Gracias a mi amante, los articulos cotidianos adquirieron significados completamente nuevos y sensuales. La mantequilla y la miel extendidas sobre la piel constituian un delicioso tentempie de medianoche. Y mis medias de seda eran cuerdas perfectas para atar a mi amante a la cama…
por una Dama Anonima
En cuanto Barkley abrio la puerta y Carolyn y Daniel entraron en el vestibulo, se vieron asediados por la familia de Daniel, cuyos miembros ladraban y maullaban en diversas octavas y con distinta intensidad. Daniel se pregunto si el aspecto, decididamente imperfecto, y la bienvenida casi ensordecedora de sus mascotas, incomodarian a Carolyn como lo habian hecho con las ultimas mujeres que habia invitado a su casa. Sin embargo, en lugar de retroceder ante el caos y las lesiones cicatrizadas de las mascotas, Carolyn se sumergio de lleno en el barullo.
Los galos se restregaron contra las botas de Daniel mientras los cuatro alborotadores perros le dieron la bienvenida con tal entusiasmo que parecia que hubiera estado fuera durante semanas. Resultaba evidente que Carolyn les gustaba y, tras unos cuantos olfateos preliminares, la recibieron como si fuera una gran amiga a la que habian perdido de vista hacia mucho tiempo. Con cada maullido y ladrido, parecian preguntarle a Daniel: «?Quien es esta deliciosa criatura que nos has traido?»
Daniel contemplo la resplandeciente sonrisa de Carolyn y sintio como si el pecho se le encogiera.
«Es Carolyn, y la adorareis.»
Daniel se acuclillo y enseguida fue objeto de una avalancha de jubiloso afecto canino que estuvo a punto de tumbarlo. Al ver aquel desenfreno, Carolyn se echo a reir, se acuclillo junto a Daniel y enseguida recibio una lluvia de entusiasta afecto canino y ronroneos felinos.
– Son maravillosos -consiguio decir entre risas entrecortadas mientras acariciaba y rascaba a los animales y eludia los besos caninos.
– Estan locos -la corrigio Daniel, incapaz de dejar de reir a pesar del tono exasperado con que lo dijo-. Te los presentare -declaro levantando la voz para que ella lo oyera por encima del barullo. Le dio unas palmaditas al perro de enmaranado pelo marron y raza indescriptible que no tenia cola y declaro-: Este es Rabon. -Entonces senalo con la cabeza, un perro castano y mediano al que le faltaba una de las patas traseras y que intentaba, con todas sus fuerzas, lamer la barbilla de Carolyn-. Ese tan ligon es Paticojo.
– Y supongo que este es Pelon -declaro Carolyn, cogiendo al cachorro sin pelo y de mirada enternecedora que jadeaba de placer.
– Exacto. Y este demoniete es Gacha -contesto Daniel, cogiendo a una inquieta bola de pelo blanco y negro que solo tenia una oreja puntiaguda y con el extremo caido.
Entonces senalo los dos gatos, que ahora estaban sentados tranquilamente a varios metros de distancia con la cola enrollada alrededor de su propio cuerpo. Los gatos observaban toda aquella actividad canina con un desden y una altaneria felinos que indicaban, claramente, que la consideraban indigna.
– La negra con un solo ojo se llama Guinos -explico Daniel.
– Si, la conoci ayer por la noche.
– Y la de manchas es Ladeo. Es el unico miembro de este grupo salvaje que se muestra reservado y le falta un trozo de una de las patas delanteras. Las dos creen que la casa es suya. Amablemente, nos permiten, a mi y a los sirvientes, vivir aqui, pero con la condicion de que las alimentemos. Estoy convencido de que se pasan todo el tiempo que no estan durmiendo conspirando para echar a los perros a la calle.
Dejo a Gacha en el suelo, se incorporo y le tendio la mano a Carolyn quien, a su vez, dejo a Pelon sobre el suelo de marmol y apoyo la mano en la de Daniel. Aquel simple acto no tenia por que haber acelerado el corazon de Daniel como lo hizo.
