oido, Henry, deja el palo en el suelo.
Henry se volvio hacia William. Ambos se miraron y Matt se dio cuenta de que se estaban preguntado el uno al otro que hacian.
Y finalmente Erin gano.
Pero sucedio algo. Los ninos, como si se hubieran puesto de acuerdo, se volvieron y tiraron los palos hacia la pradera, lo mas lejos que pudieron. Pero Sadie eligio justo ese momento para salir detras del tractor.
La vieja perra no habia ido con ellos, pero debia haber visto que se marchaban desde la casa. Habia seguido la orilla del rio hasta encontrarlos, pero la pobre aparecio en el momento menos adecuado.
El palo de William le dio en una pata. El animal gimio y cayo al suelo. Trato de levantarse, pero se quedo tumbada. Matt salio corriendo como si le hubieran disparado.
Erin miro a los gemelos y luego corrio tras Matt, con el corazon encogido.
Era siempre asi con los gemelos, penso. Por eso ninguna familia se los queria quedar. El desastre los perseguia como el sol sigue a la lluvia.
– ?Esta herida?.
Matt estaba arrodillado sobre la perra, con el cuerpo tenso, y Erin solo podia ver su rabo negro y blanco, inmovil. Rodeo a Matt intentando ver mejor y le dio un vuelco el corazon cuando vio que Sadie levantaba la cabeza y miraba a su dueno lastimosamente.
Afortunadamente, parecia que solo habia sido la pata. Erin tenia miedo de haber visto mal y que el palo le hubiera dado en la cabeza.
En cualquier caso, la pata de la perra tenia mal aspecto. Le sangraba en donde le habia dado el palo y Matt se habia quedado muy palido.
Les echaria de alli esa misma noche, penso Erin, observando la expresion de dolor de la perra. Y se lo tendrian merecido.
– Matt, lo siento mucho.
– Yo tambien, pero no eres tu quien se tiene que disculpar- contesto Matt, que sujetaba con una mano la cabeza del animal mientras que con la otra agarraba la pata herida. Quiza no haya sido tan grave. Creo que no hay rotura y parece que puede levantarse.
Cuando Matt solto la pata del animal, con mucho cuidado, Sadie la levanto, como para mostrarsela y decirle que la tenia herida.
– Es un poco hipocondriaca- le dijo Matt a Erin en voz baja para que los gemelos no pudieran oirlo. Pero ha sido un buen golpe. Habria que llevarla al veterinario.
– Yo pagare la factura- le ofrecio Erin, a pesar de que su salario no iba a ser suficiente para pagar todo lo que iba a tenerse que comprar en los meses siguientes.
Pero habia sido por su culpa, penso con amargura. Tenia que haber sido mas rapida.
Se habia distraido con Matt…
– No, Erin. Ya te lo he dicho antes. No eres tu quien tiene que disculparse- Matt abrazo a su perra y la miro.
Erin parecia tan destrozada, que el no podia soportarlo. Ya habia sufrido bastante a causa de esos dos muchachos.
Erin era encantadora. Y estaba guapisima. Alli de pie, con su vestido viejo, que se habia vuelto completamente transparente por el agua, parecia…
Parecia que estaba desnuda.
Quiza era mejor que se concentrara en su pero y en los gemelos…
Como Erin estaba tan mal, era hora de que el contribuyera a vigilar a esos chicos.
Lo que tenian que aprender era a pensar en las consecuencias de sus actos.
Los ninos estaban uno al lado del otro, con la cara palida. Matt los miro y se dio cuenta de que esos ninos habia sufrido mucho en el pasado. Estaba seguro de que el hecho de estar en un orfanato que nadie quisiera quedarse con ellos les estaba haciendo mucho dano. Por elo en ese momento estaban tan abatidos.
?Que era lo que habia dicho Erin?. Si, que siempre creian que iban a ser rechazados.
Y era lo que esperaban en ese momento. Esperaban una buena reganina y que Matt los echara de su casa. Y al mirar a Erin vio que ella esperaba lo mismo
– Venid aqui- les dijo a los ninos. Estos no se movieron. Henry, William, he dicho que vengais, Ahora mismo.
Se acercaron despacio y muy juntos.
Erin los miro muy nerviosa.
Era como la madre del gallinero, penso Matt. Estaba claro que nunca permitiria que nadie les pusiera la mano encima. Y por otra parte, el sabia que enfrentarse a Erin no era tarea facil.
No iba a pegarles, pero los ninos tenian que enfrentarse a lo que habia hecho.
– Le habeis hecho dano a Sadie- dijo, esperando a ver que contestaban.
Pero no dijeron nada. Miraron a Sadie y lo que Matt habia sentido al verlos delante de la secadora se REPITIO. Esos chicos no eran malos. Tenian un buen corazon.
Por eso no les iba a reganar, ni a echar de su casa.
– Lo…lo sentimos mucho- susurro Henry con los ojos humedos.
Por su mejilla resbalo una lagrima. Solo una. Esos chicos habian aprendido a no mostrar sus sentimientos a los demas y en ese momento tampoco lo harian.
– El que lo sintais no ayudara a Sadie- replico Matt. Teneis que hacer algo que la ayude.
– ?El que?- pregunto Henry.
Mientras tanto, William estaba temblando y Matt tuvo que contenerse para no abrazarlo.
Erin, sin embargo, estaba logrando mantenerse al margen.
– Tenemos que llevar a Sadie al veterinario para aseguramos de que no se ha roto la pata, pero antes tenemos que llevarla a casa. Eso significa que tenemos que apretarnos en el tractor. Los dos ireis atras y llevareis encima a Sadie. Vais a ir incomodos, pero no se puede hacer otra cosa. Erin, ?Puedes ir en el escalon?.
– Claro.
– Pues entonces vamos
5
Cuando llegaron a la casa, Matt llevo a la perra a su cesta, telefoneo al veterinario y luego se volvio hacia los chicos.
– De acuerdo, teneis dos minutos para cambiaros de ropa porque vendreis conmigo.
– Pero…protesto Erin.
Matt se volvio. Su rostro era implacable, pero vio en sus ojos una nota de humor y ella abrio mucho los suyos sorprendida.
– Estoy seguro de que solo tiene un golpe- le explico a Erin mientras los ninos se iban corriendo al dormitorio. Sadie fue golpeada pro un coche cuando tenia meses y yo le di todos los caprichos mientras se recuperaba. Ahora, cada vez que quiere algo, como por ejemplo tomarse un buen trozo de carne, finge que esta coja.
– Oh, Sadie- exclamo Erin, agachandose y abrazando al animal. No harias una cosa asi, ?verdad?
– Si que lo haria- Matt se arrodillo.
El vestido de Erin seguia transparentandose y estar a su lado era toda una experiencia.
– Aunque eso no significa que el palo no le haya hecho dano- anadio Matt. Seguro que si se lo ha hecho. Y ahora…-dio un golpecito a la perra en la cabeza. Le gusta el veterinario. Le compraremos un buen filete de vuelta y los ninos a lo mejor aprenden una leccion sobre las consecuencias de sus actos.
Erin dio un suspiro profundo.
– Gracias por no gritarles.
Matt sonrio. Aquello fue una equivocacion, porque ella sonrio a su vez y algo extrano sucedio.
Algo que no se podia definir con palabras. Pero que era verdadero. Increiblemente verdadero.
– De…nada- contesto con voz temblorosa. Y ahora, si me disculpas, voy a cambiarme yo tambien.“Menos