El no debio oirla a juzgar por el modo en que estaba tirando de la puerta. Finalmente, consiguio abrir y ambos se quedaron mirandose asombrados.
Ella estaba desnuda, tratando de limpiar el suelo. Kelly penso que habia fantaseado muchas veces con la idea de estar desnuda delante de Mac, pero no de esa forma. Debia de estar horrorosa con la luz del fluorescente reflejandose en su enorme tripa y con toda esa porqueria por el suelo. Kelly estaba completamente avergonzada. Y el se dio cuenta, asi que reacciono con rapidez y la cubrio con una toalla. El recupero la calma de nuevo y trato de excusarse.
– No queria… es que temia que necesitaras ayuda y no quisieras decirmelo, Kel. Se que no es el mejor momento para decirtelo, pero creo que eres la mujer mas bella que he visto en mi vida. Ya no se ni lo que me digo, estoy tratando de hacerlo lo mejor que puedo…
– Lo se.
– Pero es que no puedo parar de pensar en que lo habiamos planeado todo para que el parto transcurriera del mejor modo posible y ahora…
– Lo se.
– Me pongo malo de pensar que te pueda pasar algo.
Kelly se conmovio al ver como se preocupaba por ella.
Mac le ayudo a limpiar el bano. Luego puso sabanas de plastico sobre su cama, de modo que ella tuviera el bebe alli. Poco despues comenzaron las contracciones. Y ella se asombro al descubrir que podia aguantar el dolor mejor de lo que habia pensado. Y eso que era el dolor mas fuerte que habia sentido en toda su vida. Pero su cuerpo estaba trabajando de un modo instintivo para facilitar el nacimiento del nino.
A medianoche, la tormenta amaino y Mac utilizo el movil para llamar al hospital para ver si podian mandar un helicoptero. Pero Kelly sabia que no llegaria a tiempo. Y Mac tambien. Estaban solos. Y por increible que pareciera, ella no lo habria querido de otro modo.
La imagen del nino asomando la cabeza, quedaria grabada para siempre en su memoria. Y tambien la expresion de Mac. Estaba tranquilo y sus ojos estaban llenos de amor…
Luego, el agarro a su hija con ambas manos.
– Mirala, si es igual que su madre. Annie, eres guapisima -luego se volvio hacia ella-. Kelly, te amo -las palabras parecieron salir directamente de su corazon.
Una hora despues oyeron aterrizar a un helicoptero afuera. Kelly dijo que no hacia falta que las llevaran al hospital. La nina estaba bien y ella tambien. Pero Mac insistio en que se las llevaran y nada le hubiera hecho cambiar de opinion. Nada.
Capitulo Ocho
– Muy bien. Puedes incorporarte, Kelly. Y la respuesta a la pregunta que estas deseando hacerme es que si - la doctora Lynn se puso a tomar algunas notas en la ficha de Kelly, despues de sonreirle. Normalmente, el sentido del humor de la doctora Lynn era comprensible, pero en esa ocasion Kelly no tenia ni idea de lo que ella le queria decir.
– Bueno, me temo que no la entiendo.
– Queria decir que seguramente desearias preguntarme si podias volver a tener relaciones sexuales con tu marido, y la respuesta es que si. Es que esa es la primera pregunta que suelen hacerme la mayoria de las mujeres durante la revision post-parto. Y supuse que tu tambien estarias impaciente por saberlo.
– Ya veo -Kelly nunca habia hablado de su vida privada con Mac, y por tanto, no se esperaba tocar ese tema con la doctora.
– No tienes por que contarme nada. Pero se que es normal que los matrimonios se sientan algo violentos despues del parto. Los maridos suelen tener miedo de haceros dano. Y vosotras de que os hagan dano. Y tambien soleis tener miedo de que el parto haya cambiado algo dentro de vosotras y que ya no sintais del mismo modo que lo haciais.
Kelly no tuvo que decir nada. La doctora Lynn siguio hablando.
