reunirse con Margaret. Y yo… Y yo no podia ir a casa y despertar a Christie y necesitaba estar con alguien. Te necesitaba a ti.
Hubo un largo silencio.
Solo se podia oir el murmullo de las olas rompiendo suavemente sobre la arena. Tina seguia agarrando las manos de Jock. Estaba alli luchando por algo que apenas entendia. Luchaba por conseguir que el la necesitara del mismo modo que ella lo necesitaba a el.
– Jock… -ella apoyo la cabeza sobre el pecho de el.
El traje de Jock estaba en un estado lamentable y la camisa estaba rota a la altura del pecho.
– Siento que hayas sido tu quien se haya tenido que encargar de la pequena -susurro ella-. Ha debido ser horrible.
– Estoy bien. ?Diablos, Tina! No necesito…
– No necesitas a nadie -murmuro ella, notando las manos de el rigidas entre las de ella-. Jock, no te hagas esto a ti mismo. Ayudaste a que esa nina viniese al mundo y la querias. A mi no puedes enganarme. Se que quieres a todos esos bebes a los que ayudas a nacer y que mediante ellos tratas de compensar el carino que te niegas a ti mismo.
– Yo no…
– Es cierto. Lo se porque te quiero, Jock. Solo Dios sabe por que, pero lo cierto es que puedo leer en ti como en un libro abierto. Y se que esta noche lo has pasado muy mal al tener que sacar a Cameron Croxton de ese coche. Eso te ha partido el corazon, pero luego te has venido aqui solo y tratas de olvidarlo todo. Y eso es imposible, Jock. El dolor hay que compartirlo para que desaparezca. Y tu tambien necesitas hacerlo.
Ella le paso los brazos alrededor con gran cuidado, apretandose contra el. Quisiera el o no, ella estaba tratando de consolarlo del unico modo que sabia. Y Tina sabia perfectamente lo que estaba haciendo. Le estaba ofreciendo su cuerpo como solo una mujer podia hacer. Algunas heridas no se pueden curar con palabras.
Para algunas heridas el unico consuelo puede ser el cuerpo del ser amado. Y ella amaba a Jock. Y aunque no distinguia si queria consolarlo a el o buscar ella consuelo en el, le daba igual.
– Debi hacer algo -dijo con la voz rota-. Tina, vimos que estaban bebiendo…
– Lo se. Yo tambien he estado pensando en ello una y otra vez… Pero no podiamos imaginar que iban a conducir despues. Lo de que bebieran es solo responsabilidad de sus padres.
– No se les deberia haber permitido tener hijos si no iban a saber…
– Lo se, pero eso no significa que todo funcione indebidamente… Jock, no dejes que esto te destroce. Dejame ayudarte. Por favor…
Ella metio las manos bajo la camisa de el y comenzo a acariciar su fuerte espalda. Sintio que el se estremecia, pero eso no la hizo vacilar.
– Jock, relajate -susurro-. Admite sencillamente que me necesitas. Yo te necesito tanto como tu a mi. Te amo, Jock. Y no puedo… Jock, no podria aguantar pasar esta noche sin ti.
Tina se puso de puntillas sobre la arena y lo beso.
Capitulo 8
TINA llego a pensar que Jock no iba a responder. Llego a pensar que el se iba a quedar realmente solo. Que rechazaria el cuerpo de ella igual que rechazaba sus propias emociones. Pero la noche habia sido larga. Demasiado larga y demasiado horrible y Tina lo estaba abrazando, lo estaba besando y deseaba que el respondiera… Se moria porque el respondiera. El podia sentir el dolor en los labios de ella y la frialdad que agarrotaba sus huesos comenzo a desaparecer gracias al calor de ella. El hielo se fue derritiendo, lo quisiera el o no.
El se habia enfrentado a la muerte aquella noche, se habia enfrentado al horror, y Tina le estaba ofreciendo la vida. Le estaba ofreciendo una forma de salir adelante y el habria tenido que ser sobrehumano para resistir el carino y el consuelo que ella le ofrecia.
Asi que con un gemido que delato lo desesperado que estaba, Jock apreto el cuerpo de ella contra el suyo y la beso.
No fue un beso suave. En absoluto. Jock la beso apasionadamente, con un fuego y un deseo que agito los cuerpos de ambos con su intensidad. Y en el momento en que el dejo a su boca responder a la de ella, ambos supieron a donde les llevaria eso. Ya solo habia una forma de terminar la noche y ellos lo sabian.
