?Eran adorables!.
Y ella tambien era adorable, penso, volviendose hacia Erin, que llevaba un vestido de color azul con lunares rosas, sujeto en la cintura con un cinturon de plastico. La prenda parecia de alguien de sesenta anos y le quedaba enorme. ?Como conseguiria Erin estar guapa con aquello?.
– Te puedes reir, pero atente a las consecuencias-dijo Erin, leyendole el pensamiento.
Matt deseo que ella no pudiera adivinar todo lo que estaba pensando.
– ?Por que iba a hacerlo?.
– Porque es el unico vestido que me vale, pero debe ser de la senora Beverly Borridge, que tiene unos pechos…
Los ojos de Matt se posaron inmediatamente sobre la zona mencionada y Erin se sonrojo, cruzandose de brazos y volviendose hacia la secadora.
– Enormes- concluyo.
Matt no pudo evitarlo y sonrio, que fue exactamente lo que no tenia que haber hecho. Porque ella se volvio y, al ver su sonrisa, reacciono como cuando estaba en la escuela. Nade se podia meter con Erin Douglas sin sufrir sus represalias.
Al lado de Erin habia una toalla empapada. Justo lo que necesitaba. Erin hizo una mueca, agarro la toalla y la lanzo con una gran punteria, alcanzando a Matt en la cara.
Pero Matt seguia sin saber lo que estaban haciendo, asi que se quito la toalla, que se habia quedado colgada de un hombro, y fue hacia la secadora. Una vez mas, los tres le estaban dando la espalda mientras contemplaban la maquina.
Lo unico que podia hacer era mirar por si mismo. Se agacho y entonces miro al cristal.
– ?Que programa hay?. ?Esta divertido?.
Los gemelos no le hicieron ni caso. Lo miraron brevemente y volvieron a centrar su atencion en la secadora. Su ansiedad era palpable y miraban al cristal como si su vida dependiera de ellos. Entonces Matt vio unas gafas dentro de la secadora.
Y de repente todo quedo claro.
– ?Tigger!- exclamo, sorprendido.
– Por supuesto que es Tigger- dijo Erin mientras continuaba mirando el crista. Llame a la tienda para que me detallaran las instrucciones de lavado. Espero que no te importe que haya usado tu telefono.
Dijeron que no se secaria solo, aunque lo pusieramos al sol, porque se le habia metido el agua dentro. Me aconsejaron que lo lavara con agua y jabon, y ya te imaginas cuanto hemos tardado en hacerlo.
Luego le extrajimos el agua que pudimos con una toalla y lo colgamos al sol un rato para que no encogiera. Y ahora, acabamos de meterlo en la secadora. Pero…
– ?Pero?.
– Pero los ninos siguen un poco nerviosos. Asi que nos sentamos fuera al sol con el y ahora estamos mirando como se seca.
– Entiendo.
Todo aquello era un poco absurdo y Matt tuvo que hacer un gran esfuerzo para no echarse a reir. Luego vio que a la secadora le faltaban todavia veinte minutos para acabar.
– ?Cuanto tiempo llevais aqui?.
– Hora y media. Ya debe estar a punto. Erin estaba en medio de los gemelos y les tenia abrazados a los dos. Se comportaba como si tuviera todo el tiempo del mundo y Tigger fuera su problema mas urgente.
– No le gusta estar ahi dentro- susurro Henry.
Los ojos de Tigger pasaron por el cristal en ese momento y Matt tuvo que pellizcarse para asegurarse de que no estaba sonando.?Maldita fuera!. Aquel juguete era solo un tigre de trapo, pero Henry estaba sufriendo muchisimo por el.
Y todavia quedaban veinte minutos…
– He comprado unos helados- dijo Matt, ilusionado.
Pero nadie se movio.
– ?os los traigo?
– Seria estupendo- contesto Erin sin dejar de mirar el cristal.
Si Alguien le hubiera dicho a Matt que se iba a pasar veinte minutos viendo como un animal de trapo daba vueltas en una secadora y que casi iba a disfrutar con ello, no se lo habria creido. Pero eso fue lo que sucedio a continuacion.
Despues de darle un helado de chocolate a cada nino y otro a Erin, empezo a comerse el suyo. Deberia haber comprado palomitas, pero no sabia que iba a asistir a una sesion de cine
Porque aquello era lo mas parecido a ver una pelicula que habia hecho nunca. Nadie dijo nada y todos se concentraron en Tigger, como si observandolo pudieran meterse dentro de el.
Eran unos ninos increibles, penso Matt, empezando a entender por que Erin luchaba tanto por ellos. Una vez que te ganabas su amistad, la conservabas para toda la vida. Se tomaron el helado sin apenas disfrutarlo, porque sabian que Tigger estaba sufriendo.
Justo cuando acababan sus helados, sono la alarma de la secadora. Tigger dio unas cuantas vueltas mas y se detuvo. Erin abrio la puerta.
– Puede que queme- les advirtio Erin.
Pero los ninos habian esperado demasiado tiempo y se arrojaron sobre el.
– Esta perfecto- aseguro William.
No lo estaba, opino Matt, mirando al muneco que durante tantos anos habia sido su unica compania. Le faltaban trozos de tela, un trozo de oreja, los ojos los tenia muy sucios y de la tripa empezaba a salirsele el material del interior.
– absolutamente perfecto- dijo Erin, sonriendo de oreja a oreja. Gracias a Dios que el senor McKay lo salvo. Esta tarde le cosere un poco la tripa. Mientras tanto…
– ?Podemos ver la granja ahora que Tigger esta bien?- pregunto Henry, mirando a los adultos.
– ?Si, por favor!- suplico William.
Matt los miro a los ojos, dandose cuenta de que no podria negarles nada.
Ademas, Erin tambien lo estaba mirando.
– ?No habeis estado fuera todavia?.
– Aparte de cuando hemos tendido a Tigger para secarlo un poco, no-contesto Erin, mirandolo como si fuera un poco estupido por hacer aquella pregunta. Pera ahora Tigger esta mejor y podemos hacer una pequena excursion. ?Te parece bien, senor McKay?.
– Me parece bien.
Por supuesto que si. De hecho, estaba encantado de que no hubieran visto nada sin el. Le apetecia mucho ensenarle el mismo la granja a aquella mujer.
Y tambien a los gemelos, anadio para si.
– ?Que has hecho con Charlotte?.
Iban caminando hacia el almacen. Los ninos iban delante, muy contentos, con Tigger sobre la cabeza de Henry.
– Se ha ido a su casa a prepararme la cena.
– Entiendo.
– Ayer habia quedado en ir a su casa a cenar- le explico Matt, un poco incomodo.
Y despues de que Charlotte lo acompanara al centro aquella manana, se habia sentido obligado a aceptar la invitacion.
Tambien estaba el asunto de la caja de terciopelo…
Decidiera lo que decidiera sobre la caja, lo cierto era que estaba alojando alli a Erin y a los ninos simplemente porque no tenian otro sitio donde ir. Solo pro eso.
– Tom Burrows va a venir a verte- anadio.
– ?Tom?.
– fui a verlo- le explico Matt. Tiene muchas cosas que hacer, ya sabes, pero dijo que traeria una pizza a eso de las seis para que cenarais. Me comento que tenia que hablar contigo relajadamente. Segun parece, ha hablado con el seguro y quiere…?Oh!.