Pense que, aunque no quisiera ser un cirujano especializado, echaria de menos la cirugia, la medicina en si. El trabajo con los pacientes. Asi que creo que me gustaria… -miro de reojo a Em antes de proseguir-. Creo que me gustaria volver a la cirugia general y, ademas, ejercer un poco la medicina general.
– ?Estas diciendo que quieres ejercer en Bay Beach? -dijo Lori, y Em la miro desesperada. Queria gritar.
– He hablado con Chris Maitland, el medico que trabaja al sur de Bay Beach. ?Sabias que es anestesista?
– Si, pero…
– Hizo lo mismo que yo -aclaro Jonas-. Se harto de la falta de contacto humano en la medicina de la ciudad, asi que volvio a la medicina general. Si yo me quedara aqui no tendria que renunciar por completo a la cirugia, y Chris podria ejercer de nuevo como anestesista. Yo podria hacer todas las intervenciones quirurgicas de la zona, y apenas tendriamos que acudir a Blairglen. Ademas, podria dedicarme un poco a la medicina general. Me quedaria tiempo para seguir mis investigaciones y una o dos veces por semana acudir a Sydney a dar clase -se quedo pensativo unos instantes-. Y si doy clase a los internos en los hospitales, supongo que podrian darme un puesto docente para este distrito. Con internos en practicas con nosotros, ?no seria mucho mas facil la vida para todos?
?Cuanto mas facil?
Em se quedo en blanco tratando de asimilarlo todo. Jonas alli. Medicos internos en rotacion para hacer las practicas tambien alli…
?Que maravilla! Pero ese no era el tema del que estaban hablando. Estaban hablando de matrimonio.
– Yo no…
– Bueno, me voy -Em casi se habia olvidado de la presencia de Lori, pero al despedirse ella le dio un gran abrazo-. Esto se esta poniendo demasiado complicado para mi. Todo lo que se es que no dejaras que me lleve a Robby esta noche -sonrio carinosamente a su amiga-, y puede que nunca dejes que me lo lleve.
– Lori…
– No te precipites. Escucha lo que Jonas tiene que decir y reflexiona para ver que puedes sacar de todo ello.
– Yo nunca sacaria…
– Puede que si -afirmo Lori-. Ahora me voy, pero tu ?escuchalo bien!
Silencio.
Un silencio que parecia eterno. Em seguia sentada abrazando a Robby y tratando de asimilar lo que Jonas acababa de proponer.
No tenia ningun sentido.
– ?Quieres quedarte aqui? -dijo Em, por fin-. ?Se trata de eso?
– Quiero tener un lugar de base. He llegado a la conclusion de que me gusta tu tipo de medicina. Me he encarinado mucho con los hijos de Anna, ella va a seguir necesitando una familia y de este modo…
– Podrias limitarte a trabajar aqui. Desde luego que te necesitamos, pero no es necesario complicarlo todo con esa ridicula idea del matrimonio.
– No -se quedo pensativo-. Yo tampoco lo creia. Pero esta la cuestion de Robby. Si me caso contigo, Robby tendra una familia.
– Tu no quieres ser el padre de Robby. Lo dijiste bien claro.
– Lo dije -reconocio Jonas-. No quiero ser el padre de nadie -pero el tono de su voz se suavizo al mirar a Robby, que estaba casi dormido en brazos de Em y con su manita agarrada a un dedo de ella. ?Estaba tan lastimado!-. No quiero que acabe en un orfanato -dijo en un tono tenso y henchido de emocion, como si no se creyera lo que estaba sintiendo.
– Tu tambien te has encarinado con el -dijo Em mirandolo, y el asintio.
– Si, supongo que si. Es un nino muy valiente. Y si casandome contigo pudiera proporcionarle un hogar…
– ?Menudo sacrificio!
Jonas la miro con una sonrisa burlona.
– ?Eh! Tu no estas tan mal.
«Pero tampoco estoy tan bien», penso Em.
– ?Viviriamos juntos? -pregunto intrigada.
El se meso los cabellos.
