El contesto tan friamente como ella.

– Vamos abajo. Puedes pasar la noche en la habitacion de invitados.

– ?No! -Cerro las manos en punos a los costados-. No dejare que me hagas esto. ?No mas juegos mentales! Los dos sabemos que me has comprado y pagado. Asi que supongo que sabes exactamente como funciona esto. Lo has debido aprender de tu madre. -Se giro, dirigiendose al bano; se quedo consternada cuando comprendio lo que habia dicho. A pesar de las circunstancias, no deberia haber dicho algo tan odioso.

– Llena la banera mientras estas alli.

Ella temblo aunque su voz fue de una calma mortifera.

– No quiero hacerlo.

– Hazlo -dijo el sin ningun tipo de inflexion-. Apaga las luces si quieres, pero llena la banera.

Con un siseo consternado, ella escapo al cuarto de bano y cerro la puerta. Apoyandose contra ella, se le oprimio el corazon y se dejo caer pesadamente mientras sus ojos se llenaban de las lagrimas por la desagradable escena. Habia pensado que simplemente podria meterse bajo las sabanas del dormitorio a oscuras, abrirse de piernas y dejar que el hiciera, rapida y eficientemente, lo que quisiera hacer, mientras ella se sumia en una bendita inconsciencia. No queria banarse con el ni mantener juegos sexuales. Ella queria hacerlo esa primera vez y salir de todo el asunto tan poco afectada como fuera posible.

Se dijo a si misma que su manera de hacer el amor seria mecanica, tan fria y desapasionada como era el propio hombre, pero cuando encendio nerviosamente el interruptor, la imagen de un nino de ojos enojados y una boca ansiosa aparecio en su mente. Se estremecio y la rechazo con fuerza.

Mientras se desvestia, evito mirar su reflejo en los espejos que cubrian las paredes. El bano era opulento, con sus grifos dorados y la banera de marmol negro, de forma cuadrada y tan espaciosa como para contener a dos personas. Se demoro todo lo que pudo, doblando pulcramente sus ropas y colocandolas en el taburete de tapiceria situado cerca de la banera. Coloco sus zapatos debajo, uno al lado del otro como buenos soldaditos. Despues de envolverse en una toalla negra gruesa, abrio el grifo de la enorme banera. Mientras se llenaba, ella trato de relajarse pensando en su jardin y en lo que plantaria, pensando en cualquier cosa excepto en Hoyt y en que estaba a punto de cometer adulterio.

Cuando la banera estuvo llena, activo el jacuzzi, el agua comenzo a agitarse por infinidad de burbujas, luego apago la luz. No habia ventanas en el cuarto de bano, por eso estaba dichosamente a oscuras, asi no tendria que observar sus ojos explorando un cuerpo que solo su marido habia acariciado. ?Por que la deseaba todavia? Su piel ya no era tersa; su estomago hacia anos que no era plano y llevaba un parche de estrogenos en la cadera. Deshaciendose de la toalla, entro en el agua burbujeante.

No tuvo que esperar demasiado antes de que el llamara a la puerta.

– ?Si? -Respondio ella, educada como siempre, porque la habian ensenado a ser cortes. Porque las mujeres de su edad habian crecido obedeciendo reglas, siempre dispuestas y anteponiendo sus necesidades ante las de los demas.

Abrio la puerta, rasgando levemente la oscuridad del bano. El no encendio la luz, pero tampoco cerro la puerta y a pesar de lo dicho anteriormente, se sintio agradecida por la debil incandescencia de la otra habitacion. Aunque no queria que la viera claramente, temia estar sola con el en la densa oscuridad.

Ella estudio la silueta de su cuerpo mientras se acercaba a la banera. Si no fuera tan atractivo, entonces no pareceria una traicion. Era un hombre fuerte, no tan alto como Hoyt, pero igual de imponente aunque de otra manera. No veia ni la tela, ni el color de la bata que llevaba puesta, pero si como sus manos iban a la cintura; supo que se estaba desatando el cinturon y aparto la vista. ?Cuantos hombres adultos habia visto desnudos? Habia conocido el cuerpo de Hoyt casi tan bien como el suyo, y cuando era nina, ocasionalmente habia visto a su padre. Cuando Bobby Tom se quedaba en su casa, algunas veces vagaba en ropa interior, pero eso no contaba. Tenia muy poco con lo que comparar.

