y Hide que se encuentran en los cursos del espacio-tiempo. En mi relato imperaba el antimundo, la multiplicidad de los mundos y la mistica; porque no tenia otra explicacion. ?Y en que otra cosa podria creer?
Nikodimov ni se rio, solo pregunto:
– ?Ha estudiado fisica?
– Si, pero apenas un curso elemental -repuse mientras pensaba: 'ahora empezara lo terrible'. Sin embargo, Nikodimov solo acaricio su barbita y afirmo:
– Buena preparacion es esa. Y con la ayuda de esos conocimientos, ?como se imagina la multiplicidad de los mundos? Digamos, por ejemplo, en las coordenadas cartesianas.
Escrutando mi memoria, encontre la utopia de Wells, donde mister Barnstaple recorre un camino sin doblar hacia los lados. Asi se lo relate a Nikodimov.
– Excelente -apunto Nikodimov-, empezaremos desde ahi. ?Con que compara Wells nuestro espacio tridimensional? Con un libro en el cual cada pagina es un mundo de dos dimensiones. Siendo asi, seria posible suponer la existencia en nuestro espacio multidimensional de mundos vecinos tridimensionales que se desarrollasen paralelos, relativamente, en el tiempo. Esto es segun Wells. Cuando el escribio su novela, despues de la Primera Guerra Mundial, el genial Dirac era aun muy joven. Dirac logro fama en los anos treinta, al exponer su brillante teoria. Usted, naturalmente, se imagina lo que es 'el vacio de Dirac'.
– Mas o menos -afirme con cautela-. En general no es un vacio, sino algo asi como una papilla neutrina-anti- neutrina, como el plankton en el mar.
– Muy metaforico; sin embargo, no deja de tener sentido -acepto Nikodimov-. Asi, este plankton formado por particulas elementales y este gas neutrino-antineutrino, forman como si fuera una linea divisoria entre el mundo con el signo de 'mas' y el mundo con el signo de 'menos'. Hay cientificos que buscan el antimundo en otras galaxias; yo prefiero buscarlo aqui, junto a nosotros. Y no solo busco la simetria mundo-antimundo, sino lo infinito de esa simetria. Asi como en el ajedrez hay una variedad infinita de combinaciones, aqui tambien hay una variedad infinita de mundos y antimundos coexistentes. ?Y como me imagino tal coexistencia? ?Como una existencia geometricamente aislada, estable? No, de un modo completamente distinto. De una forma simple, pienso en lo ilimitado de la materia, en la eternidad de su movimiento capaz de crear todos estos mundos por una coordenada desconocida, o mas bien, por cierta sucesion de fases…
– Entonces, ?donde esta el movimiento corriente? -interrumpi perplejo-. Yo tambien soy una particula de materia; sin embargo, me muevo en el espacio independientemente de vuestro cuasimovimiento.
– ?Por que 'cuasi'? Simplemente uno no depende del otro. Usted se mueve en el espacio independientemente de su propio movimiento en el tiempo; envejece por igual, ya en su casa, como en la calle. Pues, esto mismo ocurre aqui. Por ejemplo: en un mundo usted puede viajar en barco, y en otro, al mismo tiempo, puede jugar al ajedrez o comer en su casa. Ademas, en la repeticion ilimitada de mundos, usted puede viajar, trabajar, enfermarse; aunque en otra cantidad incontable de mundos semejantes puede no existir, ya sea a causa de un accidente o por el hecho de que no nacio. Espero que me haya comprendido.
– Si, he comprendido.
– Necesita un ejemplo vivo para comprender, afirmo Zargarian. -Y, mirandome fijamente, agrego-: Imaginese un film. En un cuadro usted vuela en un avion, en otro dispara con una pistola, en otro es matado; en uno crece un arbol y en otro fue cortado; en uno la estatua de Pushkin esta en el bulevar de Tverskoi y en otro en el centro de la plaza. En una palabra, una vida en cuadros moviendose, digamos, verticalmente, de abajo hacia arriba y al reves. Ahora, imaginese esta vida en cuadros, pero moviendose horizontalmente desde cada cuadro, ya sea a la derecha o a la izquierda. He ahi un modelo aproximado de la materia en el espacio multidimensional. ?Y cual es la diferencia esencial entre el modelo y el objeto modelado?
