De repente, se le ocurrio algo y miro a Erin, quien le estaba diciendo en ese momento a los ninos que fueran a lavarse las manos antes de comer.
– He traido suficiente pizza para todos- dijo Tom alegremente. Hay de cuatro tipos, asi que podreis elegir la que prefirais.
Entonces miro a Matt y le gusto lo que vio.
Matt estaba pensando que las pizzas olian muy bien. Cosa bastante extrana. Ya que el llevaba mucho tiempo de soltero y habia comido muchisimas pizzas…asi que se habia acabado hartando de ellas. De manera que lo normal habria sido que le entraran ganas de escapar de alli para ir a cenar a casa de Charlotte, que seguramente la habria preparado algo exquisito. Pero lo cierto era que lo unico que le apetecia era sentarse al lado de Erin y comer tambien el pizza.
– Yo…no puedo quedarme, tengo una cita.
– Con Charlotte-anadio Erin mirando a Tom.
Tom asintio pensativo.
– Pues adelante, chico. Me atrevo a decir que Erin no va a esperarte levantada.
– No, no lo esperare- contesto Erin, risuena. Estoy completamente agotada. Entre lo de anoche y que hoy hemos ido a nadar…no se como puedes salir.
– Es que va a ver a la mujer que ama- contesto Tom, observando la expresion de Matt y viendo en ella la respuesta que andaba buscando.
La mujer que tenia planeado casarse con el estaba esperandolo. Llevaba preparada varias horas y el aroma de su guiso lo recibio antes incluso de que saliera de la camioneta.
?Olia estupendamente!. Y luego Charlotte salio de la casa corriendo, bajo las escaleras del porche y se acerco a la camioneta. Y tambien estaba maravillosa.
– Matt, carino, crei que nunca ibas a llegar. ?No ha habido mas incendios esta noche?
– Ningun incendio mas-dijo, apartandola suavemente y observandola.
Si, Charlotte era guapisima. Y la casa olia tan bien…
Pero no eran codornices.
– Pense que calentarias la cena de ayer- dijo, inquieto. Por eso acepte venir…para que no se echara a perder.
– Pues si- la mujer se sonrojo y movio las pestanas dulcemente. Pero…-miro hacia otro lado…pense que… bueno, vi la caja en la camioneta esta manana y ya me entiendes, pense que una langosta y un buen champan seria una buena cena para celebrarlo.
La caja…?La caja!
Todavia estaba donde la habia dejado la noche anterior.
A Matt se le habia olvidado por completo aquel anillo con un diamante engarzado. Habia estado todo el dia en la camioneta, pero el ni siquierA se habia fijado en aquella caja.
Era evidente que estaba esperando que le pidiera la mano.
Bueno, ?Y por que no?, se dijo Matt. ?Por que lo estaba retrasando tanto?. Al fin y al cabo, era lo que habia planeado hacer. Lo habia pensado durante mucho tiempo y habia decidido que era lo mas sensato
Pero…los gemelos.
– Charlotte, he ofrecido alojamiento a los gemelos durante seis meses.
– Muy bien- dijo ella, como si no fuera un impedimento.
Y no lo era. Charlotte habia oido la oferta de Matt a Tom aquella tarde y habia estado pensando todo el dia en ello. No querria, bajo ningun concepto, que aquella mujer viviera con Matt…pero podria admitir la presencia de los gemelos en la casa. Aunque solo por unos meses, claro. Y eso si, tendria que ensenarles un poco de disciplina.
– A Tom no le gusto nuestra idea de dejarles la habitacion de los establos- dijo, en un tono de voz que dejaba claro que no entendia como el director del orfanato no habia aceptado el ofrecimiento de sus padres. Pero he estado pensando en ello. Si Erin se quedara contigo para cuidar de los gemelos, el orfanato se quedaria sin una de sus empleadas durante una buena temporada. Asi que,?por que no nos casamos en seguida y los cuidamos nosotros mismos?.
