La puerta del almacen estaba abierta. Los gemelos se habian colado dentro y se habian subido a un tractor antes de que ellos pudieran hacer nada. Matt se toco el bolsillo para ver si tenia las llaves y, al notarlas, dio un suspiro de alivio.
Aunque…
– No, no podran arrancarlo sin laves. No son tan malos como la gente dice- aseguro ella. Solo son dos ninos activos y que les gusta preguntar. No han tenido la vigilancia necesaria en el pasado y necesitan mantenerse ocupados.
– ?Entonces mi tractor sobrevivira?
– No he dicho eso y sera mejor que tengas controladas las llaves.
– Si, senorita- dijo Matt, sonriendo.
La miro y noto que se apoderaba de el una sensacion extrana. Y eso que Erin estaba ridicula con aquel vestido, penso mientras la sensacion se alojaba en su pecho. Estaba ademas despeinada. Pero bajo aquel vestido y aquel peinado, estaba muy guapa…
– ?Que estabas diciendo de Tom Burrows?
– ?Que?- pregunto, tratando de volver a la realidad.
?Ah, si!. Le dije que podiais quedaron aqui el tiempo que necesiteis. Como si quereis quedaros hasta que reconstruyan el hogar.
Erin se detuvo y lo miro sorprendida.?Sabria Matt lo que significaba aquello?
– Matt, eres muy amable, pero, ?lo has pensado bien?. La reconstruccion puede durar seis meses.
– No importa. Aqui hay mucho sitio y vosotros necesitais un techo bajo el que vivir.
– Seguro que el orfanato podria alojar a los gemelos en algun otro centro en Sydney- sugirio Erin, no muy segura.
– Pero tu no quieres que eso suceda, ?a que no?
– No.
Erin dio un suspiro y miro a los ninos, que seguian en el tractor.
Era evidente que ella solo pensaba en los ninos y eso era algo nuevo para Matt. El, un hombre guapo y disponible, estaba acostumbrado a que las mujeres se fijaran en el, pero Erin solo tenia ojos para los ninos.
– Son bastante inseguros y una ciudad grande los asustaria- comento Erin.
– Y tu les echarias de menos, ?verdad?- pregunto Matt, mirandola directamente a los ojos.
Erin dio un suspiro.
– Solo estan conmigo por temporadas, entre adopcion y adopcion. No puedo…no debo encarinarme demasiado con ellos, porque quiza Tom haga un nuevo intento de darlos a otra pareja en el futuro.
La idea tenia que haber complacido a Matt, pero algo por dentro le decia que podia ser diversito tener en su casa durante una temporada a aquella mujer y a los ninos.
De repente, se le ocurrio que su vida ya no seria divertida sin ellos.
Por supuesto que habia llevado una vida estupenda, se dijo, sorprendido por aquel pensamiento. Tenia una de la mejores granjas de la zona, su ganado era exportado todo el mundo y tenia mas dinero del que necesitaba.
Y tenia a Charlotte.
Pero…
Pero ?que?. No podia decirlo, pero solo podia pensar en lo que le estaba sucediendo en ese momento.
William estaba en el asiento del conductor del tractor y Henry a su lado. Tigger estaba apoyado en la ventanilla. Habian apretado todos los botones sin ningun resultado y Henry estaba tirando en ese momento de la palanca de cambios.
– Tengo que ir a ver el ganado- les grito. Voy a ir en el tractor. ?Quereis venir conmigo?-
Los ninos lo miraron con los ojos muy abiertos.
– ?Te parece bien?- le pregunto a Erin.
– Claro que si, respondio ella, evidentemente complacida. Pero solo si puedo ir yo tambien.
– ?Tu?.
– Es un tractor grande y cabemos todos.
– Pero no hace falta que vengas. Yo cuidare de ellos.
– Ya lo se.
– Entonces…
– ?Entonces que?. ?Por que no puedo ir yo?- pregunto, colocandose en jarras.
