, las congelaciones que se han producido durante ciertos periodos geologicos en la India, africa, Australia y China, asi como la flora subtropical que en otros periodos existio en la Tierra de Francisco Jose, en Groenlandia, etc.

— No discuto, porque usted debe estar mejor informado. Pero he medido hoy el radio angular de este astro, y es igual a 20 minutos mientras el radio angular del sol es de casi 16 minutos como usted naturalmente sabe.

— ?Eso si que tiene importancia! — exclamo Kashtanov sorprendido.

— Ademas, ?y esta luz rojiza en lugar de la luz amarilla?

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