– ?Te mudaste alli cuando murieron sus padres?
– ?Tu no lo habrias hecho?
La pregunta lo desconcerto. ?Lo habria hecho? No estaba seguro. Como hijo privilegiado de una familia adinerada nunca habia tenido que hacer el tipo de sacrificio que Molly estaba haciendo.
– Los ninos se adaptan enseguida a los cambios -contesto-. Imagino que estabas viviendo en el campo cuando ocurrio el accidente. ?No podia haberse ido Sam a vivir contigo?
– Lo intente -dijo ella-. Fue un desastre -?Debia contarle toda la historia de Michael? De ninguna manera. Habia cometido el error de amar a un cretino y darse cuenta de ello habia significado una tragedia. No podia vivir en el mismo pueblo que Michael-. Los padres de Sam vivian en un lujoso apartamento de la ciudad y el va a un colegio alli. Necesitaba que todo siguiera igual en su vida, asi que me mude.
– ?Pero no es…
– ?Te has fijado en la capacidad productiva de estos pastos? -pregunto ella cambiando de tema-. Es impresionante. Nunca habia visto cifras similares en campos no dedicados a la industria lechera, y eso es sin anadir nutrientes a los pastizales… algo que no se ha hecho desde hace anos. Si quisiera invertir en superfosfato…
– Invertire en superfosfato.
– ?Quieres decir que vas a comprar la tierra? -pregunto ella con los ojos entornados.
– Si compro, invertire en superfosfato.
– Es una gran compra.
Silencio. Entre los arbustos, un martin pescador comenzo a emitir su escandalosa risa. Desde donde estaban sentados, se podia oir el ruido de las olas, y el susurro de la brisa entre los arboles. El lugar era magico.
– Este sitio se venderia en menos de dos minutos si saliera al mercado.
– No hay muchos compradores con el dinero necesario para comprar este sitio.
– Yo conozco, al menos, cinco -dijo ella-. ?Quieres que te los nombre? Si decides no comprar, contactare con ellos en segundos. Ellos no saben que esta a la venta, si no estarian llamando a nuestra puerta.
El sonrio compungido.
– Sabes presionar muy bien.
– Es mi trabajo -dijo con una sonrisa.
– ?Vender granjas?
Molly dejo de sonreir.
– Si.
– Pero ahora vendes propiedades en la ciudad. ?Eso te gusta?
– Por supuesto que si.
– No lo creo. Eres una mujer que has nacido y crecido en el campo. Hasta yo me doy cuenta de ello.
– Bueno, ?y tu?-pregunto ella tratando de cambiar el rumbo de la conversacion-. Pasaste gran parte de tu infancia en una granja. ?Por que estas pensando en comprar este lugar? ?Quieres regresar a tus raices?
– Podria decirse que si.
– Por lo que se, pasas mucho tiempo en el extranjero.
– Hasta ahora.
– Asi que estas pensando en asentarle aqui -la idea le resultaba atractiva. Ese hombre y ese lugar parecian hechos el uno para el otro. El se apoyo contra una roca y los rayos del sol acariciaron su rostro mientras contemplaba los pastos y el mar. Parecia tranquilo. Como un hombre que regresa a casa.
– Quiza -dijo el al fin.
– ?Estas pensando en casarte?
Se puso muy serio.
– ?Por que lo preguntas?
– No lo se -Molly se encogio de hombros. Despues de todo, no era asunto suyo-. Imagino que cuando un hombre piensa en asentase…
– Y a la senora Gray le gustaria tener una familia aqui…
– Ademas -ella sonrio-. Espero que la complazca. Al fin y al cabo, es muy importante mantener a los empleados contentos.
– ?Teniendo una familia? De ninguna manera. Ni siquiera por los Gray. Quiza, te pida prestado a Sam de vez en cuando.
– A el le gustaria.
– Entonces, a pesar de que vivis en la ciudad, ?Sam no esta contento?
Ya estaban otra vez hablando de la vida de Molly, y no deberian. El era un cliente, y ella sabia que no debia mezclar los negocios con el placer. Tenia que mantenerlos completamente separados.
Pero era tan tentador hablar de Sam. Ella se preocupaba mucho por el, y la mirada de los ojos grises de Jackson indicaba que el estaba realmente interesado.
– No -suspiro ella-. No es feliz. Supongo que no puedo esperar que lo sea… sus padres murieron hace apenas seis meses. Pero… -se callo y se mordio el labio inferior. A el no podia importarle de verdad.
Pero parecia que si le interesaba.
– ?Como se hizo las moraduras que tiene en la mejilla?
– Se enfrenta al mundo.
– ?Puedes explicarmelo mejor?
Aunque no fuera algo sensato, Molly sentia muchas ganas de contarle sus preocupaciones a Jackson.
– El es demasiado pequeno -dijo ella-. Es el mas bajito de la clase, pero no se achanta por ello. Siempre se defiende, pase lo que pase. Si un chico mas grande lo empuja, Sam le devuelve el empujon, sin pensar en las consecuencias… y siempre sale perdiendo. La escuela no es muy buena, pero no puedo permitirme cambiarlo a otro colegio.
– ?Problemas economicos?
– Mi hermana y su marido no creian en los seguros. Y vivian a todo trapo. Dejaron muchas deudas.
– Ya veo. El nino es mucha responsabilidad.
– Eso es.
Ambos se quedaron en silencio otra vez. Pero era diferente No habia tension en el ambiente. Era como si ambos supieran lo que el otro estaba pensando.
«Parece un amigo», penso Molly. Era como si le hubiera ofrecido la amistad en un lugar extrano, pero era amistad, al fin y al cabo. Habia percibido preocupacion.
en su tono de voz, y tuvo que hacer un esfuerzo para contener las lagrimas. Aquel hombre tenia la capacidad de afectarla. ?Y por que? Porque era grande, atractivo, amable y… ?Y millonario… o multimillonario Como tal, estaba fuera de su grupo. Incluso como amigo. Los hombres como Jackson no eran amigos. Si eran algo, eran problemas. Molly se levanto para recoger las cosas de picnic…
– Es hora de que nos vayamos. Todavia queda mucho por ver.
– Es cierto -pero Jackson no dejaba de mirarla, pensativo.
– Pues ayudame -dijo ella-. No va a caber todo en mi alforja.
– ?Pero no eres mi sirviente? -pregunto el en tono de broma, y Molly se sonrojo.
Capitulo 4
– No, senor Baird, no soy su sirviente -contesto ella, y siguio empaquetando.
Pero el no la ayudo, Permanecio mirandola, con una extrana expresion en su rostro pensativo.
«Menuda mujer!» El pensamiento habia salido de la nada, y Jackson no tenia si idea de que hacer con el. Montaron a caballo durante tres horas y a penas hablaron. No habia necesidad de hacerlo.
Molly decidio que la finca se vendia por si sola. Cada zona parecia mejor que la anterior. Era como un paraiso alejado del mundo. Cuanto mas veia, los tres millones le parecian cada vez menos dinero.
Pero no era ella la que habia puesto el precio. Hannah Copeland la habia puesto a la venta por ese dinero y era Jackson quien tenia que decir si o no. Si el decia que no, Molly llamaria a Hannah y le diria que aumentara el
