– Tuve que esperar un monton de anos para conseguir desnudar una mujer en mi habitacion, pero ha valido la pena cada minuto de espera.

Ella le acaricio el cuello con la nariz y sintio la suave abrasion de su barba contra su sien.

– ?Soy mejor que Terry Jo?

Su voz era ronca cuando rodo a un lado y ahueco su pecho.

– Terry Jo era simplemente una chica, carino. Tu eres una mujer hecha y derecha. No hay comparacion posible.

Ella oyo un ruido en el piso de abajo y elevo la cabeza rapidamente al darse cuenta que la puerta del dormitorio estaba abierta. Tuvo un presentimiento.

– ?Cerraste la puerta de la calle cuando regresaste?

– Creo que no.

Pero antes de que dijera nada mas, se oyo la inconfundible voz del alcalde Luther Baines al pie de las escaleras.

– ?Bobby Tom? ?Estas ahi arriba?

Con una boqueada, Gracie se puso de pie y agarro su ropa. Bobby Tom bostezo, luego saco sus piernas por un lado de la cama con lentitud.

– Sera mejor que no te acerques mas, Luther. Gracie esta desnuda aqui arriba.

– ?En serio?

– Consegui que se desnudara para mi.

Gracie podia sentir como se ruborizaba de pies a cabeza y le dirigio una airada mirada de enfado. El le sonrio ampliamente.

– ?Por que no nos esperas en la cocina? -grito Bobby Tom-. Bajaremos en unos minutos.

– Vale -contesto el alcalde-. Y, Gracie, Terry Jo le conto a la Sra. Baines tu idea de lo del centro social y dijo que estaria encantada de ayudar a formar un comite de voluntarios.

Las mejillas de Gracie se ruborizaron todavia mas mientras buscaba un paquete de kleenex en su bolso.

– Agradezcaselo de mi parte, Sr. Baines -dijo ella debilmente.

– Oh, se lo puedes agradecer tu misma. Ha venido conmigo, esta a mi lado.

Gracie se quedo helada.

– Hola, Gracie -grito alegremente la Sra. Baines -. Hola, Bobby Tom.

La amplia sonrisa de Bobby Tom se hizo mas amplia.

– Hola, Sra. Baines. ?Hay alguien mas ahi abajo?

– Solo el Pastor Frank de la iglesia baptista -contesto la esposa del alcalde.

Gracie dejo escapar un pequeno gritito de alarma.

Bobby Tom le despeino el pelo y se rio ahogadamente en voz baja.

– Estan bromeando, carino.

– La sra. Frank y yo pensamos que la idea de un centro para personas de la tercera edad es maravillosa, senorita Snow. -El hueco de la escalera se lleno con el sonido profundo de una voz que era inequivocamente pastoral-. La iglesia baptista se compromete a ayudarla en su proyecto.

Con un gemido, Gracie se dejo caer en la cama, mientras Bobby Tom comenzaba a reirse tan fuerte que ella finalmente tuvo que golpearlo con una almohada.

Despues, nunca pudo recordar con nitidez como consiguio bajar las escaleras para enfrentarse a varios de los mas prominentes ciudadanos de Telarosa. Bobby Tom le llego a decir que su actitud habia sido como la de la Reina Isabel de Inglaterra solo que mas digna, pero nunca supo si creerle o no.

capitulo 21

La manana del viernes que se inauguro “La casa de Bobby Tom” fue calida y brillante, un dia claro de principios de octubre. Los colegios habian cerrado por la celebracion del Festival de Heaven y los jardines estaban abarrotados con jovenes y no tan jovenes. Todo el pueblo habia recibido instrucciones para vestirse de epoca durante el fin de semana. Muchos de los hombres se habian dejado crecer barba y bigote, y las faldas de las mujeres ondeaban con la brisa. Los adolescentes se arremolinaban entorno a los coches aparcados en las calles. Toda su concesion a vestirse de epoca era, igual que en Bobby Tom, llevar vaqueros y stetsons.