No respondi. ?Para que adivinar?
– En que no hay cuadros identicos; pero si mundos.
– ?Mundos parecidos?
– No solo parecidos -prorrumpio Nikodimov-. Aun no conocemos la ley por la cual se mueve la materia en esta dimension. Tomemos como ejemplo la ley sinusoidal, la mas simple, una sinusoide corriente: la variacion mas infima de la curva nos da la correspondiente variacion de la funcion; o sea, otro mundo. Pero dentro de un periodo obtendremos aquel mismo valor del seno y, en consecuencia, aquel mismo mundo; y asi sucesivamente hasta lo infinito.
– ?Quiere decir, que yo hubiera podido caer en un mundo como el nuestro? ?Exactamente igual?
– Si, y no hubiese notado la diferencia -respondio Zargarian.
– ?Y como se explica mi caso en el bulevar?
– Como lo explica usted: Jekyll y Hide.
– ?O sea, que Gromov llego de otro mundo?
– Justamente. Posiblemente otros Zargarian y Nikodimov le cambiaron la conciencia a su 'gemelo'. Esto sucedio lentamente, no al instante. Su conciencia se opuso a la de Hide, lucho -aqui surgio ese dualismo de los primeros momentos-, despues se sometio al agresor.
En el transcurso de la conversacion, exprese la opinion de que mi desdichado episodio en el hospital fue un cambio de visitas. Nikodimov, dudando, dijo:
– Es posible, pero poco probable. Este era un Gromov parecido en muchos aspectos a su agresor: la misma profesion, el mismo grupo de conocidos, la misma situacion familiar…; pero, ya le hable sobre la posibilidad de identidad…
– Metaforicamente hablando -interrumpio Zargarian-, estuvimos en mundos cuyas fronteras tocan la nuestra, la rozan interiormente. Los llamaremos -convencionalmente por supuesto-: mundos cercanos. Pero son mas interesantes aquellos mundos que cruzan el nuestro o que no tienen ningun roce con nuestro mundo. Alla, el tiempo o se atraso o se adelanto. ?Y quien sabe cuantos anos! -Se detuvo; luego agrego como hablando consigo mismo-: '
– No calle, continue -repuse con malicia, recordando esos mismos versos-: Luego, dice:
En la mesa empezo a sonar el telefono.
– No todos… -repitio Nikodimov pensativo-: Nuestro jefe no llegara alla.
El telefono seguia sonando.
– Hablando de Roma… ?No te acerques!
– De todas maneras nos encontrara.
El viaje a lo desconocido fue postergado hasta el encuentro de la tarde en el restaurante 'Sofia', donde estaba asegurada una libertad completa, lejos de los jefes.
NOSCE TE IPSUM
No habia nadie para conversar sobre lo ocurrido. Olga se retrasaba en la policlinica y Galia todavia no llamaba. A Klionov, por su insoportable didactica, lo evitaba cautelosamente. A causa de esto, hui tambien de las reuniones de la redaccion.
Vagaba por la ciudad, para no llegar demasiado temprano al restaurante y esperar tontamente frente a su entrada. Me sente frente a la estatua de Pushkin esforzandome en concentrar mis pensamientos; pero lo oido por la manana era tan nuevo y asombroso, que no podia meditar. Al fin, mi pensamiento empezo a valorar mi encuentro con los cientificos: ?que encuentro era este? ?un exito para un periodista o una amenaza para su vida, amenaza que encierra lo incognito? Crei que era un exito o, mas bien, una suerte para un periodista. Si los conejos de experimentacion pudieran razonar, seguramente se enorgullecerian de su contacto con los cientificos. Me enorgullecia tambien yo. Yo habia leido que los cientificos se dividen en dos clases: romanticos y clasicos. Clasicos son aquellos quienes desarrollan lo nuevo en base a lo viejo que ha sido afirmado y corroborado por la ciencia. Los romanticos son los sonadores: los que se interesan por las ramas cercanas y lejanas del conocimiento. Desarrollan lo nuevo, no solo con la ayuda de lo viejo; sino, frecuentemente, con la ayuda de asociaciones completamente inesperadas. Mi admiracion por este ultimo tipo de cientificos, la exprese en el articulo que publique en una revista. Solo los romanticos son capaces de pecar contra la razon asi, tan brillante e