darle tal noticia a Sarah antes de que de a luz.
– Pero, sin duda, Julianne y ella sospechan que pasa algo.
– Les dije lo mismo que le he dicho a Daniel. Que he pillado un buen resfriado y que sufro de dispepsia, lo que, segun el primer medico que me examino, es cierto.
– Pero crees que es algo mas que eso, ?no?
– Me temo que si.
– No puedes enganar a la gente que te quiere, Carolyn, no por tiempo indefinido. En cuanto te he visto hoy, he sabido que te pasaba algo, y me he prometido a mi misma que lo descubriria incluso aunque tuviera que sacarte la verdad a la fuerza. Se que intentas ser noble y ahorrarnos dolor, pero nos necesitas. Igual que nosotros te necesitamos a ti. Queremos ayudarte. Y debes permitirnos que lo hagamos. Juntos podremos vencer cualquier adversidad.
– Si el amor pudiera salvar vidas, curar enfermedades, creeme, Edward estaria vivo.
– No sabes si tienes la misma enfermedad que Edward -insistio Emily. -Por ejemplo, tia Agatha se ha desmayado al menos tres veces a la semana durante las dos ultimas decadas, y tiene la salud de un roble.
Carolyn esbozo una tremula sonrisa.
– Pero tu tia Agatha siempre se las arregla para desmayarse sobre sillas y sofas.
– Es una suerte que tengamos tantos, pues no hace otra cosa que desmayarse. Carolyn, no debes perder la esperanza.
– No lo he hecho. Es solo… que me he sentido muy mal y he preferido no preocupar a nadie.
– Bien, pero tienes que olvidarte de eso -dijo Emily con acritud. -La gente que te ama tiene derecho a preocuparse por ti. -Le dirigio a Carolyn su mirada mas severa, la que siempre conseguia que sus hermanos abrieran los ojos como platos al saber que se habian pasado de la raya y que muy pronto iban a pagar las consecuencias. -No me hagas enfadar, senorita.
Carolyn solto una risita llorosa, luego, Emily le dio un fuerte abrazo. Permanecieron abrazadas durante un minuto antes de soltarse.
– Gracias… lo necesitaba -dijo Carolyn, con los brazos todavia en torno a la cintura de Emily. A Emily se le oprimio el corazon.
– Puede que hayas estado sola hasta ahora, pero ya no. Me tienes aqui. Y tambien a Daniel. Debes decirselo ya. Carolyn asintio.
– Si. Lo hare. Despues de la fiesta de esta noche.
– Idos a casa -la insto Emily. -Diselo ya. Te sentiras mejor despues de que lo hagas.
– En realidad, ya me siento mejor. Desde luego, mucho mejor que cuando llegue. Hablar contigo me ha levantado el animo.
– Aun asi, creo que deberias irte a casa.
Carolyn nego con la cabeza.
– No. De verdad que me siento bien, y te agradezco tener algo mas que hacer aparte de preocuparme. Quiero interpretar mi papel de testigo en la aparicion del vampiro.
Emily parpadeo. Santo Cielo, se habia olvidado por completo de eso. Sus problemas eran insignificantes comparados con los de Carolyn. A pesar de las valientes palabras de su amiga, Emily estaba muy preocupada por ella, aunque jamas se lo demostraria. No, seria la voz alegre y optimista que Carolyn necesitaba.
Y rezaria como nunca lo habia hecho antes.
Carolyn saco un panuelo de su ridiculo y se enjugo los ojos.
– ?Parece que he llorado?
– No. Estas preciosa. -Y palida, aunque no tanto como antes. Y demasiado delgada. Y muy fragil. -Siempre estas guapisima. Y yo, ?estoy hecha un desastre?
Carolyn dejo escapar una risita.
– Estas espectacular. Como siempre. La mujer mas radiante de la fiesta.
– Lo dices porque eres mi amiga.
– Eso no hace que sea menos cierto. Y hablando de espectacular, tengo que decirte que he estado pensando en tu dificil situacion.
Una oleada de puro amor golpeo a Emily, y tuvo que parpadear para contener las lagrimas. Carolyn habia dejado a un lado sus propios problemas para resolver los de ella.
– No estoy segura de si espectacular es la mejor palabra para describir mi problema -dijo Emily, forzando una sonrisa y una risita.
– Me refiero a Logan Jennsen.
Emily se quedo paralizada. El nombre parecio vibrar en el aire entre ellas. De una manera tan inquietante que la puso ridiculamente nerviosa.
– ?Perdon?
– Logan Jennsen.
– ?Crees que es espectacular? -Una punzada de algo parecido a los celos, aunque por supuesto no lo era, atraveso a Emily.
– En realidad si. De hecho, creo que el es la solucion perfecta a tu problema.
Emily esbozo una mueca de desagrado como si hubiera mordido un limon.
– Si no me equivoco, el senor Jennsen posee empresas navieras, no una editorial. No creo que el tenga ningun interes en publicar mi historia.
– Estoy de acuerdo, aunque dadas sus vastas propiedades, no me extranaria nada que tambien fuera dueno de una editorial. Quiero decir que es rico. Muy rico. -La tranquila mirada de Carolyn taladro la de Emily. -Y esta soltero.
Emily sintio que se quedaba boquiabierta. Si hubiera podido hacer algun movimiento, habria bajado la mirada para ver si se le habia caido la mandibula al suelo. Se quedo totalmente helada, lo que era extrano, teniendo en cuenta la llamarada ardiente que le recorrio la sangre mientras intentaba recuperar la voz.
– No puedes estar diciendo lo que creo que estas diciendo.
– Bueno, por lo menos has dejado de mirarme como si yo fuera de cristal y estuviera a punto de romperme.
– Tienes razon. Ahora te miro como si fueras una lunatica.
– Te aseguro que no lo soy. Piensalo, Emily. Es muy guapo…
– Es un grosero.
– Atractivo.
– Los he visto mejores.
– Es probable que sea el hombre mas rico de Inglaterra. Contra eso no podia decir nada. -Y no se opone al matrimonio -anadio Carolyn. -Pero yo si me opongo.
– Si tu plan fracasa, tendras que casarte. Y pronto.
– Por eso estoy resuelta a no fracasar. -Casarse con Logan Jennsen. Santo Dios, ?que idea tan ridicula! ?Ja! Solo de pensar en ello sentia ganas de reirse a carcajadas. ?Ja, y ja! Y, desde luego, esos extranos cosquilleos que la atravesaban de los pies a la cabeza no podian ser otra cosa que las vibraciones de su risa interior.
– De hecho -continuo Emily, -es hora de que ponga mi plan en marcha. -Era un poco mas temprano de lo que habia pensado en un principio, pero cuanto antes acabara con todo aquello, antes podria irse Carolyn. -Vamos a charlar con esas damas y luego me excusare. Deja pasar cinco minutos, mira hacia las ventanas de la terraza. - Apreto las manos de Carolyn. -?Estas segura de que te sientes con fuerzas para hacer esto?
– Si. ?Estas segura de que todavia quieres hacerlo?
– Por supuesto. -Sonrio mirando a Carolyn a los ojos, negandose a fijarse en las sombras violetas que tenia debajo. -Todo saldra bien, Carolyn.
Le rogo a Dios no equivocarse.
CAPITULO 05