Cathy miro a su alrededor. Se habia pasado todo el tiempo alli. ?Que podia haber ocurrido?
– Me ha llamado mi jefe -le dijo-. Ula recogio el mensaje mientras yo estaba con Pepper. Estan buscando oficina nueva y tardaran un par de semanas en volver a ponerlo todo en marcha. Dice que puedo tomarme todo el tiempo que necesite.
Eddie se habia mostrado preocupado por ella. Queria saber si estaba teniendo algun problema con el seguro, y le habia dicho que, de darse el caso, hablase con el. Era un buen hombre, aunque no queria tener que pensar en volver a aquel aburrido trabajo.
– Una cosa menos de la que preocuparte -dijo Stone-. Se que eso es un alivio.
– Esto es muy raro -dijo.
– ?Que estemos hablando por telefono? Lo hemos hecho siempre.
– Lo se, pero ahora estamos en la misma casa.
– ?Me estas invitando?
Cathy se estremecio. Hubiera deseado hacerse una bola y gritar de alegria. No es que Stone estuviese flirteando, pero con aquello bastaba. Ademas, ?que tenia de malo sonar?
– ?Te gustaria que lo hiciera?
– Si -contesto-. Eche de menos nuestras conversaciones mientras estabas en el hospital, pero ahora que estas en mi casa, no quiero que te sientas obligada.
– Jamas he hablado contigo por obligacion.
?Como podia siquiera pensar en eso? ?Si sus llamadas eran el mejor momento del dia! ?De su vida!
– Entonces, ahora mismo subo. Apaga la luz.
Por un segundo, sus palabras crearon una imagen de intimidad que hizo enrojecer y temblar a Cathy. Entonces recordo que era porque no queria que viese sus cicatrices; nada mas.
– Lo hare -dijo, y colgo.
Por un segundo, deseo poder correr al bano y peinarse o maquillarse un poco, pero aunque habia mejorado con las muletas, no conseguiria volver a tiempo. Ademas, no tenia maquillaje e iban a estar a oscuras, asi que, ?que mas daba?
Apago la luz, y la habitacion quedo tan en silencio que podia oir, ademas de sentir, el latido de su corazon.
Hubo una sola llamada a la puerta y Stone entro.
– Hola. ?Siempre dejas que los extranos entren sin mas en tu habitacion?
– Tu eres el primero.
– Intentare no abusar del privilegio. Te he traido un regalo -dijo, y le vio acercarse a la cama para dejar algo junto a ella.
– ?Que es? -pregunto ella mientras el se iba hacia el sofa-. Libros. ?Cuales?
– Los dos sobre los que no nos poniamos de acuerdo.
Cathy sonrio.
– Si que nos pusimos de acuerdo. Dijiste que leerias la biografia.
– Y la compre, junto con la historia de espionaje que queria. He pensado que podiamos leerlos los dos.
– Pienso hacerte un examen sobre la biografia. No pienses que vas a poder salir del paso con leer la contraportada.
El suspiro.
– Me lo imaginaba. La leere.
Su tono de sufrimiento le hizo sonreir.
Siguieron hablando sobre los dos libros nuevos y despues su conversacion giro hacia los libros que ya habian leido juntos. Cathy reparo en la forma en que utilizaba sus manos para dar enfasis a alguna opinion.
La suya era una intimidad poco corriente, penso. Aunque no podia verlo, estaba cerca. La habia llamado. Parecia incluso querer subir a verla, y aquella idea la lleno.
– ?En que estas pensando? -pregunto el tras un momento de silencio.
– En que hablar en la oscuridad es muy extrano, pero me gusta.
– A mi tambien. No tengo muchos amigos, asi que tenerte en casa es una verdadera delicia.
– Eres un adulador.
– No. Estoy siendo sincero.
– Puede.
– Nada de puede. Lo soy. Quiero que te quedes, Cathy. Quiero asegurarme de que te pones bien, y la mejor forma de hacerlo es esta.
– Asi que de verdad quieres ser el protector del mundo occidental, ?eh? -bromeo.
– Algo asi.
Cathy se rio. No podria decir por que habia tenido tanta suerte con el, por que le gustaba, o por que se preocupaba por ella. Lo unico que sabia es que era asi, y no iba a poner en tela de juicio su buena fortuna.
– Cuentame: ?que tal te ha ido la sesion de fisioterapia? ?Que has hecho?
Mientras le explicaba los ejercicios y las cosas que Pepper le habia dicho, deseo poder estar mas cerca. En un principio le habia parecido que el sofa estaba demasiado cerca, pero ahora tenia la sensacion de que habia todo un oceano entre ellos. Queria que la tocase, que la besara como habia hecho la noche anterior.
Mas suenos. Pero suenos a los que no tenia por que renunciar mientras estuviese alli.
Stone menciono un par de cosas en las que estaba pensando invertir. Hablaron de su trabajo, del tiempo y despues, se levanto.
– Se esta haciendo tarde y tienes que descansar -dijo-. Te vere manana por la noche, si te parece bien.
– Me parece perfecto -contesto, y contuvo la respiracion.
Pero a diferencia de lo ocurrido la noche anterior, aquella vez se limito a salir de la habitacion. Cathy lo vio marchar y despues se desplomo sobre las almohadas, con los libros apretados contra el pecho. Pero eran un pobre sustituto de la fantasia que Stone Ward era en si mismo.
Capitulo 6
Stone estaba delante de la ventana de su despacho, como habia venido haciendo durante las dos ultimas semanas. La mejora de Cathy era notable. Ya podia moverse sin utilizar las muletas, aunque necesitaba un baston para subir y bajar las escaleras.
La fisioterapeuta, cuyo nombre era incapaz de recordar, la dirigia haciendo ejercicio, y aunque Cathy seguia llevando los mismos pantalones grises y la camiseta de todos los dias, Stone habria jurado que aquellas prendas le quedaban un poco mas grandes que cuando empezo.
Ula habia mencionado que su invitada preferia que le preparase comidas bajas en calorias. ?Estaria intentando perder peso? Penso en la vaga silueta que habia visto bajo las sabanas en el hospital. Parecia algo mas gruesa de lo que se habia descrito a si misma, pero no se habia dado cuenta de que tuviera exceso de peso. Aun asi, si estando en su casa conseguia algun logro personal, estaria encantado. Queria ayudarla tanto como le fuera posible.
Cathy se bajo de la mesa, la terapeuta dijo algo y Cathy echo la cabeza hacia atras y se rio a carcajadas. Eso le hizo sonreir. Le gustaba su risa. Tenia la capacidad de recordarle que seguia vivo.
Y ese era el peligro. El peligro de querer demasiado. Los placeres del resto de mortales no tenian atractivo alguno para el. Todavia tenia que seguir pagando por sus pecados, y hasta que lo hiciera, no iba a pasar ni un minuto a la luz, ni figurada ni literalmente. Se merecia estar a oscuras.
Evelyn. Todo volvia a Evelyn. Al principio se habia imaginado que seria capaz de superarlo y de seguir adelante. Pero ahora sabia que no iba a ser asi. Aquel era su mundo… la soledad de la oscuridad. Durante un breve periodo de tiempo, Cathy estaria alli para mostrarle como era la luz, pero despues volveria al silencio gris, que era donde debia estar. No tenia que esperar a que llegase el momento de la muerte para recibir el castigo que se merecia. Tenia ya su propio e intimo infierno.
– Cathy esta mejorando mucho.
Stone se volvio y encontro al ama de llaves de pie en el despacho. Era una de las pocas personas que habia