– Por supuesto que lo sabes. Todos toman algo de ti, pero yo no lo hare. -Levanto la mano y acaricio la linea dura de su mandibula con los dedos. Luego tomo su stetson y lo dejo caer en el asiento de atras.

– Bobby Tom, muestrame como complacerte.

El cerro los ojos y, solo por un instante, penso haberlo sentido temblar, pero cuando abrio los ojos, vio alli acechando la guasa familiar.

– ?Te has puesto esa ropa interior de fantasia esta noche?

– Si.

– Ese es un buen principio.

Ella se lamio los labios, recordando repentinamente que habia olvidado algo de suma importancia. Decidida a sonar practica, se aclaro la voz.

– Yo… probablemente necesites saber algo antes de que vayamos mas lejos… Tomo la pildora -dijo de sopeton.

– ?Desde cuando?

– Desde antes de salir de New Grundy. Como habia decidido que esto iba a ser un nuevo comienzo, necesitaba estar preparada para no perderme ninguna… nueva experiencia. -Miro fijamente la T voladora de su camiseta-. Pero si bien yo estoy preparada, tu has tenido una vida muy activa -otra vez se aclaro la voz-, sexualmente hablando. -Hizo una pausa-. Asi que espero que… uses condones.

El sonrio.

– Se que esta conversacion no es facil para ti, pero has hecho lo correcto; asegurate de hacer lo mismo con tus futuros amantes. -Una sombra tino su rostro y tenso los musculos que rodeaban la boca. Luego, acaricio su mejilla con los nudillos-. Ahora voy a decirte algo, que si bien es verdad, no quiero que me creas ni por un segundo porque a los hombres no les gusta usar condones y te diran cualquier cosa para evitar ponerselos.

»El hecho es, carino, que estoy limpio como una patena. Tengo los analisis que lo prueban. Incluso antes de todos esos casos de paternidad, he sido realmente cuidadoso en todas la relaciones que he mantenido.

– Te creo.

El suspiro.

– ?Que voy a hacer contigo? Sabes que miento mas que Pinocho. Soy la ultima persona de la tierra a la que deberias creer en algo asi de importante.

– Siempre te creere. Nunca he conocido a nadie que le repugne tanto la idea de lastimar a otra persona. Es algo ironico, ?no?, considerando la violenta manera en que te ganabas la vida.

– ?Gracie?

– ?Si?

– No llevo ropa interior.

Levanto la mirada de golpe.

El sonrio ampliamente y beso la punta de su nariz. Lentamente su sonrisa se desvanecio y sus ojos se oscurecieron. Deslizandose fuera del volante hacia su lado del asiento, ahueco su mandibula entre sus manos y bajo la boca para cubrir la de ella.

En el instante en que sus labios la tocaron, su cuerpo revivio con las sensaciones y sintio como si cada una de sus celulas vibraran con nueva vida. Su boca era caliente y suave sobre la de ella y entreabrio los labios para el. La punta de su lengua se deslizo entre ellos y ella celebro el placer de tomar cualquier parte de el dentro de su cuerpo. Envolvio sus brazos alrededor de su cuello y toco su lengua con la de ella. Con el movimiento se subio su top y el aprovecho para meter una de sus manos debajo, justo por encima de su cintura.

Cuando su beso se hizo mas hondo, ella sintio el calor humedo de su cuerpo a traves de su camiseta. Hundio los dedos en sus hombros y tomo su lengua mas profundamente en su boca. El resto del mundo desaparecio, y solo quedaron las sensaciones. Le comenzaron a arder los pulmones, y se dio cuenta de que se habia olvidado respirar. Se echo para atras para coger aire. El enterro los labios en la V de su garganta y mordisqueo el delicado hueso con sus dientes.

– ?Bobby Tom! -jadeo su nombre.

– ?Si, carino? -Su respiracion era aun mas superfical que la de ella.

– ?Lo podemos hacer ahora?

– No, carino. No estas lista.

– Oh, lo estoy, realmente lo estoy.

