Se quedo mirando el resultado del test. La linea azul significaba que estaba embarazada con un cien por cien de seguridad.
?Como podia haber sido tan estupida? No habia tomado precauciones ya que poco antes de acostarse con Jock a ella le habia venido el periodo. Asi que en teoria no habia peligro. Ella no debia ovular hasta una semana despues del periodo. En teoria no habia peligro. Pero si que lo habia.
– Nunca se debe descartar el riesgo de embarazo -escucho el eco de la voz de un profesor de medicina-. El esperma puede atravesar paredes de tres pies de grosor. Y no hay votos de castidad, ni pildoras, ni condones, ni vasectomias que valgan. No hay ningun metodo anticonceptivo que asegure una efectividad del cien por cien. La unica seguridad para una mujer en edad fertil es la abstinencia. Y aun en ese caso, puede haber serias dudas.
“Santo Dios”.
Deberia de haber tomado la pildora del dia despues. Pero no lo hizo. En los dias que siguieron al accidente tuvo mucho trabajo y… Bueno, y ademas tendria que haber ido a conseguirla a la farmacia. Tendria que habersela pedido a Kevin, el horrible farmaceutico de manos sudorosas y boca enorme, dandole una receta firmada por ella misma. Kevin habria mostrado una sonrisa estupida y…
– Esto es absurdo -se dijo a si misma-. Lo que te impidio conseguir la pildora fue tu estupido orgullo. Fue una estupidez no hacerlo y ahora…
“?Y ahora que? ?Abortar?”.
Tina se llevo de un modo inconsciente la mano al vientre. Estaba plano y firme, pero el test le decia que alli dentro estaba comenzando a formarse una pequena vida. Una vida que provenia del amor entre Jock y Tina. Una vida que provenia de su mutua necesidad.
El problema residia en que el ya no la necesitaba y se marcharia.
– Es solo un feto -dijo en voz alta, como si al llamarlo asi lo hiciera menos real-. Es un feto, no un nino. No es mas grande que un renacuajo y va a destrozar tu vida. Estas embarazada de solo cinco semanas, puedes abortar…
No.
La palabra atraveso su corazon y quedo alli. Sin darse cuenta, sus manos se colocaron sobre el estomago, con el gesto antiguo de la mujer que protege lo mas precioso para ella.
La semana pasada habia cumplido veintinueve anos.
– Tengo veintinueve anos y voy a tener un bebe -susurro, y de repente no parecio tan malo.
De repente noto que la alegria se abria paso entre el terror y la presion de la mano sobre el estomago se hizo mas fuerte. Un bebe…
?Como iba ella a deshacerse de un bebe que era parte de ella y parte del hombre que amaba? Se pregunto.
No podia. ?Era imposible! No le importaba lo que Jock pensara. Ese bebe habia sido producto del amor e iba a nacer. Ella le daria la bienvenida con alegria.
Hubo un golpe en la puerta y su hermana se asomo a la puerta. Llevaba a Rose en brazos, y Ally y Tim estaban escondidos detras.
– Llevas mucho tiempo aqui. ?Te pasa algo?
– Puede que si, puede que no -contesto Tina, dando un suspiro. Tendria que decirlo en algun momento-. Christie, ya sabes… ya sabes que te dije que iba a estar aqui unos meses, ?te acuerdas?
– Si -Christie ya no miraba a Tina, sino que sus ojos advirtieron el pequeno envoltorio de plastico que su hermana tenia en el regazo y la caja que habia sobre la mesa.
– Yo… creo que tendre que estar mas tiempo -continuo-. Christie… -miro a su hermana mayor y vio que las cosas habian dado un giro de ciento ochenta grados.
Durante los dos meses anteriores ella habia tenido que cuidar de Christie, pero parecia que la situacion iba a tener que invertirse.
Christie, que parecio recuperar instantaneamente su antigua fuerza, abrazo a su hermana con carino.
– Oh, Christie, ?como demonios nos arreglaremos con cuatro ninos pequenos entre las dos?
– Tienes que decirselo.