Cuando Carolyn estuvo de pie, Daniel miro al cuarteto de inquietos perros y ordeno:
– ?Sentaos!
Reconociendo la voz de la autoridad, Paticojo, Rabon y Pelon lo obedecieron de inmediato. Sin embargo, Gacha continuo erguida y agitando su agil cola.
Carolyn se rio al ver la actitud de la pequena perra que la miraba con ojos negros y mirada de adoracion.
– Parece que este perrito necesita un poco mas de entrenamiento.
– Perrita -la corrigio Daniel-. Y me temo que se necesita algo mas que entrenamiento con ella.
– ?A que te refieres?
– No habla ingles.
Carolyn parpadeo sorprendida.
– ?Disculpa?
– Supongo que deberia decir que no entiende el ingles. Samuel la encontro frente a un edificio del que provenian unos gritos en frances.
– Nunca habia oido nada parecido. Quizas ha perdido oido a causa de las heridas que ha sufrido.
– ?Ah, no, si ella oye bien! Sobre todo cuando se habla de comida.
– ?Has intentado hablarle en frances?
– Por desgracia, mi frances es horrible y todavia tengo que encontrar a alguien que sepa dar ordenes a un perro en frances. -Lanzo a Carolyn una mirada esperanzada-. Supongo que no hablaras frances.
– Solo un poco, y me temo que bastante mal. Aun asi, podria intentarlo. -Miro a Gacha y se aclaro la garganta-. Asseyezvous!
El trasero de Gacha enseguida se aposento en la baldosa de marmol que tenia debajo.
Daniel la contemplo durante varios segundos y despues se echo a reir.
– ?Eres una genio!
Carolyn sonrio abiertamente.
– En absoluto. Ademas, mi acento es horroroso.
– Tonterias. Es perfecto. Y ahora, mi encantadora genio, ?puedes decirle que deje de morder mis botas? ?Y mis muebles? ?Y mis bastones de paseo?
– Me temo que no se decir ninguna de estas cosas.
– Mis botas, mis muebles y mis bastones de paseo estan desolados, pero, por favor, intenta algo mas.
– De acuerdo. -Carolyn fruncio los labios y dijo-: Me parlez.
Gacha respondio con una serie interminable de ladridos entusiasmados.
– ?Que le has dicho? -pregunto Daniel por encima del ruido.
– Que me hable.
– ?Excelente!
Como Gacha seguia ladrando de una forma ensordecedora, Daniel anadio:
– Supongo que sabras como decir «callate» en frances.
Carolyn miro a la bola de pelo ladrante.
– Calmez-vous, s'il vous plait.
Gacha se callo de inmediato.
– ?Brillante! -exclamo Daniel-. Tengo que escribir esas ordenes. Tienes mi eterna gratitud.
– Quiza puedas ensenarle ingles diciendole las ordenes en frances y a continuacion en ingles.
– ?Lo ves? Ya te he dicho que eres un genio.
Carolyn se echo a reir. Al verla banada por los rayos de sol que entraban por la ventana y que la rodeaban formando un halo dorado y con los ojos chispeantes de alegria, Daniel, literalmente, se quedo sin aliento. Y sin habla. Sin poder hacer otra cosa mas que contemplarla.
No supo cuanto tiempo estuvo alli, simplemente mirandola, hasta que ella le pregunto con un deje de diversion en la voz:
– ?Tu eterna gratitud podria incluir una taza de te? Todavia me falta hablar contigo acerca de Katie.
Sus palabras lo sacaron de su aturdimiento y Daniel se propino a si mismo una bofetada mental. ?Demonios, con solo mirarla se olvidaba de si mismo!
– Si, claro. Te. Y quizas incluso unas galletas. Al oir la palabra «galletas», Gacha solto dos ladridos. Daniel miro a la perra, que estaba meneando la cola.