El se rio entre dientes, luego gimio cuando repaso con los pulgares sus costados desnudos.

– Esto es simplemente el precalentamiento. Ven aqui. Mas cerca. -La izo hasta que la monto a horcajadas sobre su regazo.

Cuando ella se acomodo encima de el, lo sintio duro y rigido, presionando contra ella a traves de sus vaqueros y sus pantalones cortos.

– ?Yo provoque eso? -murmuro ella contra sus labios.

– Hace unas tres horas -murmuro el.

Con un estremecimiento de placer, ella se asento en su regazo. Frotando sus caderas contra las de el, y tomando su boca.

– Para -gimio el.

– Eres tu quien queria jugar -le recordo, hablando contra sus labios abiertos.

– Algunas veces soy demasiado listillo para mi gusto. ?Dios, no hagas eso!

– ?Hacer que? -Ella mecio su pelvis otra vez, queriendo hacer desaparecer las barreras entre ellos.

El agarro la bastilla de su top y tiro hacia arriba, arrastrando su sujetador al mismo tiempo. La empujo hasta que su espalda choco contra el salpicadero, exponiendo sus pechos.

Ella dejo escapar un gritito cuando el levanto un seno y llevo el pezon a su boca. Clavo los dedos en sus hombros mientras la succionaba. Su posicion, montando a horcajadas sobre sus rodillas y apoyandose contra el salpicadero, era incomoda, pero su cuerpo ya no le pertenecia a ella y la tension poco familiar entre sus muslos abiertos solo aumento su excitacion. Ella sintio la succion caliente de su boca, el latido entre sus piernas, la humedad de su fina camiseta desgastada bajo las palmas de sus manos. El metio bruscamente las manos bajo sus muslos y deslizo los pulgares bajo las perneras de sus pantalones cortos.

Incorporandose, ella tomo la camiseta y la saco de los vaqueros, luego, tanteo entre sus cuerpos hasta la lengueta de su tensa cremallera. La tomo y comenzo a bajarla. El ya habia abierto la suya y antes de que se diera cuenta, le habia bajado los pantalones cortos hasta donde sus muslos abiertos tensaban la tela.

El sonido aspero de su respiracion llenaba la camioneta. Ella se deslizo hacia atras sobre sus muslos hasta que estuvo arrodillada en el asiento a su lado y pudo bajar la cremallera con ambas manos. El saco la camiseta sobre su cabeza y en el proceso golpeo el volante con el codo haciendo sonar el claxon. Maldijo, y ella se inclino hacia sus tetillas para tomarlas en su boca mientras seguia luchado con la terca cremallera.

Sintio en la lengua la dura prominencia. La lamio, tal como el habia hecho con ella y sintio como todo su cuerpo se ponia rigido.

Abrio la cremallera.

El la separo bruscamente, lo suficiente como para sacarle el top por la cabeza y arrojarlo al asiento de atras. Siguio el sujetador y ella permanecio de rodillas delante de el, excitada, con el pelo alborotado, el anillo de la Super Bowl colgando entre sus pechos desnudos y los desabrochados pantalones cortos deslizandose hasta sus caderas.

Ella contemplo la cremallera abierta.

– Esta demasiado oscuro -murmuro-. No te puedo ver. -Toco su estomago con la punta de un dedo.

– ?Quieres verme?

– Oh, si.

– Gracie… -sonaba como si luchara por respirar con normalidad-. Parecia una buena idea, pero las cosas van un poco mas rapido de lo que habia pensado y la camioneta es demasiado pequena. -Giro la llave en el arranque y metio la marcha con tal brusquedad que ella choco contra la puerta. La ruedas salpicaron grava cuando metio la marcha atras y luego la primera. La camioneta reboto sobre la tierra compacta de la carretera oscura.

Ella se inclino sobre el asiento de atras para coger su top. El la agarro del brazo antes de que lo pudiera localizar.

– Ven aqui. -Sin esperar su consentimiento, la empujo hacia abajo hasta que Gracie yacio sobre su espalda, con

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