– Supongo que tendriamos que vivir juntos si queremos adoptar a Robby formalmente, pero no creo que eso sea un problema. Yo estaria algunos dias en Sydney y esta casa es suficientemente grande para todos nosotros. Ademas, si tenemos a un interno viviendo aqui, la situacion no seria tan personal.
«?No seria tan personal!»
– Pero esto seria un trato a largo plazo. Tendrias que decirle a Tom que estas dispuesto a ser el padre de Robby. Si nosotros…, nosotros y no yo, lo adoptaramos, tendrias que implicarte.
– No veo por que. No si te tiene a ti.
Em respiro hondo luchando con los sentimientos que se le agolpaban.
– Jonas, quiero tanto a Robby que me hace dano -le dijo-. Pero Robby necesita una familia -cerro los ojos tratando de mantener la calma. Lo que Jonas le ofrecia era muy tentador. Pero ella sabia que no podia aceptarlo. Tenia un pequeno problema y tenia que confesarlo. Tenia que ser sincera aunque le doliera el orgullo-. Jonas, creo que deberias saber que me he enamorado de ti elijo sin tapujos y sin dejar de mirarlo-. Creo que debes tener ese factor en cuenta para tu ecuacion. Veras… No creo que pueda vivir en la misma casa que tu como tu esposa y mantener una relacion impersonal.
El se quedo perplejo. La miraba como si hubiera dicho algo obsceno.
– ,Tu que?
No era el momento del disimulo. Era la hora de la verdad.
– Estoy verdaderamente enamorada de ti, Jonas Lunn -le dijo mirandolo a la cara con dignidad y valentia-. Asi que si me estas proponiendo matrimonio de verdad y para siempre, te dare las gracias y te dire que me encantaria aceptar, porque no hay nada que desee mas que ser tu esposa. Pero seria tu esposa, Jonas. En todo el sentido de la palabra.
– ?Em! -Jonas estaba totalmente anonadado.
– Que cosa tan estupida, ?verdad? -dijo Em en tono cordial-. Poco profesional… incluso autodestructiva. Para mi y para Robby. Porque si no te amara, quiza podria aceptar lo que me estas ofreciendo.
– Lo que te ofrezco tiene sentido -increpo el-. Pero lo que tu estas diciendo…
– No tiene ningun sentido -concedio ella.
– Asi que olvidate de que lo has dicho. No lo decias en serio.
Em cerro los ojos. ?Como podia Jonas estar tan ciego?
– Claro que lo decia en serio. Mas en serio que nada que haya dicho en toda mi vida. Yo no queria enamorarme, no era mi intencion. Pero ocurrio. Por eso tu propuesta no funcionaria. Me darias solo la mitad del pastel, pero no la mitad que yo mas quiero. Tendria un nino y un marido, pero un marido que me trataria como a un colega de profesion.
– ?Que mas quieres? ?Para que necesitas mas? -su tono era como de estar enfadado y, de repente ella tambien lo estaba. Jonas era tan malditamente insensible…
– Lo quiero todo -dijo Em con claridad-. Cuando vine aqui sabia que mis posibilidades de tener un marido y unos hijos eran casi nulas, y lo acepte. Pero ahora me estas ofreciendo la mitad de lo que mas ansio, y se que prefiero no tener nada a estar viendo constantemente la otra mitad. La mitad que no esta a mi alcance.
Silencio.
Em penso que el estaba desconcertado. Que no entendia nada.
– Pero tu quieres a Robby.
– Si -estaba a punto de llorar-. Pero tu no nos quieres -se mordio el labio-. Has dicho que no querias que Robby fuera a un orfanato. Asi que te sacrificas por el, casandote conmigo. Pero yo no estoy preparada para asumir mi parte del sacrificio. El matrimonio no, Jonas. No si no hay amor.
– Nosotros… no amamos -dijo lentamente. Su enfado amainaba al ver la desesperacion de Em-. Mi hermana y yo no podemos amar, Em Lo siento, pero nos han quitado la capacidad de amar desde una edad muy temprana.
– ?Y no podeis recuperarla?