edificado a su alrededor se hizo pedazos. Que Dios la perdonara pero queria estar con el. Sus reuniones habian sido como chispas brillantes en su predecible y monotona vida diaria. La hacia reirse y sentirse joven otra vez. La hacia creer que la vida aun merecia ser vivida y llenaba su dolorosa soledad. Pero al dejar que significara tanto para ella, habia traicionado sus votos matrimoniales y ahora su pecado habia quedado al descubierto ante la unica persona de la tierra ante la que queria ocultar su debilidad
El portero la dejo entrar en el edificio donde estaba el duplex de Way, y tomo el ascensor que conducia a su apartamento. Busco en el bolso la llave que le habia dado, pero antes de que pudiera introducirla en la cerradura, el abrio la puerta desde dentro.
Su cara tenia las mismas arrugas sombrias que recordaba de sus primeros encuentros y casi esperaba que soltara algun comentario mordaz, pero, en lugar de hacerlo, cerro la puerta y la cogio entre sus brazos.
– ?Estas bien?
Solo por un momento, se permitio descansar la mejilla contra la parte delantera de su camisa, pero incluso esa breve comodidad la sintio como una traicion a Hoyt.
– No sabia que el iba a estar alli -dijo ella apartandose-. Fue tan inesperado.
– No dejare que te moleste por ello.
– Es mi hijo. No podras detenerle.
El camino hasta la ventana y, apoyando la mano en la pared que habia al lado, miro hacia abajo.
– Si pudieras haber visto la expresion de tu cara cuando estabamos alli… -Enderezo los hombros al tiempo que inspiraba profundamente-. No me creyo cuando le dije que nos habiamos encontrado por accidente. No fui lo suficientemente convincente. Lo siento.
Era un hombre orgulloso, y ella entendio lo que le habia costado mentir.
– Yo tambien lo siento.
El la miro y su expresion fue tan sombria que ella quiso llorar.
– No puedo soportalo mas, Suzy. No puedo seguir escondiendome. Quiero poder pasear contigo en Telarosa y poder ir a tu casa. -Le dirigio una mirada larga e indagadora-. Quiero poder tocarte.
Ella se dejo caer en el sofa, sabiendo que habia llegado el final pero sin ser capaz de aceptarlo.
– Lo siento -repitio ella.
– Tengo que dejarte ir -dijo el quedamente.
El panico se apodero de ella y cerro las manos a los costados.
– ?Estas utilizando lo ocurrido como una salida? Ya te has divertido lo suficiente y ahora quieres deshacerte de mi y de paso trasladar
Si estaba sorprendido por su injusto ataque, no mostro ninguna senal.
– Esto no tiene nada que ver con
Ella le echo a la cara todo su dolor y culpabilidad.
– ?Le gusta a los hombres como tu tener algun tipo de club donde os contais las historias sobre las mujeres a las que seducis con amenazas? Se debieron reir de ti cuando fuiste detras de una vieja como yo en vez de ir detras de una jovencita pechugona.
– Suzy, para -dijo el cansado-. Nunca tuve intencion de amenazarte.
– ?Estas seguro de que no quieres joderme otra vez? -Su voz se atoro por las lagrimas-. ?O fue tan desagradable que con una vez te llego?
– Suzy… -Se acerco a ella, y ella supo que queria tomarla entre sus brazos, pero antes de que la pudiera tocar, se levanto de un salto y se aparto de el.
– Me alegro de que todo esto termine -dijo ella furiosa-. En primer lugar nunca quise que ocurriera y asi las cosas volveran a ser como eran antes de que entrara en tu despacho.
– Yo no. Estaba condenadamente solo. -Se paro delante de ella, pero no la toco-. Suzy llevas viuda casi cuatro anos. Dime por que no podemos estar juntos. ?Aun me odias?
Su colera se desvanecio. Lentamente, ella nego con la cabeza.
– Nunca te odie.
– Nunca tuve intencion de trasladar
Ella torcio el gesto, rogandole en silencio que no dijera nada mas, pero el no se detuvo.
– Esa tarde cuando entraste en mi despacho, te mire y me senti una vez mas como el nino del otro lado.
– Y me castigaste por ello.
– No era mi intencion. Nunca fue mi intencion chantajearte para que te acostaras conmigo -seguramente ahora lo sabes- pero estabas tan bella esa noche en mi dormitorio…, te deseaba tanto que no pude dejarte ir.
Comenzaron a caerle lagrimas de los ojos.
– ?Me obligaste! ?No es culpa mia! ?Me sedujiste! -Incluso a sus oidos, sus palabras sonaron como si fuera una nina que no queria responsabilizarse de sus acciones y culpaba a quien tuviera alrededor.
La miro con ojos tan cansados y tristes que ella quiso llorar. Cuando hablo, su voz era ronca y llena de dolor.
– Es cierto, Suzy. Te obligue. Fue culpa mia. Solo mia.
Ella se obligo a mantenerse en silencio y dejar que todo acabara asi, pero su innato sentido del honor se rebelo. Era su pecado mucho mas que de el. Mientras se giraba, murmuro-: No, no lo fue. Todo lo que tenia que hacer era decir no.
– Habia pasado demasiado tiempo para ti. Eres una mujer apasionada y me aproveche de eso.
– Por favor no mientas por mi; bastante lo he hecho yo. -Aspiro entrecortadamente-. No me obligaste. Podia haberme marchado en cualquier momento.
– ?Por que no lo hiciste?
– Porque… me gustaba.
El la toco.
– Lo sabes, ?no? Me enamore de ti esa noche. O quiza hace treinta anos, y nunca pude superarlo.
Ella presiono las yemas de sus dedos sobre sus labios.
– No digas eso. No es cierto.
– Me enamore de ti, Suzy, si bien se que no me puedo comparar con Hoyt.
– Esto no es algo para hacer comparaciones. El era mi vida. Nos casamos para siempre. Y cuando estoy contigo, lo traiciono.
– Eso es una locura. Eres viuda, y en este pais, las mujeres no se tiran a la pira funeraria de su marido muerto.
– El era mi vida -repitio ella, sin saber de que otra manera decirlo-. No podra haber otro.
– Suzy…
Sus ojos estaban llenos de lagrimas.
– Lo siento Way. Nunca tuve intencion de lastimarte. Me… me importas demasiado.
El no pudo ocultar su amargura.
– Aparentemente no lo suficiente como para deshacerte de tus velos de viuda y seguir con tu vida.
Ella vio el dolor que le estaba causando y lo sintio en su propia piel.
– Viste como reacciono Bobby Tom esta noche. Me quise morir.
La miro como si lo hubiera abofeteado.
– Entonces no hay nada mas que decir, ?no? No te avergonzare mas.
– Way…
– Recoge tus cosas. Mandare que te venga a buscar un coche. -Sin darle oportunidad de responder, el salio del apartamento.
Ella huyo a la habitacion de invitados, donde se habia alojado desde esa primera noche y metio sus ropas en una maleta. Mientras las lagrimas resbalaban por sus mejillas se dijo que la pesadilla habia terminado. Al final, aprenderia a vivir con lo ocurrido, a perdonarse y seguir viviendo su vida. De ahora en adelante estaria a salvo.
Y muy sola.