– ?La ducha?

– No me estas prestando atencion.

– Claro que te la presto. ?Pero estas segura de estar preparada? Tomar una ducha conmigo significa que seguro que pasas de principiante a maestra en solo una noche.

Ella lo miro y curvo sus labios en una sonrisa tan vieja como Eva.

– No puedo esperar mas.

capitulo 16

Subieron al avion al dia siguiente, y ella se sintio emocionada por las sensaciones de volar en una pequena avioneta. Bobby Tom le habia anunciado esa manana que la llevaba a Austin para poder ensenarle parte de la ciudad, incluyendo los lugares frecuentados por los universitarios. El dia era claro, y mientras el identificaba rios y canones al volar por encima, ella lo miraba de reojo arrobada.

La noche anterior el habia sido todo lo que ella habia sonado que seria: Tierno y exigente, habia alabado su pasion negandose a dejarla atras. Ella habia entregado todo lo que llenaba su corazon, y no lamentaba nada. Cuando pasaran los anos y llegaran las ultimas horas de su vida, sentiria placer al recordar que una noche habia sido absolutamente amada por Bobby Tom Denton.

– Es genial estar fuera del alcance de ese telefono -dijo el mientras viraba el avion-. Luther me llama unas seis veces al dia, eso sin mencionar lo que me agobian todos los demas.

– Realmente no puedes culpar al alcalde Baines por estar nervioso a causa del torneo de golf -senalo-. Faltan dos meses para el Festival de Heaven y aun no le has dado la lista de quien acudira. ?No crees que deberias comenzar a llamar a tus amigos para invitarlos?

– Supongo -dijo sin entusiasmo.

– Se lo que te pasa. No te importa hacerle favores a todo el mundo, pero eres incapaz de pedir ninguno.

– No lo entiendes, Gracie. A los deportistas los andan acosando todo el tiempo. Si no es por una cosa, es por otra.

– ?Estas diciendome que ninguno de esos hombres te ha pedido un favor?

– Algunos.

– Apuesto que mas que alguno. -Le dirigio una sonrisa compasiva-. ?Por que no me das una lista de tus amigos? Puedo hacer manana las llamadas en tu nombre.

– Tu lo unico que quieres es tener el numero de telefono de Troy Aikman. Lo siento, carino, pero no creo que sea tu tipo.

– Bobby Tom…

– ?Hmmm?

– Lamento hacer que tengas una baja opinion de mi, pero no tengo ni la mas remota idea de quien es Troy Aikman.

El puso los ojos en blanco.

– Es un quarterback bastante bueno, carino. Llevo a los Cowboys a ganar un par de Super Bowls.

– Supongo que me costaria mucho pasar tu examen de futbol.

– Solo espero que ninguna de las mujeres de por aqui decida desafiarte.

Esperaba que el avion traquetease al aterrizar en la pequena pista, pero se poso con tanta suavidad que apenas se noto. ?Habia algo que el no hiciera bien?

Una vez en tierra, se subieron a un coche que le habian llevado hasta la pista de aterrizaje y la llevo a la ciudad, para ensenarle el nuevo ayuntamiento que estaban construyendo y el campus de la universidad de Texas. Al atardecer, paseaban por el lago, un lugar muy popular del centro de Austin.

– Ahora veras algo que no habras visto en New Grundy.

Ella contemplo los imponentes edificios que rodeaban el lago y el puente que lo cruzaba. La gente sentada en los botes del lago parecia esperar algo, como que comenzaran unos fuegos artificiales. De pronto diviso un gran numero de aves bajando en picado desde el cielo. Percibio tambien un olor debilmente acre que le recordaba un zoo.

– Hoy he visto muchas cosas. ?Que mas me vas a ensenar?

Su amplia sonrisa mostraba un atisbo de picardia.

– Un espectaculo de la madre naturaleza. ?Te gustan los murcielagos, carino?

– ?Murcielagos? -Ella miro fijamente las oscuras y extranas aves. El olor vagamente picante inundo sus fosas nasales. Percibio un sonido rechinante- No seran… ?Oh, Dios mio!

En ese preciso instante, una oscura oleada de murcielagos salio del puente, miles de ellos. Y luego otros miles mas. Observo embelesada como cada vez salian mas, llenando el cielo como si fuera una humareda. Grito alarmada cuando varios descendieron en picado demasiado cerca para su tranquilidad.

Bobby Tom se rio y la atrajo contra el.

Gracie no era una debilucha y no se habria perdido el espectaculo por nada del mundo, pero los murcielagos eran murcielagos y cuando otro se acerco mas de lo deseado, se cobijo automaticamente bajo su pecho, lo cual solo lo animo a reirse mas fuerte.

– Sabia que te gustaria. -Froto su espalda-. Austin es la ciudad del mundo que tiene la mayor poblacion de murcielagos. Se cuelgan bajo ese puente. No se como lo saben exactamente, pero dicen que esos murcielagos comen mas de veinte mil kilos de insectos en una noche. Normalmente no salen hasta que es mas de noche, lo que hace que sea mas dificil verlos, pero ha habido mucha sequia ultimamente asi que salen antes para encontrar alimento. Eso me recuerda que tengo hambre. ?Que te parece que vayamos a un mexicano?

– Suena genial.

Como siempre, comer en algun lugar con Bobby Tom supuso conocer gente nueva. Terminaron en Hole in the Wall, uno de los cafes teatros con mas tradicion de Austin, escuchando alguno de los musicos mas famosos de la ciudad. Ella queria pagar su cena, pero como era de esperar el se hizo cargo de la cuenta de todas las personas alli presentes, asi que espero hasta que se dirigian al coche para sacar el dinero de la cartera.

El la miro.

– ?Que es eso?

Ella se preparo, sabiendo que el no aceptaria.

– Te pago mi cena.

Arqueo las cejas rapidamente, y la miro como si fuera a explotar.

– ?Por supuesto que no! -La hizo meter el dinero en el bolso.

Sabia que perderia en cualquier forcejeo fisico con el, asi que decidio anadir el dinero al que ya le pagaba.

– No pienses que me voy a olvidar de dartelo, especialmente ahora que hemos dormido juntos. Eso hace todavia mas importante que te lo pague. Te lo dije, Bobby Tom, no aceptare nada de ti.

– ?Era una cita para cenar!

– Donde cada uno paga lo suyo.

– ?Nunca pago a escote! ?Nunca pagare a escote, asi que olvidalo! Por cierto, eso me recuerda… encontre un monton de dinero en el cajon de mi escritorio ayer por la manana. Pense que lo habia metido alli y luego lo habia olvidado, pero ahora lo estoy dudando. No sabras nada de eso por casualidad, ?verdad?

– Es el dinero del alquiler.

– ?Estas loca! ?No tienes que pagarme ningun alquiler!

– … y tambien es para pagar el vestido negro que me compraste.

– El vestido fue un regalo. Ni se te ocurra pensar que me devolveras el dinero que costo.

– No pienso aceptar regalos de ti.

– ?Estamos comprometidos!

– No estamos comprometidos. Pago mi parte, Bobby Tom. Ya se que va a ser algo dificil para ti aceptarlo, pero es de suma importancia para mi y quiero tu promesa de que respetaras mis deseos, especialmente ahora que hemos dormido juntos.

El apreto los dientes.

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