– … y asi, en esta bella manana de octubre, reunidos bajo la sombra de estos viejos arboles en honor a…

Mientras Luther soltaba el discurso, Bobby Tom estudio la muchedumbre desde su ventajosa situacion en la pequena plataforma que se habia construido delante del taller. Su madre estaba sentada a su lado, Gracie estaba al otro lado. Gracie habia protestado por tener que sentarse con los dirigentes, pero el habia insistido. Estaba preciosa con un vestido amarillo con botones color cereza, un sombrero de paja antiguo y unas gafas de sol muy modernas.

El comite del Festival de Heaven habia tenido intencion de inaugurar la casa ese mismo dia por la noche, pero Bobby Tom se habia negado. Sus amigos deportistas que participaban al dia siguiente en el torneo de golf comenzarian a llegar al mediodia y queria pasar toda aquella verguenza antes de que ninguno pusiera un pie en Telarosa, aunque tenia que admitir que ya no protestaba tanto sobre ese proyecto desde que a Gracie se le habia ocurrido la idea de que la casa tambien albergase el centro civico. Ella era, por lo que veia, la mujer con las mejores ideas que habia conocido nunca.

Mientras Luther seguia con el discurso, la mirada de Bobby Tom cayo sobre su madre. Deseaba saber que era lo que le pasaba. En los ultimos diez dias habia intentado hablar con ella varias veces sobre lo ocurrido, pero cada una de las veces ella habia desviado la conversacion mostrandole unas plantas nuevas en su jardin o algun folleto de un crucero.

Luther agito los brazos y grito ante el microfono preparando el terreno para el apoteosico final.

– ?Y ahora os presento al ciudadano modelo de Heaven, Texas! Al hombre con dos anillos de la Super Bowl… ?Al hombre que se ha dado desinteresadamente al pueblo, al gran estado de Texas y a los Estados Unidos de America! ?El mejor receptor de la historia del futbol profesional… nuestro hijo predilecto… Bobby Tom Denton!

Bobby Tom se puso de pie ante los gritos de la multitud y se acerco al podio, resistiendo el deseo de romperle los dedos a Luther mientras le daba la mano. Tenia que dar un discurso, pero no le preocupaba. Llevaba dando discursos delante de esa gente desde que estaba en secundaria y sabia exactamente que decir.

– ?Es bueno estar en casa otra vez!

Fuertes aplausos y silbidos.

– Veo por aqui, a la gente que ayudo a mis padres a educarme, no penseis que lo he olvidado.

Mas aplausos.

El continuo con el discurso, intentarlo animarlo lo suficiente como para no morirse de aburrimiento, pero moderandolo para que la gente no se hartara. Cuando termino, le dio a su madre las tijeras para cortar la cinta que se extendia ante la puerta principal. Mas aplausos y “La casa de Bobby Tom Denton” y futuro centro civico de la tercera edad, quedo oficialmente inaugurada.

Mientras su madre se giraba para saludar a sus amigos, el puso el brazo sobre los hombros de Gracie. Entre la preparacion del Festival de Heaven y sus brutales rodajes diarios, no habian podido pasar tanto tiempo juntos como a el le hubiera gustado. Ultimamente, se daba cuenta de que no disfrutaba de un chiste solo porque ella no estaba con el para compartirlo. Era una de las muchas cosas buenas de Gracie, entendia la gracia de la vida como no lo hacia ninguna otra persona.

Bajo la cabeza para poder murmurar en su oido.

– ?Que te parece si ponemos una excusa y desaparecemos un par de horas?

Ella lo miro con genuina consternacion; otra de las cosas que le gustaban de ella. Nunca trataba de disimular su placer ante sus caricias, ni negaba su relacion fisica.

– Me encantaria si pudieramos, pero sabes que tienes que volver al rodaje. Ya te dan manana el dia libre. Ademas, necesito ir al hotel para rellenar todas las tarjetas de bienvenida de tus amigos. Te recuerdo que tienes que estar en el club de campo a las seis de la tarde para poder saludar previamente a todos en privado.

El suspiro. Ella aun no lo sabia, pero cuando esa pelicula estuviera terminada, ellos dos iban a pasar unos dias

Вы читаете Heaven, Texas
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату