– Era virgen, y la persona que deberia estar preparada eras tu. ?Que derecho tienes a correr ese tipo de riesgos?

– Normalmente no lo hago.

– Asi que Claire tuvo suerte, ?no? Todo esto es culpa tuya, y ahora estas lloriqueando porque tienes que asumir las consecuencias.

– No estoy lloriqueando.

– Pues a mi me lo parece. Peor todavia, la estas castigando. Tu estabas ahi tambien.

Un minuto. Se suponia que Nicole era su amiga.

– ?Te estas poniendo de su lado?

– Por supuesto. Demonios, Wyatt, me esperaba algo mucho mejor de ti. Ahora, marchate.

El se quedo mirandola sin dar credito.

– No lo dices en serio.

– Si.

Wyatt salio de la casa y se quedo junto a su coche. ?Que estaba ocurriendo? Todo se habia echado a perder.

Le lanzo una mirada funesta a la casa. Si Nicole queria que se marchara, se iria. No la necesitaba a ella, ni a Claire, ni a nadie.

Cuando Claire llego a casa, se encontro a Nicole esperandola con varios botes de helado Ben & Jerry’s.

– En circunstancias normales nos emborrachariamos con margaritas, pero en tu estado, no es buena idea. Tendremos que conformarnos con el helado.

El tono solidario de la voz de su hermana le dio a entender que ya sabia como habia ido su conversacion con Wyatt.

– ?Como te has enterado?

– Ese idiota vino aqui buscando un hombro en el que llorar. Le dije que eso estaba reservado para ti, y lo eche -respondio Nicole, y abrio los brazos.

Claire se sento junto a ella y se dejo abrazar. Nicole la estrecho con fuerza, como si nunca fuera a soltarla.

– Buscare a alguien que le de una paliza -dijo a Claire.

Claire estaba conteniendo las lagrimas.

– Lo quiero demasiado como para desearle algo malo. ?No te parece enfermizo?

– Bastante. Bueno, no te lo contare cuando suceda, pero de todos modos voy a hacerlo.

Claire se irguio.

– Gracias.

Nicole se encogio de hombros.

– Siento mucho que se lo haya tomado tan mal.

– ?Pero no te sorprende?

– No. Aunque Wyatt es un buen tipo, cree que no puede tener una relacion decente. Y el hecho de que Shanna se quedara embarazada y lo dejara no ha mejorado esa impresion. Luego llegaste tu.

– ?La pianista virgen?

Nicole sonrio.

– Algo asi. El no supo como responder, y sigue sin saberlo. Es mas facil enfadarse.

Claire intento entenderlo, pero no podia.

– No le importa el bebe.

– Tu te has pasado la vida deseando tener una familia. El bebe te va a dar eso y mas. El lleva siendo padre soltero ocho anos, sus suenos son distintos. Terminara por ceder.

– ?A que? ?Terminara asumiendo la responsabilidad de mala gana? Yo no quiero eso.

– ?Y que quieres?

Queria que Wyatt se diera cuenta de que estaba locamente enamorado de ella, penso con tristeza. Que se diera cuenta de que no podia vivir sin ella y de que deseaba aquel hijo. El la habia acusado de querer… el amor y el matrimonio. Y tenia razon.

– Quiero un final feliz.

– Algunas veces tenemos que hacerlo nosotros mismos -dijo Nicole-. Comenzando por el helado. ?Que sabor quieres?

Alguien llamo a la puerta. Claire sintio el profundo anhelo de que fuera Wyatt. Quiza se le hubiera caido una viga en la cabeza y hubiera recuperado el sentido comun a causa del golpe. Ojala.

– Yo abro -dijo, y salio al vestibulo.

No era Wyatt quien habia llamado. Era Lisa, su representante, la que esperaba en el umbral.

Aunque estaba tan bien arreglada como siempre, tenia aspecto de cansada. Y envejecida.

– Claire -dijo con una sonrisa timida-. Esperaba encontrarte en casa. ?Podemos hablar?

Un par de semanas atras, Claire le habria dicho que no, que no tenian nada que decirse. En aquel momento, sin embargo, ya no estaba tan segura. Anhelaba tocar de nuevo, interpretar. Y junto a aquel anhelo, estaba la determinacion de conseguir que las cosas fueran distintas, de no ser la artista asustada y obediente que habia sido antes. No era la misma que a su llegada a Seattle, pero ?quien era?

– Claro, pasa.

Lisa la siguio al interior y cerro la puerta.

– Tienes buen aspecto.

– Me siento bien.

– ?Estas…? -Lisa se interrumpio y apreto los labios-. No importa.

– ?Que si estoy practicando? -pregunto Claire, y se echo a reir-. Si, he tocado un poco, pero no con una programacion. Tampoco estoy tomando clases. Seguramente tendras ganas de gritarme.

Lisa se limito a asentir lentamente.

– No pensaba que estuvieras tocando mucho. Estas de vacaciones -dijo, y trago saliva-. ?Son solo vacaciones? ?Vas a volver? Antes de que respondas, necesito decir algo.

Claire espero. Intento no ponerse nerviosa. Era una adulta, y tenia que comportarse como tal.

– Estaba equivocada -dijo Lisa, agarrando el bolso con ambas manos-. Eras tan pequena cuando empezamos a trabajar juntas… Te trataba como a una nina porque lo eras. Pero creciste, y yo no me di cuenta porque para mi era mas facil tomar todas las decisiones yo misma. Tu me decias que no eras feliz, pero yo no te escuche. No queria que fueras infeliz, no queria que te sintieras atrapada. Lo siento.

Claire penso en sus palabras.

– Estabas haciendo lo que creias que era mejor para conseguir que siguiera actuando. Eso era mas importante que ninguna otra cosa.

– Solo porque tienes tanto talento… Claire, nadie puede hacer lo que haces tu. Me preocupaba que no lo vieras. Tenia miedo de que no sintieras respeto por tu don.

– Era cosa mia respetarlo o no.

– Lo se, ahora lo veo con claridad, pero detesto la idea de que malgastes tu talento, de que no toques mas.

– Y de no ganar mas dinero.

– Eso tambien. Trabajo en exclusiva para ti, Claire. Si no vas a tocar mas, tengo derecho a saberlo. Tambien se trata de mi trabajo.

Algo que Claire nunca habia pensado.

Se dirigio hacia el sofa. Nicole no estaba alli; seguramente estaba escondida en la cocina con uno de los botes de helado. Aquella actuacion en vivo era mucho mas interesante que cualquier cosa que su hermana hubiera visto ultimamente en la television, penso, intentando encontrarle el humor a la situacion. Disgustarse no iba a ayudar a nadie. Era mejor permanecer calmada, racional.

– Yo tambien tengo parte de culpa de lo que ha ocurrido -dijo, mirando a Lisa-. Deberia haber sido mas clara en cuanto a lo infeliz que me sentia. En vez de eso, utilice los ataques de panico para conseguir lo que queria. Al final, comenzaron a controlarme. Queria recibir un trato de adulta, pero no me comportaba como tal. Era una nina

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