meso el cabello en un gesto de impaciencia-. Dado que ya he abierto mi bocaza, me temo que debo decirte un par de cosas mas. Primero, te agradecere que no les digas nada a los miembros de la plantilla. No se trata de mantenerlo en secreto, pues el embarazo se me notara a la larga. Pero acabo de enterarme, y quiero tener algo de tiempo para decidir lo que quiero hacer y como voy a decirselo a los demas.
– Me llevare la confidencia a la tumba -Mitch quiso decir algo mas, pero se le formo un nudo en la garganta. Por no mencionar que el corazon le latia tan fuertemente en los oidos que apenas podia pensar.
Nicole volvio a levantarse. Se acerco a la ventana y contemplo el malecon. Luego echo las cortinas para tapar el panorama.
– Me temo que eso no es todo. Hoy en dia, no hay nada raro en que una mujer de treinta y dos anos elija ser madre soltera. Ese no es el problema…
– ?Insinuas… que no deseas ese hijo?
– Oh, si que lo deseo -instintivamente, Nicole se acerco una mano al pecho-. No ha sido algo planeado, pero ya buscare la forma de salir adelante. Cueste lo que cueste. En realidad, no creo que me haya trastornado la noticia de estar embarazada, sino la sensacion de… verguenza.
– ?De verguenza?
Ella volvio a suspirar. Volvio a mesarse el cabello. Se retiro de la ventana y se apoyo en la mesa de pacana.
– Mitch, no deberia contarte nada de esto.
– Ya que has llegado hasta aqui, cuentame el resto. Te sentiras mas aliviada.
– No se quien es el padre -susurro Nicole-. ?Puede existir una verguenza mayor? Y eso no es lo mas grave.
– De acuerdo, oigamos lo mas grave -dijo Mitch con la boca totalmente seca.
Ella empezo a gesticular freneticamente con ambas manos.
– No recuerdo haberme acostado con nadie. Hace anos que tuve mi ultima relacion. Apenas he salido o he hecho vida social… En definitiva, solo pudo ocurrir en la fiesta que celebramos en Navidades. No ha habido otra ocasion posible.
– En la fiesta -repitio el.
Nicole parecio asumir algo por su cambio de expresion, pues asintio rapidamente.
– Estoy segura. Y eso significa que fue con alguien de la plantilla. Lo que de veras resulta imperdonable es que no recuerde nada. Fue por el champan… aunque no creas que lo utilizo como excusa. Es inexcusable beber si sabes que se te sube a la cabeza. Al parecer, el champan nublo mi memoria -Nicole puso los ojos en blanco-. Mira, tu y yo hemos tenido nuestros roces. Quiza por eso te estoy contando todo esto. No creas que intento acusarte, Mitch… Se que jamas te interesarias por mi en ese sentido. Y esa es una de las cosas que mas me desconciertan. ?Por que el hombre en cuestion no ha dicho nada? Seguramente se arrepentira de lo que sucedio aquella noche…
– Eh, no creo que debas llegar a esa conclusion con tanta ligereza. Quiza ha tenido otros motivos para no decirte nada.
– Independientemente de sus motivos, debo descubrir quien es -Nicole volvio a pasearse, meneando las caderas, moviendo las manos incansablemente-. Primero pense en John. Aun lo esta pasando mal por lo del divorcio. ?Quiza acudio a mi y yo fui incapaz de darle una negativa? Pero cuanto mas lo pienso, menos me imagino besandolo, y no digamos ya…
Mitch noto que desaparecia el nudo de su garganta. Por fin recupero la voz.
– Eh, no tienes por que pensar asi de John. Olvidate de el. Mira, Nicole…
– Si, puedo olvidarme de John, pero aun queda Rafe. Lo malo es que se niega a hablar de su vida privada. Ya sabes como Wilma coquetea con el, en vano. Pero es un hombre muy atractivo, y…
– Olvidate tambien de Rafe. Nicole…
– No tiene sentido que incluya a Wilma, porque ella no ha podido dejarme embarazada -siguio diciendo Nicole en un baldio intento de bromear-. Debo saber quien es. Me resulta tan frustrante no recordar nada. Estoy tan asqueada y avergonzada de mi misma…
– Nicole -dijo Mitch por tercera vez, lo bastante alto como para llamar su atencion.