De algun modo consiguieron volver a la casa, aunque Tina nunca llego a saber como. El la debio llevar, pero si fue asi, los labios de Jock nunca abandonaron los suyos. De algun modo atravesaron la playa, entraron por la puerta trasera y llegaron al dormitorio de Jock, donde una cama enorme los estaba esperando.
Ambos estaban sin aliento, dejandose llevar por el extasis de la pasion y el deseo. Tina se agarro a el como si se estuviera ahogando y el se fundio con ella. Sintiendo su fuego. Ya no habia ninguna duda para entonces. Ellos eran una sola cosa ya, un solo cuerpo. La boca de Jock devoro la de ella, sus manos acariciaron sus suaves curvas, parandose en sus pechos y luego agarrandola de los muslos para atraerla hacia el.
Mas y mas cerca…
Sus ropas eran la ultima barrera entre ellos. Y la ultima cosa que los dos amantes necesitaban era un barrera. Comenzaron a desvestirse el uno al otro freneticamente.
Ambos debian de haber perdido la razon, penso ella mas tarde. Debian de haberla perdido por completo. Pero en ese momento… Esa noche no habia tiempo para pensar salvo en su deseo mutuo, salvo en el fuego que los devoraba a ambos. No hablaron ni se rieron, solo les movia una necesidad, que debia tener un solo final.
Los pechos de Tina eran dos pequenos montes del deseo. Todo su cuerpo se contorsionaba y su boca seguia aferrada a la de Jock. Sus lenguas se movian hacia delante y hacia atras, buscandose la una a la otra y devorandose y ese deseo que nacia en sus bocas se repartia y amplificaba por todo el cuerpo.
– ?Oh, Dios, Tina, como te deseo!
Fue lo unico que Jock dijo. Su voz fue un susurro ronco por la pasion, que ella apenas pudo oir. Y eso fue lo unico que el tenia que decir y aun asi fue un comentario superfluo. Ellos estaban ya completamente desnudos, la piel de uno fundida con la del otro, sintiendo el fuego que encendia ambos cuerpos. Jock estaba sobre ella y el cuerpo de Tina se contorsionaba por el deseo.
Si el no hubiera respondido, ella seguramente habria muerto de deseo.
Pero el finalmente la penetro. Y fue algo magico, maravilloso. La penetro y fue como un flecha que entrara en el fuego que era la humeda cavidad entre los muslos de ella. El gozo fue indescriptible. El cuerpo de Jock estaba llenando el horroroso vacio de la noche. Sus cuerpos se estaban uniendo mas firmemente que lo que los uniria cualquier voto de matrimonio.
En el momento en que Tina lo sintio dentro de ella, cualquier huella de razon, toda cordura, se disipo en el aire de la noche. La cordura la habia abandonado por primera vez en su vida. Y. ella se dio cuenta de que asi era como habia querido sentirse desde siempre. Nunca habia conocido a ningun hombre que le hubiera hecho sentir lo que Jock.
Las manos de Tina agarraron con urgencia los fuertes hombros de Jock y le dio la vuelta, poniendose encima de el. Ese era su hombre, su corazon. El cuerpo de ella se arqueaba, enviando mensajes de placer y deseo de vuelta al de el.
Un ritmo glorioso comenzo. Ella sentia como el deseo de el se ahogaba en el amor de ella una y otra vez. Cada vez entrando mas hondo en su cuerpo. Y en su alma…
Jock lo era todo. No habia nada mas en el mundo que pudiera importarle salvo ese hombre y su cuerpo. El horror de la noche se disipaba ya por completo, vencido por el amor. Con ese amor, con Jock dentro de ella, podia enfrentarse a todos los horrores del mundo.
– Jock… Jock…
No sabia si habia pronunciado el nombre de el en voz alta y tampoco le importaba. Hubiera sido su boca o su corazon quien pronunciara su nombre, lo cierto era que habia sido un voto de amor que la unia a el con mucha mas fuerza que un voto de matrimonio. Jock…
Luego la noche exploto en una bruma de amor, iluminada por estrellas y ya no hubo nada mas. Nada, salvo Jock. Nada salvo la union de ese hombre y esa mujer.