– ?Quieres venir?.
– Claro que quiero ir. ?Me parece estupendo!
Matt se quedo pensativo. Se acordo de su madre, o de Charlotte, y penso si alguna vez le habian pedido que las subiera en el tractor. Desde luego, el no recordaba que lo hubieran hecho.
– Si puedes, pero pensaba que no querrias.
– ?Por que iba a quererme quedar en tierra?- pregunto, sorprendida. Me parece divertidisimo.
Se subio a la cabina del tractor y sonrio desde arriba, con un gemelo a cada lado.”Un trio de conspiradores dispuesto a la aventura”, penso Matt. “Cuatro, si se contaba a Tigger”.
– ?Me dejas ponerme al volante?- pregunto Erin.
Todos condujeron un rato.
Matt tuvo que darles un gran paseo por toda la granja, ya que no les bastaba con estar unos segundos cada uno. El tractor era enorme. Matt normalmente lo usaba para transportar las herramientas para cosechar, no para pasear a gente.
Los tres estaban tan felices, que no hubiera sabido decir quien disfrutaba mas, si los gemelos o Erin.
Los gemelos fueron los primeros en conducir, claro. Matt se pudo detras de ellos, controlando todos sus movimientos. Luego Erin tomo el volante y el tuvo que pasar los brazos por sus hombros, como habia tenido que hacer con los gemelos. Pero le resuto…diferente.
Era el vestido, se dijo Matt, con una ligera sensacion de mareo. Nunca habia estado tan cerca de una mujer que llevara un vestido con esa tela.
Pero aquella tela tan vasta no era precisamente sexy. Asi que, ?por que se sentiria asi?.
“Concentrate en el ganado”.
El ganado del pasto del fondo estaba bien. Dieron tres vueltas para asegurarse de ello. Tambien echaron un vistazo a la vaca que acababa de tener un ternero. Y luego, de mala gana, Erin giro el volante para volver.
?Estaba pasandoselo tan bien!. El paseo habia sido estupendo. Hacia un dia precioso y ellos habian estado metidos en casa por lo de Tigger toda la manana y parte de la tarde. Los gemelos estaban radiantes y ella no queria llevarlos de nuevo hacia las alfombras tapadas con plasticos.
– Tal vez puedas volver tu solo en el tractor mientras nosotros vamos caminado- le sugirio a Matt.
Pero el nego con la cabeza.
– No, a menos que deis un rodeo enorme, porque la zona de aqui a la casa va a ser segada la semana que viene y no quiero que la piseis. Hay demasiados Joe Blackes.
– ?Joe Blackes?- dijeron los gemelos fascinados.
Habian ido todo el camino escuchando fascinados cada palabra que Matt habia dicho. El era para ellos casi un Dios, no solo por haberles salvado la noche anterior, sino tambien por haber salvado a Tigger.
– Serpientes- contesto Matt y ellos se estremecieron. Hay muchas por aqui.
Los gemelos se acurrucaron instintivamente contra Erin y miraron hacia el suelo. Pero se dijeron que estaban a salvo, siempre que no se movieran del tractor.
– No es peligros caminar despues de la siega-anadio Matt. Pero si que lo es estando tan alto el heno.
– Pero no queremos volver todavia- dijeron los ninos al unisono.
Matt sonrio. Y de repente, tampoco el quiso que se terminara tan pronto el dia. Faltaba todavia una hora o dos para que Tom llegara y el se fuera a casa de Charlotte.
– Os voy a decir que haremos: vamos a ir al rio a banarnos. Henry, te toca a ti conducir. Erin, dejale. ?Es el turno de Henry!
Matt penso que Erin era una nina tambien y sonrio. Erin hizo un gesto comico y dejo su sitio a Henry.
– ?Vaya suerte!.?Has dicho un bano?- pregunto mirando a Matt.
– Ya se que no hemos traido los trajes de bano y que llevamos una ropa muy elegante- afirmo Matt,