Para Charlotte era la solucion perfecta. Y no iba a ser una boda repentina, ya que llevaba anos esperando ese momento.
– Podemos tener una bonita luna de miel- continuo, agarrandole las manos y sonriendo. Estoy segura de que mi capataz se haria cargo de la granja mientras estemos fuera. Y cuando volvamos, Erin se marchara.
– parece que lo tienes todo bien planeado.
– Mmm- dijo ella, sonriendo feliz. Es lo mejor-miro otra vez la caja y al fin se decidio a levantarla en sus manos. La abrio y contemplo el anillo. ?Oh Matt!. Es precioso.
– Charlotte, no se.-…
– Mira, no te preocupes por los gemelos ni por Erin esta noche- le aconsejo ella, colocandose el anillo en el dedo y agarrando a Matt del brazo. En realidad, no se como voy a poder organizar la boda, pero lo hare lo antes posible. De momento, concentremonos en el presente. Vamos a celebrarlo, cenando langosta y champan. Me ha costado una fortuna y no quiero que se estropee. Hoy vamos a celebrar nuestro compromiso. El resto ya lo solucionaremos mas adelante.
?Maldita fuera!.
?Como habia dejado que le ocurriera aquello?, penso Matt tres horas despues, de vuelta a su casa.
?Estaba comprometido y a punto de casarse!.
La verdad era que, al comprar el anillo, habia sellado su destino. Charlotte probablemente tenia espias entre los joyeros. Esa ciudad era demasiado pequena para que se pudiera guardar ningun secreto. Aunque el no hubiera dejado el maldito anillo en la camioneta, ella se habria enterado de todas formas de lo que habia comprado.
Asi que ya no habia vuelta atras.
?Y por que iba a haberla?
Se quedo un rato pensativo, tratando de ordenar sus ideas.
Si, aquella decision la habia tomado despues de haberlo meditado durante mucho tiempo. Charlotte era una mujer encantadora y le seria siempre fiel. Seria una esposa encantadora y una madre maravillosa.
Nunca se pondria un vestido como el de Erin.?Y menos estando mojado!
Y tampoco el querria que se lo pusiera, se dijo. Aunque en el fondo sabia que se estaba mintiendo. O quiza no.
Posiblemente era cierto que no querria ver a Charlotte con un vestido transparente…pero con Erin era diferente.
Habia confiado en que todos estuvieran en la cama, pero Erin estaba todavia levantada. Estaba sentada en la cocina, rodeada de paquetes abiertos y colocando ropa en diferentes montones. Cuando el entro, levanto los ojos y esbozo una amplia sonrisa.
– Matt, es una ropa muy bonita. Charlotte ha sido muy buena. Nos ha comprado justo lo que necesitamos para estar aqui, en la granja.
Matt se fijo en las prendas y, efectivamente, Charlotte habia hecho una buena eleccion: Vaqueros, camisetas, zapatillas…cosas adecuadas para los ninos.
Y decentes para Erin. Aunque a el le gustaba el vestido transparente.
Si, y sabia por que. Sonrio para si y trato de olvidar la imagen de Erin con el vestido mojado aquella tarde. Ya no se lo pondria mas. Charlotte le habia comprado ropa comoda, como la que llevaria cualquier empleada del orfanato. Eran cosas que no se volverian transparentes al mojarse. ?Estaban hechas para taparlo todo!.
Sin embargo, Charlotte nunca se pondria ese tipo de cosas. Ella llevaba siempre pantalones de lino elegantes y faldas hechas a medida.
Por otra parte, estaba seguro de que a Erin no le gustaria el estilo de vestir de Charlotte.
Ella, sin duda, preferia llevar ropa mas comoda, como la que le habian comprado. Asi que Charlotte habia hecho lo que tenia que hace y criticarla seria injusto para la mujer con la que iba a casarse.
?O seria mejor decir con la mujer que poco tiempo antes se habia puesto su anillo en el dedo?
Porque el todavia no le habia pedido que se casara con el.
En realidad, nunca le habia prometido nada.