Ni siquiera lo haria por ti.
Al saltar en pos de
– Te estoy agradecida de verdad por haber salvado a
Max no respondio y comenzo a quitarse el vendaje frio que le envolvia el pecho.
– Y a mi tambien -anadio ella.
Lola nunca fue una buena nadadora. A pesar de ello, en circunstancias normales, habria sido capaz de llegar hasta el barco. Sin embargo, la imagen de
– Siento mucho haber insinuado que estabas aprovechando la situacion para besarme.
Finalmente Max levanto la mirada y tiro el vendaje sobre el asiento, al lado de ella.
– La proxima vez que hiperventiles, dejare que te desmayes.
Si, lo habia insultado y habia herido sus sentimientos. O lo que tuviera el por sentimientos, porque ella no estaba segura de que ese hombre experimentase emociones humanas. Lola bajo la mano de la frente y dirigio la vista hacia la manta de lana blanca que tenia sobre el regazo. No queria pensar en Max como en un ser con sentimientos humanos. No queria considerarlo un ser humano. Ese hombre era el responsable de la situacion en que se encontraban y de ponerlos, a ella y a
El perro se solto de los brazos de Lola y se abrio camino a traves de los pliegues de la manta hasta que pudo saltar al suelo. Se sacudio y se acerco a los pies de Max. Por una vez, no ladro.
Mientras se encontraba debajo de Max en la plataforma de bano e intentaba controlar la respiracion, Lola tuvo la certeza de que el habia estado a punto de besarla. Percibio el calor de sus labios y el deseo en sus ojos. Lola era lo bastante mayor y habia estado con suficientes hombres como para reconocer esos signos.
Vale, quiza se habia equivocado esta vez. Era obvio que el habia intentado ayudarla a controlar la respiracion, y Lola se sentia un poco tonta y avergonzada por haber malentendido sus intenciones. Lola levanto la mirada y vio las largas piernas de Max, los dedos que desabrochaban los botones de la bragueta, los pulgares que se metian en la cintura de los pantalones y los empujaban hacia abajo.
– Siento mucho haber mal interpretado lo que hiciste. No se que…
– Olvidalo -la interrumpio Max.
Los calzoncillos mojados parecian una segunda piel. Lola aparto la vista, pero solo despues de echarle una buena ojeada, tan buena que tuvo que obligarse a no mirar de nuevo.
– Dime una cosa: ?que hacias de vacaciones sola en Dolphin Cay? -le pregunto el, y Lola tuvo la sensacion que el deseaba cambiar de tema tanto como ella.
– ?Por que?
Max tendio los pantalones en la borda.
– Por curiosidad.
– Queria alejarme de todo durante unos dias.
– ?En Dolphin Cay?
Lola le sostuvo la mirada, temerosa de mirar por debajo de sus hombros y de que Max se quitara esos calzoncillos.
– Exacto.
– Yo habria pensado que una chica como tu preferiria pasar un tiempo en el Club Med o… -Hizo una pausa y se paso las manos por el pelo. Unas gotas de agua clara le resbalaron por el cuello-. ?Como se llama otro lugar de postin que hay en Nassau?
– El Ocean Club -le informo ella. Habia pasado alli unas semanas hacia unos cuantos veranos.
– Si, ese. Entonces, ?que hacias en esa minuscula isla con tu perro como unica compania?
– No tenia ganas de estar rodeada de gente.
– ?Por que?
– No tenia ganas de que la gente me senalara y me observara.
– ?Es que todavia no te has acostumbrado? Seguro que una modelo famosa como tu siempre es el blanco de todas las miradas.
Eso era diferente
– La situacion ha cambiado desde que esas fotografias aparecieron en la web.
– ?Que fotografias?
?Era posible que existiese alguien en este planeta que no hubiera visto esas fotografias en Internet, que ni siquiera hubiera oido hablar de ellas? No solo se habian difundido en la prensa amarilla, sino que los telediarios nacionales se habian hecho eco del juicio.
– ?Que fotografias? -pregunto Max otra vez.
Lola no queria hablar de eso con el. Esa manana no sentia tanta rabia contra el como el dia anterior, y era muy probable que el le dijera algo desagradable, como que habia sido una estupida al dejar que Sam hiciera fotos y que se merecia lo que habia pasado. Y quiza se lo mereciese, pero Lola habia estado muy enamorada de Sam y habia confiado en el. O tal vez Max dijera que el unico motivo por el que ella estaba molesta era que no le habian pagado por las fotos. El abogado de Sam habia hecho circular esta opinion, y cada vez que la oia, Lola montaba en colera.
Max se acerco a la silla de pescar y se repantigo, cruzando los brazos como si se dispusiera a esperar su respuesta durante todo el dia.
Una ligera barba de tres dias le oscurecia la cara alli donde no es magullada. Las tiras blancas que le cubrian el corte de la frente contrastaban con la piel bronceada. Tenia todo el aspecto de un pirata, hasta tal punto que Lola penso que nada de lo que ella pudiera decirle le importaria, pues seguramente el habia hecho cosas peores que confiar en alguien tuviese en su poder fotos comprometedoras.
– Las de la pagina web de Sam.
– ?Quien es Sam?
– Mi ex novio. -Se quito la manta, que ya empezaba a picarle en los hombros-. Colgo en Internet unas fotos bastante incomodas para mi.
– ?Fotos de desnudo?
– Si.
– ?Primeros planos?
– Planos bastante cercanos.
La brisa le hizo
– ?Y por que son tan incomodas?
– No importa.
– ?Sales bailando el mambo horizontal?
– ?El que?
– Montandotelo. Haciendolo. Practicando sexo.
Lola levanto la vista y lo miro a los ojos azules; luego volvio a centrar su atencion en los botones del vestido.
