que habia vencido las leyes de la naturaleza. En ese momento anterior a bajar la cortina y descubrir que Bess se habia convertido en pantera, Pierce tenia mucho mas de hechicero que de artista.
Ryan quiso preguntarle, convencerlo para que le explicara ese numero de alguna forma que le resultase comprensible. Cuando Pierce termino el espectaculo y sus ojos se cruzaron, Ryan se trago las palabras.
Tenia el rostro perlado de sudor debido a los focos y al esfuerzo de mantener la concentracion. Ryan quiso acariciarlo. Descubrio, no sin asombro, que verlo actuar la habia excitado. Sintio un fogonazo de deseo potentisimo, como jamas habia sentido ninguno. Se imagino que Pierce la hacia suya con aquellas manos agiles e inteligentes. Luego imagino su boca, aquella boca increiblemente sensual. Imagino que aquellos labios se apoderaban de los de ella y la transportaban a ese mundo extrano e ingravido que el conocia. Si se acercaba a Pierce en ese momento, se pregunto, si se ofrecia o le pedia que le satisficiese, ?lo encontraria tan excitado como lo estaba ella? ?Permaneceria indiferente o le mostraria en silencio hasta donde podia llegar su magia?
Pierce se detuvo frente a Ryan y esta dio un paso atras, estremecida por sus propios pensamientos. La piel le ardia, la sangre corria como lava por sus venas, empujandola a dar un movimiento hacia el. Consciente de su excitacion, pero reacia a sucumbir, se obligo a mantener la distancia.
– Has estado fantastico -dijo, pero se noto cierta rigidez en el halago.
– Gracias -se limito a responder Pierce mientras pasaba de largo.
Ryan sintio que le dolian las palmas y se dio cuenta de que se estaba clavando las unas. Aquello tenia que acabar. No podian seguir asi, se dijo justo antes de girarse para dar alcance a Pierce.
– Ryan -la llamo entonces Bess, asomando la cabeza por la puerta del vestuario-. ?Que te ha parecido el espectaculo?
– Maravilloso -Ryan miro hacia el pasillo. Ya le habia perdido el rastro a Pierce. Quiza fuese mejor asi-. Supongo que no podras contarme el secreto de como haceis el numero final, ?verdad? -le pregunto.
– No si quiero seguir con vida -contesto Bess entre risas-. Venga, entra. Acompaname mientras me cambio. Ryan accedio y cerro la puerta del vestuario. El interior, estaba impregnado de un olor mezcla de maquillaje y polvos.
– Tiene que ser toda una experiencia que te conviertan en pantera.
– ?Si supieras! Pierce me ha convertido en todo lo imaginable, ande, repte o vuele; me ha cortado en pedacitos con la sierra y me ha hecho tumbarme sobre espadas. Una vez, me hizo dormir sobre una cama de clavos tres metros por encima del suelo del escenario -comento Bess. Mientras hablaba, iba quitandose la ropa que habia llevado durante el espectaculo con la inocencia de una nina de cinco anos.
– Debes de confiar mucho en el -dijo Ryan mientras buscaba con la mirada una silla vacia. Al parecer, Bess tenia la costumbre de repartir sus cosas por todo el espacio que hubiese disponible.
– Quita lo que te estorbe -sugirio mientras se ponia un camison azul que habia dejado sobre el brazo de un asiento-. ?Como no voy a confiar en Pierce? Es el mejor. Ya lo has visto durante los ensayos -anadio mientras se sentaba frente al espejo para limpiarse el maquillaje que se habia puesto para el escenario.
– Si -Ryan doblo una blusa arrugada y la puso a un lado-. Es muy perfeccionista.
– Cuida hasta el ultimo detalle. Primero desarrolla los numeros que quiere incluir en los espectaculos sobre el papel, luego los repasa una y otra y otra vez en la mazmorra esa en la que trabaja antes de pensar siquiera en ensenarnos algo a Link o a mi -Bess miro a Ryan con un ojo lleno todavia de maquillaje y el otro ya desmaquillado-. La mayoria de la gente no sabe cuanto trabaja, porque hace que parezca muy facil. Y eso es lo que Pierce quiere.
– Las fugas… ?son peligrosas? -pregunto mientras estiraba algunas prendas de Bess.
– Algunas no me gustan -Bess se limpio con un panuelito los ultimos restos. A cara lavada, tenia un aspecto inesperadamente juvenil y fresco. Se encogio de hombros mientras se ponia de pie-. Una cosa es quitarse unas esposas o una camisa de fuerza, pero nunca me ha gustado cuando hace su propia version de Houdini en el numero de Los mil cerrojos.
