Y nada volveria a ser igual.

– ?Cafe?

Tina abrio un ojo y se sintio deslumbrada por el resplandor de la manana.

El sol flotaba frente a la playa. A traves de las ventanas del dormitorio se podian ver las olas metiendose practicamente en la casa.

Tina se encogio ante el brillo de la luz y el agua. Se dio la vuelta hacia el otro lado y se encontro a Jock en el umbral de la puerta.

Estaba completamente vestido. Llevaba unos vaqueros, una camisa medio abierta y los pies, descalzos. Y el canalla sonreia como un gato que se acabara de comer el canario mas gordo.

Tina se tapo con las sabanas hasta el cuello.

– ?Que te hace parecer siempre tan decente, Jock Blaxton?

– Me gusta sentirme superior -respondio, acercandose hasta ella y besandola en la nariz-. Se que no lo necesito, pero tendras que ser indulgente con mis caprichos. Y uno de mis pasatiempos favoritos es levantarme, vestirme y servir el desayuno a una mujer desnuda dentro de mi cama.

Una mujer desnuda, penso Tina. ?Cuantas mujeres desnudas habrian pasado por esa cama?

“Tienes que mantenerte alerta”, se dijo a si misma con desesperacion. La pasada noche habia desnudado su alma para ese hombre. Le habia dicho lo que sentia. Le habia confesado que lo amaba.

Si el tambien la queria, le tocaba actuar. Ella no podia volverselo a decir. Era el turno de Jock.

– ?Te sientes mejor? -le pregunto, consiguiendo sonreir, mientras sacaba una mano para agarrar el cafe.

– ?Era eso lo que buscabas anoche? -pregunto el, tumbandose al lado de ella y pasandole la mano por el pelo-. ?Buscabas que me sintiera bien?

– Por supuesto -dijo ella, con los ojos sonrientes, y posando su mano sobre la entrepierna de el-. ?Y tuve exito?

– ?Que si tuviste exito? -Jock aparto las sabanas, casi derramando el cafe. Ella dejo su taza en la mesilla, mientras la boca de el se posaba en el valle entre los senos de ella y la besaba. ?Como iba a beberse el cafe en esas condiciones?-. No puedes ni imaginarte el exito que tuviste -anadio el-. No sabes lo mal que me sentia antes de que tu llegases -Jock comenzo a acariciar el vientre plano de ella, provocando que Tina se estremeciera de placer.

La voz de el era seria y la rodeo con sus brazos como si todavia buscara su consuelo.

– No se como puedes trabajar a tiempo completo en el servicio de urgencias. Por eso elegi yo ser obstetra. Para no tener que vermelas con desastres como el de ayer cada dia.

– Pero tambien ocurren tragedias siendo obstetra -comento Tina, acariciandole la cabeza, pero al mismo tiempo tratando de mantenerlo a distancia. Recordaba lo que el habia dicho. Que le gustaba servir el desayuno a la mujer desnuda que habia en su cama. ?Cuantas mujeres habrian estado en su situacion?

Pero Tina no podia resistirse a ese hombre. Comenzo a pasarle los dedos entre los rizos negros de su pelo y le apreto la cabeza contra su corazon y se daba cuenta de que cada vez se enamoraba mas de el.

– Y… y yo tampoco puedo enfrentarme sola a las catastrofes -susurro ella.

– ?Y por eso viniste anoche? ?Porque no querias estar sola?

?Se habria olvidado de que ella le habia confesado que lo amaba?, penso Tina sombriamente. ?Pensaria el que lo habia dicho por decir o que seria algo que le decia a todos sus amantes?

Asi que a pesar de lo que sentia, no le volveria a decir que lo amaba. Eso habia estado bien la noche anterior. Cuando necesitaba acostarse con el, pero en ese momento, ya de manana, seria como un chantaje emocional. Y no queria depender de el.

– Eso es -dijo ella, con voz algo rigida, que el parecio no notar-. Por eso vine. No podia ir a mi casa y enfrentarme a Christie.