– ?Que?
– Puedes dejar de pensar en los demas muchachos. No fue ninguno de ellos. Fui yo. Yo soy el padre de tu hijo.
Capitulo Dos
– ?Oh, no! ?Tu no puedes ser el padre, Mitch! ?No es posible!
Mitch ni se inmuto, aunque no fue por falta de ganas. Nik no se daba cuenta, pero estaba tan trastornado como ella. Obviamente, era consciente del riesgo que habian corrido al hacer el amor aquella noche, pero la experiencia no parecia haber tenido repercusion alguna hasta ahora. Que Nicole se mostrara incredula ante su confesion ya era bastante malo; para colmo, permanecio hundida en la silla del despacho como si careciera de la fuerza necesaria para digerir semejante noticia.
Mitch jamas habia sentido tan vulnerado su ego masculino.
Recordaba un tiempo ya lejano en que parecia caerles en gracia a las mujeres. Una incluso llego a decirle que era un amante creativamente inspirado. Varias lo habian perseguido sin piedad. Por sorprendente que le pareciera ahora, jamas habia recibido una queja sobre su pericia o su talento bajo las sabanas. Nik habia sido la primera mujer en bloquear el recuerdo de haberse acostado con el. La primera que parecia horrorizada por el hecho de haberlo tenido en su cama.
La carta de renuncia que aun tenia en el bolsillo carecia ya de sentido, pues la presencia de un futuro hijo cambiaba por completo la situacion. Habia decidido alejarse para siempre de Nicole, distanciarse de la tentacion a la que lo sometia su proximidad.
Pero las cosas no habian salido como el habia planeado.
– No… No puede ser tuyo, Mitch. Nunca nos hemos acostado. En primer lugar, se que hay una mujer en tu vida, una tal Susan, o Suzanne, o como sea…
El asombro arrugo la frente de Mitch. Por un momento, no se explico como el nombre de Suz podia haber surgido en la conversacion. Pero dicho desconcierto no le impidio corregir inmediatamente el malentendido.
– Espera un momento… En mi vida no hay ninguna mujer. Ni habria sucedido nada entre nosotros si yo hubiera tenido pareja. Creo firmemente en la fidelidad. Sin excepciones. ?Quien te ha hablado de Suz?
– Wilma. Estoy segura de que me dijo que…
Ah, diablos. Por fin comprendia como habia hecho Nicole aquella asociacion.
– Si, bueno… Antes de trasladarme aqui y aceptar el puesto, hubo una tal Suz. No sabia que Wilma era coqueta por naturaleza. Se me insinuo y no quise herir sus sentimientos, asi que le hable de Suz. Dios santo, ni siquiera he vuelto a acordarme de eso. No se me ocurrio que Wilma lo fuera contando por ahi.
– Pero, Mitch, tu no puedes ser el padre -insistio Nicole a pesar de la explicacion.
Habia millones de mujeres en el planeta, y el tenia que haberse enamorado de una que utilizaba su ego como saco de boxeo.
– Creeme. Lo soy.
– Pero crei que yo ni siquiera te gustaba…
– Mmm, Nik, eso no es ni remotamente cierto.
En lugar de tranquilizarla, aquel comentario parecio sumirla aun mas en un estado de confusion. Una rafaga de culpa sonrojo sus mejillas.
– Dios. Mira, tengo que asimilar todo esto, asi que se sincero conmigo. ?Que hice? ?Te salte encima en la fiesta? ?Fuiste incapaz de negarte porque yo era la jefa?
– Eso no fue en absoluto lo que paso, Nicole.
– Entonces, ?como fue? ?Y por que no has vuelto a decirme nada despues?
Mitch se froto la nuca en un gesto de exasperacion. Durante casi tres meses, habria dado lo que fuera por que Nicole le hiciese aquellas preguntas. Habia tenido que hacer acopio de toda su voluntad para mantenerse