– Es una oferta que no puedo rechazar -se inclino hacia delante y le mordisqueo el cuello.

Ella gimio y ladeo la cabeza, y el aprovecho para mordisquearle el lobulo de la oreja.

– Muy bien -murmuro contra su piel-. Pero creo que deberias llamarla Besame. Ella suspiro de placer.

– De acuerdo.

– De pronto estas de acuerdo con todo.

– Me pongo asi cuando un hombre sexy me besa la oreja. No digas que no te lo he advertido.

– Tomo nota -la beso de nuevo-. Pero no creas que con eso vas a asustarme.

– Espero que no.

Ella giro el rostro y el la beso en la boca. Se echo hacia delante y presiono el miembro erecto contra su cuerpo femenino. De pronto, sintio que todo a su alrededor desaparecia, menos ella. El sabor de su boca, el aroma de su piel, las curvas de su cuerpo. Deslizo las manos una pizca hacia abajo y la atrajo hacia si para besarla con mas intensidad, y explorar el interior de su boca a la vez que le acariciaba el trasero.

Ella se movio una pizca y el noto que se excitaba aun mas. No recordaba haber deseado tanto a una mujer. Ella empezo a acariciarle el cuerpo, por debajo del albornoz, y cuando poso las manos sobre su trasero, lo atrajo hacia si.

Evan la tomo en brazos y la sento sobre el mostrador. Ella gimio y separo las piernas. Evan se coloco entre ellas y le acaricio el cuello con la lengua mientras, con la mano, separaba de su piel el escote del vestido. Dejo sus senos al aire y se los acaricio, jugueteando con los dedos sobre los pezones. Inclino la cabeza y rodeo la aureola con la lengua antes de introducir en su boca su pezon turgente.

– Evan… -pronuncio ella y arqueo la espalda. Le quito el albornoz de los hombros y le acaricio el torso, provocando que, con cada caricia, se incendiara por dentro.

El deslizo las manos hasta sus muslos y las metio debajo del vestido. Descubrio que no habia nada mas que su piel.

– No llevas ropa interior -susurro, y le levanto la prenda hasta la cintura. Al acercar la mano a su entrepierna, la encontro humeda y caliente.

Ella gimio al sentir que introducia dos dedos en la parte mas intima de su ser.

– No pense que… ?ahhh!… la necesitara.

– No la necesitas. Creeme. No me quejo de nada.

Jadeando, ella le bajo la ropa interior y le acaricio el miembro erecto. El respiro hondo y empujo contra su mano.

– Un preservativo -dijo ella, mordisqueandole el cuello.

– En mi cartera. Al otro lado de la habitacion. ?Maldita sea!

– En mi bolso. Esta mas cerca.

Mientras el seguia acariciandola, ella estiro hacia atras y agarro el bolso mojado. Algo cayo al suelo, y ambos lo ignoraron. Con un gesto de impaciencia, ella volco el contenido sobre el mostrador. El vio un preservativo y es lo puso todo lo rapido que pudo. Entonces, Lacey lo rodeo con las piernas por la cintura y el la penetro con un unico movimiento.

Sus gemidos inundaron la habitacion. Evan se retiro casi del todo y la penetro de nuevo, disfrutando del lento viaje hasta el placer que habia deseado desde el primero momento que entro en la tienda. Ella clavo los dedos en su espalda y el apreto los dientes para controlarse y no llegar al orgasmo. Cuando Lacey echo la cabeza hacia atras y jadeo, Evan se dejo llevar, empujo con fuerza y permitio que el orgasmo se apoderara de el.

Cuando dejo de temblar, echo la cabeza hacia atras y espero a recuperar la respiracion. Ella apoyo la frente contra su torso, exhalando de forma entrecortada contra su piel.

Un pitido rompio el encanto de la situacion. Evan levanto la cabeza y fruncio el ceno. Aquel sonido le resultaba familiar.

– ?Es un buscapersonas? -pregunto Lacey.