– ?Por que lo hace? -Ryan aparto unos vaqueros de una silla, pero permanecio dando vueltas por el vestuario, intranquila-. Con los demas numeros ya seria suficiente.
– No para Pierce -Bess se quito el camison y se puso un sujetador-. Las fugas, la sensacion de peligro… es importante para el. Siempre lo ha sido.
– ?Por que? -insistio Ryan.
– Porque quiere ponerse a prueba todo el tiempo. Nunca esta satisfecho con lo que hizo el dia anterior.
– Ponerse a prueba -murmuro Ryan. Ya le habia dado esa impresion a ella, pero eso no significaba que comprendiese dicha actitud-. ?Cuanto tiempo llevas con el, Bess?
– Desde el principio -respondio la ayudante al tiempo que se subia los vaqueros-. Desde el principio del todo.
– ?Como es? -se sorprendio preguntando Ryan-. ?Como es en realidad?
Una camisa colgaba de la mano de Bess, la cual se giro de pronto para lanzarle una mirada penetrante:
– ?Por que quieres saberlo?
– Por… -Ryan se quedo callada. No sabia que decir-. No lo se.
– ?Estas interesada en el?
Ryan no contesto de inmediato. Quiso decir que no y zanjar la cuestion. No tenia el menor motivo para estar interesada en el.
– Si -se oyo contestar sin embargo-. Me interesa.
– Vamos a tomar una copa -dijo Bess mientras se ponia una camisa-. Y hablamos.
– Dos cocktails de champan. Invito yo -dijo Bess despues de tomar asiento en una mesa. Luego saco un cigarro y se lo encendio guinandole un ojo a Ryan-. No se lo digas a Pierce. Esta en contra del tabaco. Bueno, de todo lo que perjudique la salud.
– Link me dijo que corre siete kilometros al dia.
– Una vieja costumbre. Pierce no suele romper las viejas costumbres -Bess exhalo una nube de humo con un suspiro-. Siempre ha sido muy disciplinado. Cuando se le mete algo entre ceja y ceja, no para hasta conseguirlo. Es asi desde pequeno.
– ?Conocias a Pierce cuando era pequeno?
– Crecimos juntos: Pierce, Link y yo-. Bess levanto la mirada hacia la camarera mientras esta les servia los cocktails. Luego devolvio la atencion a Ryan-. Pierce no habla nunca de esa epoca, ni siquiera con Link o conmigo. Hace como si no hubiese existido… o lo intenta al menos.
– Creia que lo hacia adrede para dar una imagen de misterio -murmuro Ryan.
– No le hace falta.
– No -Ryan la miro a los ojos de nuevo-. Supongo que no. ?Tuvo una infancia dificil?
– No imaginas -Bess dio un trago largo a su copa-. Dificil es poco. Era un nino muy debil.
– ?Pierce? -Ryan penso en aquel cuerpo duro y musculoso y miro a la ayudante con cara de incredulidad.
– Ya -Bess solto una risilla-. Cuesta creerlo, pero es verdad. Era pequeno para su edad y estaba mas delgado que un fideo. Los chicos grandes lo atormentaban. Supongo que necesitaban alguien de quien burlarse. En fin, a nadie le gusta crecer en un orfanato.
– ?Orfanato? -repitio atonita Ryan. Miro la cara amistosa y alegre de Bess y sintio una oleada de compasion hacia ella-. ?Los tres?
– Bah -Bess se encogio de hombros, pero Ryan parecia subitamente preocupada-. Tampoco era tan terrible. Teniamos comida, un techo bajo el que dormir, mucha compania… En realidad no es como cuentan en el libro ese, Oliver Twist.
– ?Perdiste a tus padres, Bess? -pregunto Ryan con interes, viendo que Bess no recibia de buen grado su compasion.
– Tenia ocho anos. Y no habia nadie mas que pudiera cuidarme. A Link le paso lo mismo -contesto Bess sin el menor asomo de lastima o autocompasion-. La gente adopta bebes, en general. Los chicos mayores es mas dificil que encuentren una familia.
Ryan levanto su copa y dio un sorbo pensativamente. Debia de estar hablandole de hacia veinte anos, antes de que aumentara el interes por adoptar ninos de todas las edades, como sucedia entonces.
– ?Y Pierce?
– Su caso es distinto. El si tenia padres, pero no daban permiso para que lo adoptaran.