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Diseno de cubierta: Victor Viano Ilustracion de cubierta: Horacio Elena Titulo original:
© Grupo Editorial Ceac, S. A., 1994
Para la presente version y edicion en lengua castellana
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ISBN: 84-7722-415-3 (Obra completa)
ISBN: 84-7722-522-2 (Libro 8)
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«Las cosas y las acciones son lo que son, y sus consecuencias seran lo que deban ser: ?para que, entonces,
desear que nos enganen?»
PROLOGO
CAPITULO 1
—De modo que ahora lo ves. —El fornido marinero scorvio movio el brazo en un gesto que abarcaba todo el cielo oriental, y su agradable rostro curtido por el sol se arrugo en una mueca de satisfaccion—. Nubes altas que pasan a toda velocidad, como colas de caballo, con las otras nubes grandes detras... ?como dices que las llaman en tu idioma?
La mujer que se encontraba junto a el ante la barandilla del barco le devolvio la sonrisa.
—Cumulos.
—Cumulos. Si. Uno de estos dias lo recordare. —Le dio una palmada amistosa en el hombro que la hizo tambalearse hacia atras—. Bueno, sea como sea, lo ves. Colas de caballo arriba, cumulos abajo, y todas moviendose contra el viento. Eso quiere decir que ahi esta. Gran tormenta, vendaval, lluvia, todo. —Su sonrisa se ensancho como si disfrutara vivamente con la perspectiva—. Te apuesto algo, ?eh? ?Cuanto tardara el patron en correr bajo cubierta y gritarnos que aseguremos las escotillas y nos ocupemos de que las escotas esten bien sujetas? Apuesto veinte karns. ?Eh? ?Aceptas mi dinero?
La muchacha contemplo el mar. Las condiciones de navegacion resultaban idilicas; una buena corriente, un viento uniforme que los empujaba en direccion sudeste hacia su destino situado ahora ya a solo un dia de viaje. Para un marinero de agua dulce la situacion habria resultado inequivocamente simple, pero los marinos experimentados sabian por amarga experiencia que tales condiciones acostumbraban durar poco, y reconocian las senales que indicaban problemas a la vista. Anos atras —muy atras en el tiempo, aunque eso era algo de lo que jamas hablaba con ningun ser viviente excepto uno— tambien ella habria reconocido al punto las senales, tal y como lo habia hecho su companero. Pero el tiempo habia erosionado los recuerdos y las viejas ensenanzas. Habian sucedido demasiadas cosas en el intervalo, y ahora no podia hacer mas que confiar en los conocimientos del scorvio.
Una sombra le nublo los ojos, pero paso demasiado veloz para que el lo advirtiera antes de que ella contestara con una carcajada.
—Ya me has ganado demasiados karns durante este viaje, Vinar. Acepto tu palabra. —Arrugo la frente—. ?Llegaremos a salvo al puerto?
Vinar era marino desde que habia cumplido los diez anos; un eterno filibustero pero no obstante nacido para el mar y perteneciente a esa raza apreciada por todos los patrones de barco, a quienes entregaba su temporal pero sincera lealtad. Habia visto lo mejor y lo peor con lo que el mar ponia a prueba a sus siervos, y no tomarlo en serio era un concepto ajeno a su naturaleza.
—No lo se —respondio—. Habra problemas, eso es seguro. A lo mejor tendremos que hacer escala en alguna bahia pequena, no en el puerto de Ranna como esta planeado, o a lo mejor la dejaremos atras y atracaremos sin