– Es un desastre, ?verdad? Pero no tenemos por que preocuparnos. Tus tias dicen que el servicio que ha traido la comida vendra manana a limpiar.

– ?No crees que seria mas facil mudarnos de casa? Me imagino que hay polizas de seguro para desastres naturales como este.

Ella rio y lo agarro de la mano, para ensenarle todos los regalos. Llevo un buen rato. Finalmente, Mac se sento en el extremo del sofa rosa que ella habia traido de su casa, con los pies en alto. Habia sido un dia muy largo. Ella tambien parecia cansada, asi que la animo a que se sentara a su lado y pusiera tambien los pies en alto.

– ?Me estas diciendo que un bebe de cuatro kilos necesita doscientas mil pesetas para vivir un dia cualquiera?

– Me aseguraron que ni siquiera habiamos empezado. Aunque no puedo imaginar que falte nada. Tienes una familia maravillosa -dijo, demasiado excitada par sentarse.

Sin embargo, despues de caminar un rato mas entre cajas y papeles, se inclino sobre la caja de la silla de dar de comer al bebe. Saco una hoja de instrucciones, seguida de un monton de pequenas bolsas de plastico y de piezas pequenas.

– La familia tiene ideas muy divertidas sobre ti.

– ?Divertidas? ?Por ejemplo? -pregunto el intrigado.

– Me dieron muchos consejos. Me hablaron de tus gustos y de lo que no te gustaba. De como mantenerte contento. Creen que tienes muy mal humor, Mac.

– Un poco quiza -de la caja aparecieron dos patas de madera. Mac se iba quedando palido con cada pieza que sacaba-. No estaras pensando en montar eso ahora, ?verdad?

– Claro. Dice: Facil de montar, pero necesitamos dos tipos de destornilladores. Tu sientate, yo se donde esta todo -asi que fue a la cocina y volvio enseguida con algunas herramientas y dos vasos de zumo de manzana-. Y no voy a contarte todos los consejos que me han dado. Chloe me ha informado que es importante que empiece a practicar en serio. Tu hermana dice que tienes que asistir a todo tipo de actos sociales para la empresa.

– Espero que no la hicieras caso. Odio esas reuniones de empresa, nunca me han gustado.

– Eso es lo que yo pense -dijo, comenzando a mover los destornilladores como si fueran armas mortales-. Me parecio sorprendente que ninguna supiera que te gusta pasear por el bosque, encender tu mismo la chimenea, esquiar o leer historia. La mayoria me aconsejaba ir contigo a los actos sociales, pero entonces hablo tu tia Marie.

– ?Si?

Mac se levanto del sofa, se agacho a su lado y tomo la hoja de instrucciones. No podia estar alli sentado mientras ella intentaba armar la silla. Lo menos importante era que no supiera distinguir un destornillador de unos alicates. Armar muebles era cosa de hombres.

– ?Y que dijo mi tia Marie?

– Me dijo que la manera de mantenerte contento era darte mucho sexo. Mac, ten cuidado con esas tuercas. Nada demasiado perverso, me dijo. No te imaginaba con una venda en los ojos y un slip de cuero. Debo de mantenerme con lo esencial, pero asegurandome de que tu tambien participas… ?Por que estas tan rojo?

– Imaginar a mi tia Marie discutiendo sobre vendas en los ojos y sexo perverso es suficiente para sonrojar a un monje -murmuro Mac secamente.

Saco una pieza de madera y trato de identificarla en la hoja de instrucciones, o por lo menos eso penso que haria cuando Kelly dejara la hoja. Pero segundos despues la muchacha unia esa pieza con otra igualmente extrana.

– De acuerdo, como tu y yo no tenemos es tipo de relacion, da igual si prefieres vendas o cuero. Pero, personalmente, opino que tu te puedes poner un poco mas salvaje y creativo una vez que las luces se apagan, senor Fortune.

Mac se paso una mano por el rostro, seguro de que algo se tramaba en aquellos ojos azules de Kelly. Recordo en ese momento, con demasiada claridad, animar a Kelly a que fuera completamente sincera con el. Y siempre lo era, pero le parecia un poco excesivo que lo provocara de aquella manera. Y menos despues de aquel encuentro en el vestibulo, que le tenia todavia un poco nervioso.

