Miro fijamente a su hermano y vio el brillo en sus ojos al comprender que tenia razon.

– Piensas que algo o alguien de tu pasado ha regresado para atormentarte.

– El tipo de actividades que desempene para la Corona pueden haber hecho que alguien no me tenga en gran aprecio -dijo Colin.

– ?Tienes alguna teoria?

– Todavia no, apenas he tenido oportunidad de pensar en ello.

– ?Alguna razon por la que alguno de los nombres de la lista que me mostraste quisiera verte muerto?

– No estoy seguro. ?Cual fue la reaccion de Wexhall cuando le mostraste la lista, Nathan?

– Todavia no lo he hecho. Wexhall estaba fuera.

Colin cruzo la habitacion y se dirigio a su escritorio de donde cogio el trozo de papel color marfil donde habia escrito los nombres que Alexandra le habia dictado. Paso la mirada por la lista.

– En estos ultimos anos he ganado a Barnes a las cartas -dijo-, he rechazado educadamente una proposicion amorosa de la mujer de Carver, he tenido una aventura con la hija viuda de Mallory, y he tomado una decision negativa con respecto a la adquisicion de un cuadro de Surringham. Fui con Ralstrom y Whitemore a las carreras hace dos anos y los deje sin blanca. Mas recientemente, he arruinado las expectativas de lady Whitemore de que me case con su hija, lady Alicia. Tanto lady Miranda como lady Margaret parecen tener interes en mi y estan encantadas conmigo. Respecto a Jennsen, me lo acaban de presentar.

– Nada de eso parece demasiado amenazador.

– No, no lo parece. Seguire pensando en ello y quiza se me ocurra algo mas. Y puede que Wexhall sea capaz de arrojar algo de luz.

– Ten por seguro -dijo Nathan asintiendo- que si tu eres realmente el objetivo, Wexhall y yo haremos todo lo que este en nuestras manos para asegurarnos de que no sufras ningun dano.

– Gracias. Ni madame Larchmont.

– Si. -La mirada de Nathan se torno interrogativa-. ?Estas listo para hablarme de ella?

– ?Que es exactamente lo que quieres saber?

– Todo. O por lo menos todo lo que estes dispuesto a contarme. ?Como os conocisteis?

– Nos presentaron en la velada de los Malloran -dijo Colin despues de dudar un instante.

Era absolutamente cierto, pero al mismo tiempo era un engano y se sintio mal por mentir a su hermano.

– Lo que me sorprende aun mas -dijo Nathan arqueando las cejas-. La conoces apenas hace unos dias, pero esta claro que te importa.

– Y eso lo dice un hombre que se declaro a una mujer a la que habia conocido apenas una semana antes.

– Falso. Como sabes muy bien, habia conocido a Victoria anos antes aqui en Londres.

– Si, en una ocasion. Pero tardaste tres anos en volver a verla. -Se paso los dedos por el cabello al darse cuenta de las similitudes entre su situacion y la de Nathan-. Y mira por donde, yo conoci a madame Larchmont en ese mismo viaje a Londres, pero no volvi a verla hasta la velada de los Malloran.

– Creia que habias dicho que os acababan de presentar.

– Asi es. No nos presentaron hace cuatro anos.

– Ah. ?Simplemente la admiraste de lejos?

– Algo parecido.

– Entonces, aquel viaje a Londres fue realmente definitivo para ambos. ?Donde la viste?

Colin apoyo las manos en la repisa de la chimenea y apreto el frio marmol blanco, mirando fijamente las brasas que brillaban intensamente.

– Wauxhall -respondio.

Despues de un largo silencio, Nathan pregunto:

– ?Estaba echando las cartas?

Colin siguio mirando fijamente el fuego y finalmente se dio la vuelta y miro a Nathan.

– No, la pille cuando intentaba robarme.

Se sintio subitamente agotado y se sento apoyando los codos en las rodillas separadas. Dio una palmada con las manos.

– La pille con las manos en la masa, pero solo porque la habilidad del hurto me era muy familiar. Era buena y estuvo a punto de dejarme sin el reloj de oro del abuelo. Fue bastante chocante verla en el salon de los Malloran.

– ?La reconociste?

– Vividamente.

Colin explico a Nathan como le habia parecido que ella lo reconocia, como la habia buscado, y sus primeras sospechas cuando la vio por primera vez en la velada de los Malloran, como habia simulado no reconocerla y lo que habia descubierto al ir a investigar a su apartamento.

– Imagino que esos ninos a los que ayuda -concluyo- llevan el mismo tipo de vida que ella tuvo de nina.

– ?Te ha hablado de su infancia?

– No, y nunca le he preguntado. Todavia. Pero no me cabe ninguna duda de que fue dura.

Noto un nudo en el estomago. Sintio lastima y rabia por ella, por los horrores a los que tuvo que haberse enfrentado.

– ?Crees que su trabajo de adivina es una mera estratagema para tener acceso a los hogares de los ricos? - pregunto Nathan acentuando sus palabras.

– No -dijo Colin sin vacilar-. Admito que al principio pense en esa posibilidad, pero no lo creo de una mujer que ayuda a esos ninos.

– Les seria de mucha mas ayuda utilizando las ganancias ilicitamente sustraidas en todas esas veladas elegantes.

– Cierto, pero, de todos modos, no lo creo.

– Esos ninos que se supone que esta ayudando tambien podrian robar para ella, y tu podrias ser la victima de un montaje perfectamente tramado para ganarse tu compasion.

– Es posible, pero de nuevo, no lo creo. Mi instinto me dice que es sincera y que ya no es una ladrona.

Nathan lo estudio bastante rato, y Colin casi podia oir el torbellino que provocaba las vueltas que daba la cabeza de su hermano.

– No es que no respete enormemente tu instinto -dijo Nathan finalmente en voz baja-, pero dado que apenas la conoces, me veo obligado a preguntarte: ?le estas dando tu confianza a esta mujer porque genuinamente se la merece o por algun inapropiado sentimiento de culpa?

No queria sacar falsas conclusiones pero al ver que Colin permanecia en silencio, Nathan continuo:

– Por favor, dime que no estas simplemente empenado en confiar en ella, pase lo que pase, para remediar lo que tu interpretas como un error en tu pasado.

– Fui injusto contigo.

– Eso termino, es agua pasada.

– Lo se.

– Entonces, dejalo estar. Yo lo he hecho. Creia que los dos lo habiamos dejado atras.

– Lo hemos hecho. Pero no quiero cometer el mismo error otra vez. A pesar de que no lo se todo sobre ella, sobre su pasado, mi opcion es creer en su historia, creer que ha cambiado de vida. Todo me indica que es sincera.

Nathan permanecio callado durante varios minutos y despues finalmente asintio.

– Respetare tu decision.

– Gracias.

– Y reza para que no te cueste la vida.

Capitulo 13

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