Cuatro tazas de te despues, Christie y Tina seguian hablando seriamente sobre el tema. El cambio operado en Christie era sorprendente. La mujer abandonada que tenia problemas para esbozar una sonrisa y permitia que Marie y Tina dirigieran su vida habia desaparecido.
– Jock tiene que asumir su parte de responsabilidad, Tina. Te dejo embarazada. Tendra que pagar, como minimo, la crianza del nino.
– Eso imagino. Pero fui yo quien le dijo que estaba en un dia seguro. No puedo…
– Tina, ?estas segura de que no hay nada entre vosotros? -pregunto, con precaucion-. ?Nada que pueda ser salvado? Quiero decir… que haceis una buena pareja. El seria un marido estupendo.
– No -Tina dejo la taza sobre la mesa con un golpe seco-. Estas equivocada, Christie. El es un magnifico doctor y un buen amigo -la muchacha se sonrojo-. Y un buen amante tambien, el mejor, pero Jock no quiere tener una esposa. Se acosto conmigo sin hacer ninguna promesa y ahora esta saliendo con otras mujeres. No quiere un hijo, Christie, y tampoco me quiere a mi.
– ?Pero le diras que estas embarazada?
– Creo que deberia -contesto Tina-. El es… es el padre de mi hijo y cuando se vaya -la voz de Tina se hizo un hilo fino-. Cuando se vaya de Londres tiene que saber que ha dejado una parte de si mismo aqui.
– Va a dejar a su hijo -dijo Christie, en un susurro-. Oh, Tina, ?y si lo quiere? ?Si quiere ser padre?
– No creo en esa posibilidad. Hay demasiados… -dijo pensativa-. Hay demasiados ya.
– Se quedo dormida antes del te y se desperto con hambre, asi que le hice un sandwich de crema de cacahuete. Se lo comio y de repente… de repente…
Era media noche. Una noche tranquila en la sala de urgencias hasta ese momento. La voz de la mujer expresaba terror. Estaba en la entrada con su bebe fuertemente apretado contra su pecho. Lo tenia agarrado con tanta fuerza que Tina no podia verlo.
Tina miro a Barbara, la enfermera de guardia, y esta dio un paso hacia la senora Hughes para agarrar a la nina.
– Tranquila, senora Hughes. Deje que la doctora Rafter la examine.
Pero Claire Hughes no atendia a razones. Comenzo a llorar y esquivo a Barbara con ojos aterrorizados.
– Se esta muriendo. Se muere… Tuve que dejar a mis otros hijos con los vecinos. Mi marido esta trabajando y yo no podia encontrar… ?Oh, Dios mio!
– Claire…
Claire no escuchaba. Era bastante nerviosa en cualquier circunstancia y en ese momento estaba histerica. Tina pudo agarrar finalmente a la nina y la mujer se abalanzo sobre ella, cayo al suelo y agarro a Tina por la pierna.
– ?Mi nina! Mi nina…
La nina se estaba poniendo morada. Tina la miro, intentando no perder el equilibrio, y enseguida supo lo que estaba pasando.
La madre conto que habia comido un sandwich de crema de cacahuete. Debian de ser los cacahuetes. El cuerpecito de la nina estaba hinchado, sus ojos tambien abultados y tenia los brazos y la cara cubiertos por un sarpullido rojizo. Le costaba respirar y…
De repente dejo de respirar y la mujer grito y agarro a Tina de la otra pierna, intentando que se cayera al suelo.
– ?No!
– Dejeme, por favor -suplico Tina-. ?Dejeme, senora Hughes!
Tina retrocedio con todas sus fuerzas, pero tenia los brazos ocupados por la nina inerte. La enfermera se agacho y trato de apartar a la mujer, pero Claire estaba completamente fuera de si.
– ?Claire! -grito una voz masculina.
Jock pasaba por la puerta y vio lo que pasaba. En tres zancadas llego a la mujer.
No pregunto nada. Levanto el cuerpo de la mujer y la aparto de Tina. Luego la dejo en una silla que habia al lado de la puerta.