verdadera identidad. —Drachea hizo una pausa para dar un efecto dramatico a sus palabras y anadio—: ?Tarod no es humano!

Cyllan sintio un escalofrio en lo mas hondo de su ser, como por efecto de una premonicion inexplicable e indescifrable.

—Entonces ?que es?

Drachea miro a su alrededor, como pensando que una presencia maligna les estaba observando. Las sombras estaban inmoviles y silenciosas y, antes de que el valor le abandonase, murmuro:

— Caos.

Esta palabra se clavo como un cuchillo en el sistema nervioso de Cyllan, que hizo instintivamente la senal de Aeoris delante de su cara. Todo su instinto se rebelaba contra aquel concepto: era imposible. Y Tarod, uno de los propios servidores de Aeoris...

—El Caos esta muerto... —Apenas reconocio su voz—. No... no puede ser verdad, Drachea. ?No puede ser verdad!

—Cuando era pequeno —dijo Drachea—, oi una vez a un Adepto hablar en una fiesta del Primer Dia de Verano. Nos exhorto a tener siempre fe en la causa por la que vinieron los dioses a este mundo y entablaron la ultima gran batalla contra los Ancianos. Nos advirtio que debiamos estar siempre alerta, por si volvia algun dia el Caos. Y ahora, yo diria que su exhortacion estaba bien fundada.

—?Pero el propio Aeoris desterro el Caos! —protesto Cyllan — Sugerir que los poderes de las tinieblas pueden desafiar a los dioses...

— Se estremecio—. Parece una blasfemia.

— Entonces, ?llamas embustero al Sumo Iniciado? — replico Drachea. Y viendo que Cyllan abria mucho los ojos, prosiguio—: Keridil Toln lo supo. Descubrio lo que era en realidad Tarod y se empeno en destruirlo. —De nuevo miro alrededor de la estancia y anadio—: Parece que no lo consiguio.

Cyllan se levanto y se acerco a la ventana, y contemplo la inquietante vista, que se habia hecho familiar, de la noche iluminada por aquel resplandor infernal. Sin proponerselo, dirigio la mirada a la Torre del Norte. Ninguna luz ardia alli, y miro a otra parte.

Caos.

No podia creerlo. Tiempo atras, en el acantilado de la Tierra Alta del Oeste, habia conocido a un hombre, no a un demonio. Y sin embargo, recordaba su terror cuando se habia despertado en esta habitacion y se habia encontrado con que Tarod le habia asido la mino. Habia declarado que no sabia nada de las pesadillas de ella; pero ahora, sus dudas se estaban convirtiendo en temerosa certidumbre de que solo el podia haber sido responsable de aquellas. Una parte ilogica de su mente queria otorgar a Tarod el beneficio de la duda; pero sabia que si lo hacia, se pondria ella misma y pondria a Drachea en un peligro inimaginable. No podia arriesgarse.

Volviendose hacia la cama, dijo pausadamente:

— Leeme los papeles, Drachea. Por favor. Quiero... quiero saber todo lo que dicen.

Y asi, con ella sentada en silencio a su lado, leyo Drachea el detallado informe del Sumo Iniciado. El relato empezo a formar una imagen espantosamente coherente: Tarod a punto de morir por una sobre-dosis de narcotico elaborado con Raiz de la Rompiente; la muerte del Sumo Iniciado, Jehrek Benamen Toin; el encuentro con Yandros, Senor del Caos, y la revelacion de que en la gema del anillo de Tarod se encontraba una esencia vital creada por los poderes caoticos... Y habia mucho mas, al empezar los conflictos entre Tarod y el Sumo Iniciado. Pero el documento planteaba su propio misterio, al terminar con la simple declaracion de Keridil Toin (sin expresar la fecha) de que «el ser llamado Tarod morira esta noche».

Cuando Drachea termino la lectura, se hizo un silencio absoluto. Cyllan siguio con el dedo el sello de cera aplicado al pie de la orden de ejecucion; el se lo habia leido, y su fria sencillez era, en cierto modo, la mas terrible condena. Palpo el contorno del simbolo del Sumo Iniciado, el doble circulo partido por un rayo, y dijo al fin, a media voz:

— Pero no murio...

Drachea le dirigio una mirada imposible de interpretar.

—No... Frustro sus planes. Deteniendo el Tiempo. ?Dioses! — La idea le hizo temblar, pero se rehizo y consigio esbozar una sonrisa—. Pero fue una falsa victoria, ?no? El mismo se vio metido en la trampa, y ahora no puede escapar.