El agua se agito cuando el entro en el jacuzzi y acomodo su cuerpo en la esquina opuesta a donde ella se encontraba. El suave zumbido del jacuzzi ocultaba los sonidos exteriores de tal manera que parecian estar solos en medio de ninguna parte. El apoyo los codos en el borde y sus piernas rozaron las de ella cuando las estiro. Ella se tenso cuando sintio su mano en el tobillo colocando su pie encima de su muslo.

– Relajate, Suzy. Puedes salir de la banera cuando quieras.

Si lo dijo para que se tranquilizara, sus palabras consiguieron el efecto contrario porque ella supo que no tenia escapatoria. Si no lo hacia esa noche, seguramente se volveria loca.

El dibujo lentamente un circulo en el empeine de su pie con el pulgar y todo su cuerpo se estremecio en respuesta.

– ?Sensible? -La colera que lo habia dominado antes parecia haber desaparecido. Dibujo un ocho en el mismo sitio.

– Tengo los pies sensibles.

– Mmm. -En vez de soltarla, comenzo a masajear los dedos del pie, frotandolos entre el pulgar y el indice mientras continuaba acariciando su empeine con la otra mano. A pesar de todo, ella comenzo a relajarse. Ojala todo pudiera terminar ahi, con un bano caliente y un masaje reconfortante.

Un silencio sorprendentemente acogedor cayo sobre ellos, y los exquisitos movimientos de sus manos en su pie, combinado con el hecho de que el no mostrara intencion de atacar, comenzaron a calmarla. Se hundio mas profundamente en el agua.

– Deberiamos haber traido aqui una botella de champan. -El sono tan relajado como se sentia ella-. Esto es agradable.

Mientras mantenia su sensual juego de cosquilleos, ella supo que tenia que disculparse por el desagradable comentario que habia hecho sobre su madre. Nunca habia creido que el grosero comportamiento de otras personas sirviera de excusa para abandonar su codigo moral.

– Lo que dije sobre tu madre fue cruel e inmerecido. Lo siento.

– Te provoque.

– Eso no me excusa.

– Eres una buena mujer, Suzy Denton -dijo el suavemente.

Una pesada languidez se deslizo sobre sus musculos convirtiendolos en gelatina. Hacia mucho que nadie la habia tocado. Mientras estuvo casada habia dado por supuesto disponer de ese tipo de caricias sensuales, pero ya no lo hacia.

El alcanzo su otro pie. Las puntas de su pelo se hundieron en el agua cuando se sumergio mas en la banera, pero se sentia demasiado relajada como para mantenerse en guardia. Otra vez, el comenzo con sus masajes lentos y profundos. Ella se dijo que era simplemente por el cansancio que la sensacion le parecia tan deliciosa.

El llevo el pie a sus labios y ella sintio el agradable mordisqueo de sus dientes cuando suave y rapidamente fue a la yema de su dedo gordo.

– Supongo que no tengo que preocuparme por que te quedes embarazada.

Su declaracion la desperto de su letargo. Trato de incorporarse, pero el mantuvo agarrado su pie, movio la mano a la parte superior de su muslo, donde siguio acariciandola.

– No, no tienes que hacerlo.

– Por cierto, tu tampoco tienes que preocuparte por mi -dijo el.

?De que se suponia que no tenia que preocuparse? Se pregunto ella. Seguro que no era de no dejarlo embarazado.

– Suzy, son los anos noventa. Se supone que debes preguntar a tus potenciales amantes sobre sus precauciones sexuales y adiccion a las drogas. -Se percibia la diversion de su voz.

– Valgame Dios.

– Es un mundo nuevo.

– Y no muy agradable.

El se rio entre dientes.

– Lo tomo como que no voy a tener que responder preguntas.

– Si tuvieras algo que esconder, no habrias sacado el tema a colacion.

– Es cierto. Ahora date la vuelta y deja que te frote los hombros.

Cansado de esperar a que ella se moviera, tiro con fuerza y suavidad de sus munecas y la giro hasta que ella se deslizo entre sus piernas abiertas. Ella sintio los musculos de su pecho contra su espalda. Al cambiar de posicion sus caderas, se percato de que estaba bastante excitado. Una chispa de excitacion la recorrio de pies a cabeza,

Вы читаете Heaven, Texas
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату