del jefe de policia eran duros y significativos.

– Te estoy esperando, Denton. En el momento en que tires el papel de un chicle o escupas en la acera, yo estare ahi.

– No escupo, Jimbo -dijo Bobby Tom-. A menos que te tenga delante.

Mientras se marchaba, miro el retrovisor y vio como Jimbo y Connie discutian a gritos. No sabia por cual de los dos sentia mas pena.

*****

Algo desperto a Gracie. Incluso tras un mes, aun no se habia acostumbrado a pasar la noche en la cama de Bobby Tom y por una fraccion de segundo, no supo donde estaba. El destello de luz que llegaba desde el vestibulo capto su atencion al tiempo que se daba cuenta de que estaba sola en la cama.

Mientras colocaba los pies sobre el suelo y se ponia una bata, vio que eran las tres de la manana. Ya era domingo y Bobby Tom y ella volarian a San Antonio con Natalie y su marido Anton, que estaba en el pueblo ese fin de semana, a primera hora de la manana.

Paso al vestibulo y vio que la luz provenia del estudio. Se detuvo en la puerta. Bobby Tom estaba tumbado en un sillon situado de tal manera que no la podia ver cuando entro. Estaba despeinado y llevaba puesta una bata de seda marron con antiguas monedas espanolas impresas. La luz plateada provenia de la tele, donde el miraba un partido de futbol sin voz.

El pulso un boton del mando a distancia y la imagen retrocedio, se dio cuenta de que lo que mantenia su atencion era una cinta de video. Centro su atencion en la pantalla y lo vio vistiendo el uniforme de los Stars.

El juego de luces y sombras se reflejaron sobre su rostro y marcaron sus pomulos mientras progresaba el juego. Bobby Tom corria hacia la linea de fondo. La pelota iba hacia el, pero parecia estar demasiado alta como para que la pudiera coger. Dio un salto en el aire con facilidad y parecio levitar alli, con cada musculo de su cuerpo estirado.

Se quedo sin respiracion cuando vio como un jugador contrario cargaba hacia el. Bobby Tom estaba totalmente estirado y completamente vulnerable.

El golpe fue brutal. Al cabo de unos segundos, el yacia sobre el campo retorciendose de dolor.

El presiono el boton de rebobinado y cuando lo solto comenzo de nuevo la jugada. Ella se tambaleo cuando se dio cuenta de que eso era lo que el habia estado haciendo la noche que ella habia visto luz en su estudio. Habia estado sentado en la oscuridad volviendo a revivir la jugada que habia acabado con su carrera.

Ella se debio mover o hacer algun tipo de ruido, porque el se giro hacia ella. Cuando la vio alli de pie, presiono otro boton para detener la cienta. La pantalla se volvio borrosa.

– ?Que quieres?

– Me desperte y no estabas.

– No quiero que me hagas preguntas. -Se levanto del sillon y lanzo el mando sobre el asiento.

– Me rompe el corazon pensar en ti aqui sentado, noche tras noche, viendo esa cinta.

– No se de donde sacas esas ideas. Esta es la primera vez que he visto esa cinta desde que me lesione.

– Eso no es cierto -dijo ella suavemente-. Puedo ver la luz desde la ventana de mi dormitorio. Se que la miras muchas veces.

– Mejor ocupate de tus propios asuntos.

Los tendones de su cuello sobresalian por la tension, pero ella no podia echarse atras en algo que era tan importante para el.

– Todavia eres joven. Es hora de que mires hacia delante en vez de mirar hacia atras.

– Tiene gracia. No recuerdo haberte pedido consejo.

– Dejalo, Bobby Tom. -Impulsivamente, ella tendio la mano-. Me gustaria que me dieras esa cinta.

– ?Por que deberia hacerlo?

– Porque te hace dano verla y es el momento de que dejes de hacerlo.

– No sabes lo que dices.

– Por favor dame la cinta.

El senalo con la cabeza la television.

– Si tanto la deseas, coge esa maldita cosa, pero no comiences a actuar como si supieras lo que pienso, porque no lo sabes.

