– No puedo creer que su madre no se lo haya contado.

– ?Mi madre lo sabe?

– Por supuesto. Estuvo en Broitenburg para el funeral de estado.

Un funeral de estado. A su madre le gustaria eso penso Tammy. Isobelle Dexter de Bier en un funeral de estado. Lo habria hecho estupendamente… incluso podia imaginar lo que se habria puesto. Seria algo muy elegante, negro, de encaje. Con un velo, por supuesto. Y un panuelo blanco con el que fingiria secar sus lagrimas.

– ?Estaba… sola?

– Su padrastro fue con ella.

Ah, claro. Su padrastro. ?Cual de ellos? Tammy se mordio los labios. Isobelle ya no se molestaba en casarse con sus amantes. Cuando Lara nacio, iba por el cuarto marido.

?Lara estaba muerta?

Ella deberia haber estado en el funeral, como estuvo con Lara durante la infancia. De todas las cosas malas que su madre le habia hecho, aquella era la peor. Enterrarla sin decirselo…

– ?Queria usted a su hermana? -pregunto Marc.

– La quise. Hace mucho tiempo.

– ?Y habian perdido el contacto?

– Si.

– ?Y con su madre?

– ?Cree que mi madre admitiria tener una hija que es arboricultora y que lleva esta pinta?

El la miro de arriba abajo, pero su rostro permanecia impasible.

– No lo se. Quiza no.

– Mire, creo que necesito tiempo para aceptar todo esto -suspiro Tammy-. ?Tiene una tarjeta o algo asi? Yo lo llamare…

Necesitaba estar sola. Habia aprendido que la soledad era el unico remedio para el dolor. No la consolaba, pero sola podia soportarlo mejor.

– Ahora mismo no tengo ganas de hablar…

– Lo siento, pero no puedo hacer eso.

– ?Por que no?

– Tengo que ir a Sidney esta noche y despues saldre para Broitenburg -contesto Marc-. He traido los papeles conmigo, senorita Dexter. Firmelos y asi podre llevarme a Henry. Y usted tendra toda la soledad que necesita

Capitulo 2

NO HABIA esperado aquello. Marc no sabia como seria la hermana de Lara, pero desde luego no esperaba que fuera la mujer que tenia delante.

Que no sabia nada de la muerte de Lara… ?y su madre? ?Que clase de madre oculta a una hermana la muerte de otra?

No era asunto suyo, se dijo. Su mision era conseguir que le firmara los papeles y volver a Broitenburg lo antes posible. La muerte de Jean Paul habia creado un problema serio en el pais. Tenia que volver con el nino.

Solo necesitaba la firma de Tamsin Dexter…

Quiza solo tendria que ponerle los papeles delante y decir: «Firme». Ella parecia tan afligida que seguramente firmaria sin pensar. Deberia darle tiempo, deberia dejar que fuera ella quien tomase la decision, pero estaba luchando por su pais. El pais de Henry. La herencia de Henry.

Y su propia libertad.

– Necesito que firme esos papeles -insistio, llevandola hacia el coche.

– ?Que papeles?

– Para llevarme a Henry de aqui.

– Sigo sin entender de que esta hablando -murmuro Tammy, palida.

Marc alargo la mano para apretar la de la joven, pero se echo atras. Debia tener con ella el menor contacto posible. El no podia consolarla.

– Necesito que firme unos papeles para poder llevarme a Henry a Broitenburg.

– ?Henry?

– El hijo de Lara.

– ?Lara tenia un hijo?

– Si.

– ?Un nino? Nadie me habia dicho nada. ?Estaba casada cuando lo tuvo?

– Naturalmente. Su hermana se caso con Jean Paul y tuvo todo lo que deseaba: un matrimonio real, un palacio, criados, dinero, lujos que no se puede imaginar…

– Ella no habria querido tener un hijo.

Marc asintio. Eso coincidia con lo que el pensaba de Lara, pero habia una explicacion.

– Jean Paul necesitaba un heredero porque era el principe de Broitenburg. No se habria casado con Lara si ella no hubiese querido darle hijos.

Tammy se quedo pensativa. Seguramente Lara habia aceptado tener un hijo a cambio de casarse con un principe. El dinero y el estatus lo eran todo para ella.

– ?Como se llama el nino?

– Henry.

– Pero usted ha dicho que Henry esta aqui, en Australia.

– Lara lo envio a Sidney hace cuatro meses.

– ?Por que?

– ?Eso importa?

– Claro que importa -contesto Tammy-. Me ha dicho que mi hermana tuvo un hijo, que se habia casado con un principe, que ahora esta muerta y que quiere usted llevarse a ese nino… ?Por que esta aqui? ?Por que tengo que firmar nada? ?Que tengo yo que ver con todo esto?

Marc respiro profundamente. Las complicaciones lo sacaban de quicio; y la expresion de aquella chica dejaba claro que iba a tenerlas.

– Lara la hizo tutora legal de su hijo en caso de fallecimiento. Si el nino estuviera en Broitenburg eso no habria importado, pero esta en Sidney y el departamento de emigracion no me deja llevarmelo sin su permiso.

Aquello era demasiado. Tammy saco un walkie talkie del cinturon sin mirar a Marc.

– ?Doug? La gente que ha llegado en limusina, buscandome… dicen que mi hermana ha muerto y que tengo un sobrino. ?Puedo marcharme a Sidney ahora mismo…? Tengo que irme, Doug. Dile a Lucy que se encargue de este arbol… No, no se cuando volvere.

Despues, dejo el walkie talkie en el suelo, junto al arnes, y se coloco al hombro una mochila.

– Lleveme a Sidney.

– ?Para que?

– Acaba de decirme que tengo un sobrino y que soy su tutora.

– El no la necesita.

– ?No? Entonces, ?tiene alguien que lo cuida, alguien que lo quiere?

– Tiene una ninera. Y cuando lleguemos a Broitenburg contratare a una persona competente.

Competente. La palabra quedo colgada entre los dos, pero Marc supo que no era suficiente.

– ?Por que Lara envio a su hijo a Australia?

– No lo se -admitio el-. A mi tambien me parecio extrano. Pero Jean Paul y ella se fueron a Paris, luego a Italia y a Suiza… No los vi desde que nacio el nino. Y me entere de que estaba en Australia despues del accidente.

El nino…

– Henry -dijo Marc entonces, como si acabara de percatarse de lo frio que sonaba eso.

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