Aquel sonido era el buscapersonas de Evan. Y, al oirlo, regreso a la realidad. ?Que diablos estaba haciendo? Acababa de mantener relaciones con una inquilina. El nunca se acostaba con las inquilinas. Era una de sus normas. Dio un paso atras y se paso la mano por el cabello.

– Es el buscapersonas del trabajo.

Ella lo miro fijamente.

– ?Trabajo? ?A estas horas? ?Y en fin de semana?

– Es mi jefe. Esta en Londres esta semana. Alli es por la tarde. No importa que sea fin de semana… Trabaja todo el tiempo.

Ella no contesto, pero por la cara que puso era evidente que acababa de meterlo en la categoria de «clones impersonales». Sin decir nada, le entrego un monton de servilletas de papel y se bajo del mostrador.

– Escucha -dijo ella, mientras se recolocaban la ropa-. No se lo que me ha sucedido pero… Lo que acaba de pasar no lo hago habitualmente.

– Lo creas o no, yo tampoco.

– Se nos ha ido de las manos. Alego enajenacion mental transitoria.

– Ya somos dos -dijo el. -Esto no volvera a pasar.

Evan sabia que debia decir que estaba de acuerdo, pero las palabras se le atascaron en la garganta.

– De hecho -continuo ella-, tenemos que olvidar que ha sucedido.

Antes de que Evan pudiera contestar, llamaron a la puerta y volvio la cabeza hacia la entrada. Un hombre vestido con un mono de la American Car Association llamaba contra el cristal.

El episodio con Lacey habia terminado.

Y a Evan se le ocurrio que, a lo mejor, estaba hechizado.

Capitulo 7

El martes, a las diez de la noche, Lacey cerro con llave la puerta de Constant Cravings y comenzo a cruzar el jardin. Las ventas de los tres ultimos dias habian sido un poco flojas y ella habia aprovechado el tiempo para hornear los encargos que le habian hecho. Lo malo era que habia tenido demasiado tiempo para pensar y que su mente solo se centraba en una unica cosa. Evan Sawyer.

De acuerdo, en realidad, en un par de cosas… En Evan Sawyer y en el sexo magnifico que habia compartido con el.

No se habian visto desde que se despidieron la noche del sabado, y cualquiera pensaria que ese tiempo habria sido suficiente para que se olvidara de el. Pero no. Pensaba en el cada tres segundos o asi. Incluso a veces, mas a menudo. El tacto de sus caricias y de sus besos, la sensacion de tenerlo en el interior de su cuerpo, el sabor de su boca, el roce de su piel… Era como si todo hubiera quedado grabado en sus sentidos. Tres dias despues, todavia estaba nerviosa y excitada.

Ademas, Evan no solo habia conseguido que se excitara, sino que tambien la habia sorprendido. Era un hombre divertido e inteligente, y muy agradable. Demasiado.

No esperaba verlo el domingo, pero el hecho de que el no hubiera entrado en la tienda, ni el dia anterior ni ese mismo dia, hacia evidente que se habia tomado en serio lo que ella le habia dicho acerca de que debian olvidar lo que habia sucedido entre ellos.

Y era lo mejor, sin duda. Aun asi, a pesar de que Evan estuviera haciendo lo que ella le habia pedido, tenia que admitir que el hecho de que la hubiera dejado en paz del todo, la molestaba. Era evidente que no la habia encontrado tan divertida, inteligente y encantadora como ella a el. Y el hecho de que estuviera tan afectada le sorprendia. ?Por que no podia dejar de pensar en el?

Ese dia recibio un mensaje suyo por correo electronico. Al ver su nombre en la bandeja de entrada de Constant Cravings, se le acelero el corazon.

Te agradeceria que pasaras por mi despacho antes de irte a casa esta noche. No importa la hora, trabajare hasta tarde.

Evan

El tono impersonal del mensaje y la falta de detalles provocaron que un monton de preguntas invadieran su mente. ?Para que queria verla? ?Habia estado pensando en ella? ?Queria repetir lo sucedido? ?Queria averiguar si

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