Las excursiones del ultimo dia habian demostrado que, al concluir la tundra, se extendian bosques imposibles de atravesar con los trineos y los perros. Habia, pues, que abandonar los trineos, los esquis, parte de la impedimenta y los perros y continuar a pie, llevando unicamente la carga imprescindible.
Pero se ignoraba enteramente hasta donde se extendian aquellos bosques y lo que se podia encontrar detras de ellos. Lo mas probable era que el calor, las plantas y los animales no existieran mas que en el fondo de aquella enorme depresion de la Tierra de Nansen y que mas adelante, sobre la vertiente opuesta, volvieran a encontrar la nieve y los hielos de manera que aun tendrian necesidad de los trineos, los esquis y los perros.
Por lo tanto, no era menos racional la otra solucion: contornear por la tundra en los trineos el borde de los hielos para explorar la circunferencia de la depresion y hacer algunos reconocimientos hacia su interior sin impedimenta. Pero en ese caso quedaria inexplorada la parte central de la depresion, la mas interesante sin duda desde el punto de vista de la flora, la fauna y quiza tambien de la Geologia. A juzgar por los numerosos riachuelos que, desde el borde de los hielos, fluian hacia el centro de la depresion, en el fondo debian formarse varios lagos, o, quiza uno solo muy vasto.
Cada una de los planes ofrecia ventajas e inconvenientes. ?Cual elegir? Borovoi, Igolkin y Maksheiev se inclinaban por el itinerario del borde de los hielos, mientras los naturalistas, claro esta, preferian adentrarse hacia el centro de la depresion, duende esperaban encontrar mas ejemplares para sus colecciones.
Ultima solucion: podian dividirse en dos grupos. Uno, con la impedimenta mas pesada, seguiria el borde de los hielos mientras el otro, poco cargado, atravesaria la depresion por el centro, y ambos se juntarian en el lado opuesto. Pero, ?como saber si la depresion se prolongaba mucho hacia el Este y el Oeste y si seria posible contornearla? ?No surgirian obstaculos invencibles y no se encontrarian ambos grupos o uno de ellos en una situacion sin salida? ?No seria esta separacion fatal para todos?
Era dificil tomar una decision, que podia estar, ademas, prenada de graves consecuencias.
Todo ello considerado, Kashtanov dijo a sus companeros, que continuaban enzarzados en su discusion, defendiendo cada cual con encarnizamiento su propuesta:
— No olvidemos el pliego lacrado que me entrego el organizador de nuestra expedicion para el caso en que nos hallasemos en situacion embarazosa. Se nos autoriza a abrirlo cuando nos encontremos sin saber ya donde estamos ni lo que debemos hacer. ?No creen ustedes que ha llegado ese momento? Estos ultimos tiempos hemos visto una enorme cantidad de cosas inexplicables e inauditas y ahora nos encontramos incluso sin saber hacia donde dirigirnos.
Los companeros de Kashtanov habian olvidado ya aquel pliego de Trujanov y por eso acogieron la proposicion con entusiasmo. El pliego fue extraido de la caja donde se guardaban los instrumentos mas valiosos y el dinero. Kashtanov rompio los sellos y leyo en voz falta:
EL PAIS DE LA LUZ ETERNA
Los miembros de la expedicion habian escuchado con un interes y un asombro crecientes la lectura de la carta de Trujanov. Cuando Kashtanov termino reinaron unos instantes de silencio.
Todos reflexionaban en lo que acababan de escuchar, procurando ver en ello la explicacion de los hechos y los fenomenos extranos observados en los ultimos dias.
— Ahora empiezo a ver las cosas claras — dijo Borovoi con un suspiro de alivio-. Comprendo este sol en el cenit, el calor, el mamut, el rinoceronte, estas brumas eternas y las jugarretas de la brujula. Lo unico que no logro explicarme todavia bien son las fantasias del barometro:
— Es cierto. Casi todo se comprende ahora — confirmo Kashtanov-. Pienso que la bajada al orificio del globo terrestre comenzo al pasar el puerto de la cordillera Russki. La barrera de hielo constituye sin duda el borde extremo, pasado el cual nos hemos encontrado ya dentro de la depresion y nos hemos dirigido entonces hacia el Sur como nos lo indicaba la brujula, aunque sin cambiar de direccion. Luego hemos trepado a una meseta de hielos, hemos descendido la vertiente opuesta, llegando a la tundra junto a la extremidad de los hielos que forman las nieves invernales empujadas por el viento hasta la cavidad. El mamut, el rinoceronte y el toro prehistorico han