Cyllan cruzo inquieta los brazos y dijo:

— A menos que pueda recuperar la piedra de que hablo y emplearla para poner de nuevo en marcha el Tiempo.

— ?Si, y ahora conocemos la verdadera naturaleza de aquella gema! Un alma nacida del Caos..., algo impensable. —Se levanto y empezo a pasear por la habitacion—. Imaginate las consecuencias que podria tener la recuperacion de aquella piedra. Sin ella, es bastante poderoso, y me ha dado pruebas de ello. El Circulo fracaso una vez en su empeno de aniquilarle... ?Te imaginas de que seria capaz, si volviese a poseer la piedra?

Cyllan se lo imaginaba, y rechazo la idea. Pero no podia aludir a otra consideracion que la inquietaba y para la cual no podia hallar respuesta alguna. Dijo, vacilando:

—Y sin embargo, sin la piedra, estamos tan atrapados como Tarod. No podemos marcharnos de aqui, y ni siquiera el tiene poder para liberarnos.

— Si quisiera hacerlo... — dijo lugubremente Drachea.

Cyllan sonrio con ironia al recordar lo que le habia dicho Tarod.

— ?Por que no habria de querer? Nosotros no le interesamos, no le servimos de nada.

—?Ah, no?

Ella fruncio el entrecejo.

— ?Que quieres decir?

—Quiero decir que tal vez podriamos triunfar donde el fracaso y recobrar aquella gema. Hay algo, algun poder que le impide apoderarse de ella. Pero si nosotros no estamos atados por el mismo poder, tenemos para Tarod un valor inestimable. — Drachea hizo una pausa, reflexionando—. Nosotros cruzamos la barrera que separa el Castillo del resto del mundo. No sabemos como ocurrio y el tampoco lo sabe; ya viste lo mucho que le impresiono nuestra llegada. Si podemos alcanzar aquella piedra, se valdra de nosotros para que lo hagamos. Y entonces... — Dejo la frase sin terminar.

Cyllan miro de nuevo hacia la luz roja de mas alla de la ventana. La idea de lo que podia ocurrir si la piedra volvia a estar en poder de Tarod era terrible; sin embargo, sin ella, no habia esperanza de escapar. Una eternidad, vivida en un mundo encerrado por cuatro murallas negras, acompanada solamente de Drachea y de un hombre que no era mortal, sino que debia su origen a algo que escapaba a su comprension... , sin cambiar jamas, sin envejecer jamas, privado incluso de la liberacion de la muerte. De pronto sonrio debilmente para si. ?Era esta perspectiva mucho peor que la vida que habia llevado? Al menos, aqui no habia penalidades, ni tenia que trabajar continuamente. Aqui no le faltaba nada. Salvo, tal vez...

Drachea interrumpio bruscamente el hilo de sus pensamientos.

—Hay una manera —dijo —, solo una manera de escapar de este lugar sin hacerle el juego a Tarod. Debemos encontrar la piedra y utilizarla nosotros.

Cyllan se volvio y le miro fijamente.

— ?Encontrarla y emplearla? — repitio, con incredulidad—. Drachea, ?esto no es un juego de ninos! Si lo que dicen esos papeles es verdad, ?la gema es una cosa del Caos! ?Somos tu o yo tan grandes Adeptos que nos atreveriamos a utilizarla aunque pudiesemos?

— Al menos podemos probar — insistio tercamente Drachea—. ?Tienes tu un plan mejor? No, ?ya veo que no! Mira... —Se acerco a la cama y recogio los documentos desparramados—. El Sumo Iniciado habla de una camara llamada Salon de Marmol. Parece ser el sanctasanctorum del Circulo, el lugar donde se realizaban los ritos mas sagrados y se guardaban los mas sagrados artefactos. — Sonrio—. Recordaras que Tarod se mostro muy misterioso en lo tocante al paradero de la gema. Yo creo que, si podemos encontrar el Salon de Marmol, encontraremos tambien aquella piedra.

—Un lugar en el que, por alguna razon, Tarod no puede entrar...

— murmuro Cyllan.

La teoria de Drachea parecia plausible.

—O no quiere entrar. Es posible que sea lo unico que le da miedo, y esto solo podria redundar en beneficio nuestro. — Drachea estaba ahora hojeando los papeles —. Tendria que haber aqui algun indicio, algo que

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