– Pero no te importara si te la guardo, ?verdad? -Se dirigio a la tele y quito la cinta del reproductor de video.

– Solo porque llevemos acostandonos juntos algun tiempo no te da derecho para empezar a meterte en mi vida. Cuando una mujer se mete donde no le importa, la pongo de patitas en la calle, no te olvides. Voy a creer que esta conversacion es el resultado de tu inexperiencia con los hombres.

Ella se nego a dejarse intimidar por su beligerancia porque entendia la causa. Habia atisbado en lo mas profundo de su alma y queria hacerla pagar. Le palmeo el brazo.

– Esto no ha sido una conversacion, Bobby Tom. No has dicho nada importante.

Se deslizo tras el para entrar en el dormitorio y recoger su ropa, pero aun no habia metido el video en el bolso cuando el aparecio por la puerta.

– Quiza sea porque no he dicho nada sucio.

Tenia una sonrisa amplia y perezosa en la boca que no se correspondia con la mirada calculadora de sus ojos. Reconocio el esfuerzo que el estaba haciendo para que dejara de ver su yo interior utilizando su arma favorita, su calculado encanto.

Por un momento ella vacilo, indecisa sobre que direccion tomar. ?El que lo amara le daba derecho a romper los muros que protegian su privacidad cuando el estaba tan decidido en dejarlos en su lugar? Lo queria, pero el sentido comun le dijo que el habia erigido esos muros hacia mucho tiempo y ella no iba a derribarlos en una noche.

– No hables mas, Gracie. -Se quito la bata y luego se la quito a ella. Esperaba que la llevara a la cama, pero la llevo de nuevo al estudio, donde se dejo caer en el gran sillon y la atrajo encima de el. Al cabo de unos minutos, le ensenaba otra manera mas de hacer el amor. Pero ella no disfruto tanto como lo habria hecho normalmente. Habia demasiadas cosas entre ellos.

*****

A la manana siguiente, su vuelo a San Antonio resulto sin incidentes, y con Bobby Tom de guia, la primera parada fue naturalmente El Alamo. El santuario mas importante de Texas se asentaba en medio de hamburgueserias y heladerias en el centro de la bulliciosa San Antonio. Mientras cruzaban la plaza hacia la mision de piedra, un predicador callejero anunciaba el fin del mundo al tiempo que grupos de turistas agarraban firmemente sus camaras de video para filmar la fachada del edificio.

– Estas preciosa -murmuro Bobby Tom-. Lo digo en serio, Gracie. Tendre que encerrarte si te pones mas bonita.

El calor se extendio por su cuerpo cuando el se inclino y deposito un ligero beso sobre sus labios. Su manera de hacer el amor esa madrugada habia sido carnal y sudorosa y de ninguna manera educada. No la habia dejado llegar al orgasmo hasta que habia murmurado una sarta de ordinarieces en su oido. En venganza, ella habia esperado hasta a que se duchara y vistiera, y entonces lo habia obligado a realizar el striptease mas lento del mundo. Despues de todo, ?que sentido tenia ser la amante de Bobby Tom Denton si no podia disfrutar mirando ese maravilloso cuerpo?

Delante de ellos, Natalie iba de la mano de su marido, Anton. La primera vez que Gracie vio a Anton Guyard, se sorprendio por el contraste entre el hombre de negocios de cara redonda que acababa de llegar de Los Angeles y su bella esposa, estrella de cine. Pero Anton era encantador e inteligente, aparte de estar profundamente enamorado de Natalie y ella obviamente adorarlo.

Bobby Tom apreto la mano de Gracie y aparto la vista del rebano de turistas que habian comenzado a clavar los ojos en el. Era muy reconocible con una camisa del Oeste rosa con botones de perla y su omnipresente stetson. Gracie llevaba puesto un top en tonos ocres y una falda corta a juego, sandalias y dorados pendientes colgantes.

Delante de ellos, Natalie se volvio con expresion preocupada.

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