– Pero puedo decirte que no tienes nada que temer. ?Te acuerdas que me pediste que no te diera puntos despues del parto? Entonces no te gusto que yo insistiera, pero esta noche los dos lo agradecereis. En cualquier caso, debeis tener cuidado, y ya veras que todo va bien. ?Quieres preguntarme algo mas?
– No.
– Muy bien. Por lo demas, te puedo decir que las cosas no pueden ir mejor. Estas estupendamente. ?Que tal va la lactancia?
– No podia ir mejor -respondio Kelly.
– Bien. Yo estoy a favor de la lactancia natural, pero tambien quiero que le empieces a dar un biberon al nino por la noche. Asi descansaras algo, y ademas, asi el nino se va acostumbrando por si te pones enferma o hay algun imprevisto.
Kelly salio de la consulta veinte minutos despues. Mientras se dirigia al coche de Benz, sintio la brisa de la tarde de marzo, que llevaba la fragancia de la primavera hasta ella.
– ?Ha ido todo bien? -pregunto Benz, cuando se subio ella al coche.
– Sin problemas. Me han dicho que todo marcha perfectamente.
De camino a casa, Kelly pudo disfrutar del paisaje. Los campos estaban comenzando a llenarse de las primeras flores. Fueron charlando acerca de la nina, pero por primera vez en esas seis semanas ella iba pensando en otra cosa.
En sexo.
Recordo que antes del nacimiento de la nina, habian acordado darse un periodo para reflexionar. Y ella, despues de la increible noche en la que nacio Annie, habia pensado mucho en ello. Pero parecia que habian decidido aplazar cualquier decision hasta que ella se recuperara del parto. Es decir, hasta ese mismo momento.
Kelly penso que no sabia si deberia de dar ella el primer paso para seducir a Mac. Pero estaba segura de que el no haria nada si ella no se mostraba receptiva.
El camison negro que le habia regalado su tia Marie estaba colgado en el armario. Se lo habia probado un par de semanas antes y todavia no le estaba bien, pero estaba segura de que actualmente le valdria de nuevo. Tambien decidio que iba a seguir el consejo de Kate de ir a un salon de belleza.
– Martha estara encantada de poder cuidar de la nina durante un par de horas -le dijo Benz.
– Espero que no llore.
– Ya sabe que despues de su siesta es buena como un angel.
Pero ?conseguiria seducir a Mac? ?Que sabia ella, al fin y al cabo, de seducir a nadie? Por supuesto, sabia que ella le importaba. Se habia dado cuenta de que el tambien notaba esa corriente electrica entre ellos cada vez que se tocaban. Pero eso no tenia por que ser amor y no podia estar segura de si el se habria casado con ella si su sentido del honor no le hubiera empujado a ello. Elle habia dicho que la queria la noche en la que la nina nacio, pero no habia vuelto a mencionar nada al respecto. Quiza el habia cambiado de opinion. Y ella se moriria si el la rechazaba…
Kelly, desde la noche del parto, sabia que ya no podria querer a ningun otro hombre. Mac habia sido tan generoso con ella que le habia robado el corazon.
Asi que intentaria seducirlo. Si la rechazaba, tendria que afrontarlo. Y a el no tendria por que hacerle dano enterarse de que alguien lo queria. De que alguien lo apreciaba no por su dinero ni por su poder, sino por el mismo. Por lo increiblemente especial que era. Durante esas seis ultimas semanas habia sido un padre ejemplar para Annie. Y tambien un buen marido, en todos los sentidos… excepto en uno.
Y ella deseaba desesperadamente que el tambien cumpliera en ese sentido.
– Si sigue este buen tiempo, seguro que la proxima semana floreceran tambien los narcisos y los tulipanes.
– Voy a hacerlo, Benz, estoy decidida.
– ?Que?
– Los narcisos -disimulo Kelly-. Estaba pensando que voy a plantar narcisos,