– Hablando de Christie, ?no estara preocupada? -Jock miro el reloj y luego volvio a concentrarse en lo que estaba haciendo. Trazar circulos con sus dedos sobre la piel desnuda de ella, por encima de su ombligo y luego por debajo. Cosa que estaba volviendo loca a Tina-. Son las nueve y es domingo por la manana. ?No crees que se pueda preocupar cuando se despierte y vea que no estas en casa?

– Tengo veintiocho anos y anoche me vio salir con un hombre soltero muy atractivo.

'?Cielo Santo, como no deje de acariciarme, me voy a morir!'. O quiza se muriera si dejaba de acariciarla.

– Seguro que se imagina donde estoy. Christie no es tonta -anadio Tina.

– Ya me imagino.

Tina se dio cuenta de en que estaba pensando el. Debia de estar pensando en que eso era algo habitual. En que todas sus citas acababan igual. ?Por el amor de Dios! Ella no era ninguna virgen, pero…

– Supongo… Supongo que deberia irme a casa a ver si puedo dormir otro poco. Tengo guardia esta noche.

– ?Te tienes que ir?

– Deberia… -pero Jock seguia acariciandola y la determinacion de Tina se derritio como la mantequilla.

– Tina…

– ?Si?

La boca de Jock comenzo a hacer lo mismo que sus dedos, besandola bajo los pechos.

– Creo que ha sido un error lo de vestirme -admitio el, con la voz ronca por el deseo-. ?Diablos, Tina! Anoche fue nuestra ultima cita. ?Por que terminarla tan pronto?

Y por supuesto, no se acabo tan pronto.

Pero mientras Tina seguia en los brazos de su amante una hora despues y esperaba a que comenzara el dia y el mundo los envolviera de nuevo, surtio el corazon frio y enfermo.

Porque la voz de Jock habia sonado firme y segura.

“Nuestra ultima cita”, habia dicho el y su voz parecia completamente segura.

Tina se marcho hacia las once y Jock se fue a nadar. Estuvo nadando casi dos horas. Nado como si la vida le fuera en ello, tratando de quemar la energia sobrante. Tratando de quemar esa maldita inquietud.

?Que encantadora era!, penso. Pero ?le gustaria tenerla en su cama durante el resto de su vida?

– ?Que te propones, amigo? -hablo para si-. ?Casarte? ?Tener hijos? Eso es el desastre absoluto y tu lo sabes. ?Es que te has vuelto loco? ?Diablos, Jock, si ni siquiera has tomado precauciones!

El le habia preguntado por ello mientras se duchaba antes de marcharse.

– Tina, anoche… No se en que estaba pensando. Se que debia haber usado preservativo, pero las cosas se nos fueron de las manos. ?Crees tu que…?

– No te preocupes -le habia contestado Tina desde la ducha con voz cansada y tensa-. Creo que no hay peligro, pero aun asi puedo tomar la pildora del dia despues. Ya soy mayor, Jock Blaxton, y puedo cuidar de mi misma. Asi que relajate… a menos que tengas alguna enfermedad que deberias haberme confesado.

Lo dijo con tono de broma y Jock lo agradecio porque estaba tenso. El no queria tener hijos bajo ningun concepto. Pero habia algo en esa mujer que era distinto.

Se acordo de cuando por la manana le habia llevado el cafe, mientras ella dormia alli con su maravilloso cuerpo desnudo y su cabello desparramado sobre la almohada como una mancha roja. ?Como habia despertado su deseo!

Y cuando se iba a marchar, el deseo se volvio a despertar y el tuvo que hacer un gran esfuerzo para no retenerla y hacerle el amor de nuevo.

Debia haberse vuelto loco. Ese era el camino de la miseria. Su padre se lo habia dicho muchas veces. Asi que la habia dejado marchar. No queria involucrarse mas de lo que ya estaba.

De lo que seguia estando…

Ademas, el no le habia hecho a Tina falsas promesas. Ella habia sabido desde el principio que no queria ninguna relacion estable. Y su relacion seguia siendo meramente profesional, se dijo, mientras seguia nadando.

– Y Jock, si yo fuese tu, llamaria a Londres manana mismo y aceptaria ese trabajo. Porque tan pronto como te alejes de aqui, el peligro pasara y podras volver a pensar con claridad.

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