– ?Te emborracharon? -quiso saber.

– ?Mac! ?Estoy embarazada! Todas tomaron una copa de vino menos yo… y ahora agarra estas patas y mantenlas firmes, ?vale? De todos modos, te estoy hablando de estos consejos por un motivo.

– ?Cual?

– Me preocupa que tu familia no te conozca.

– Por eso me parece bastante improbable que mis primas y tias sepan de mis preferencias sexuales - contesto, intentando no ponerse muy serio.

– No estoy hablando de sexo, hablo de amor. Tu familia nunca me habria atosigado con tantas preguntas o consejos si no te quisieran muchisimo, o quisieran que fueras feliz. Y por lo que yo imagino, tu eres al primero que acuden cuando tienen problemas y siempre has respondido. Pero parece que no te conocen nada y no lo comprendo. ?Quien te ayuda a ti cuando lo necesitas?

Kelly repetia ese tipo de cosas continuamente, confundiendolo. Eran cosas que nadie le habia preguntado jamas y tampoco sabia que responder.

– Soy una persona adulta. Si tengo un problema, yo mismo tengo que solucionarlo. No espero que nadie vaya corriendo a hacerlo.

Los ojos de Kelly brillaron de ternura. Aparto a un lado la silla alta, como si nunca hubiera estado montandola.

– Todo el mundo necesita ayuda de vez en cuando. Tu eres tan bueno para tu familia, que los has acostumbrado a pedir sin tener que darte nada a cambio. Pero nadie puede ayudar continuamente. Tu necesitas tambien ayuda, tener alguien al que puedas confesarte. Alguien que pueda ayudarte y decirte que el mundo no acaba aunque cometas un error.

Mac se puso rigido. Kelly no se equivocaba en las relaciones que habia entre su familia y el, pero siempre habia aceptado aquel papel. Nunca habia sido consciente de la soledad, hasta que su esposa habia comenzado a provocarle toda esa clase de sentimientos confusos. Nunca habia echado de menos a nadie, hasta que llego ella. Hasta que empezo a recordarla cuando no estaba a su lado. A recordar la manera en que su pelo se movia, la manera en que sus ojos suaves penetraban dentro de el, provocando todo tipo de sentimientos. A necesitar su modo de escucharlo, las pecas en la nariz, aquellas piernas largas…

Cuando se dio cuenta de que estaba mirando su cuerpo, otra vez aparto la vista. Era hora de cambiar de tema.

– Creo que la familia dejara de acosarte despues de esta noche.

– ?Por que crees que dejaran de hacerlo?

– Porque te han visto en mis brazos, pequena. En mi familia no hay malicia y todos creen estupidamente en el amor, que es lo que piensan que han visto esta noche.

– Mac, no te abrace ni hice nada para disimular delante de ellos. No me di cuenta de que nos miraban. Me puse contenta cuando te vi llegar y estaba impaciente por contarte todo…

– Nunca pense que estuvieras haciendo algo falso, Kel. Pero si creo que estamos en medio de un problema que necesita solucion. Tienes que saber que hay atraccion entre nosotros. El carino es una cosa, pero tu no me abrazas como a un hermano. Y yo te aseguro que tampoco te abrazo a ti como si fueras mi hermana.

Ella se quedo inmovil, observando su rostro. En ese momento Mac recordo cuando ella iba a su despacho y procuraba marcharse cuanto antes, como si se sintiera incomoda o intimidada por el. Dios sabia que no queria que volvieran esos tiempos de nuevo, pero tenia que saber lo que ella pensaba.

– ?Preferirias que no te tocara? -pregunto ella despacio.

– No.

– ?Me estas diciendo que quieres ignorar esa atraccion?

– No. Creo que no es una buena idea disimular, hacer como si no existiera. No puedes resolver un problema al que no quieres enfrentarte. Creo que ninguno de los dos esperabamos algo asi… y hariamos bien en sinceramos y hablar sobre que tipo de relacion queremos.

– De acuerdo. Desde el principio tu dijiste que hariamos este matrimonio de acuerdo a nuestras propias reglas, de manera que los dos nos sintieramos comodos. Y creo que es exactamente lo que estamos haciendo,

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