Cayeron en la cama. Wyatt se inclino sobre ella y la beso. Mientras sus lenguas se tocaban y jugaban, le deslizo los dedos por el abdomen, hacia el vientre, y ella separo los muslos.
El se deslizo entre sus piernas e, inmediatamente, encontro el lugar mas especial de su cuerpo. Se lo acaricio ligeramente, obligandola a retorcerse para conseguir mas. Mas fuerte, penso Claire. Mas rapido.
Pero pronto descubrio que Wyatt tenia sus propios planes. En vez de escuchar sus mandatos fisicos, siguio besandola. Descendio y tomo sus pezones con la boca, lo cual resulto muy agradable. Claire debia admitir que la mezcla de la succion en los pechos y sus caricias entre los muslos funcionaba muy bien.
Las descargas de sensaciones le atravesaron el cuerpo. Se acaloro, y su respiracion se acelero por segundos. Reconocio la tension cada vez mayor, la pulsion de sus musculos, y se hundio en la cama para disfrutar del viaje.
Entonces Wyatt se detuvo. Ella abrio los ojos y lo miro. El le acaricio la nariz.
– Quiero probar algo. Relajate y deja que yo me ocupe de todo.
Una cualidad excelente en un hombre, penso ella mientras Wyatt se levantaba y se quitaba el resto de la ropa. Antes de volver a tumbarse en la cama, saco un preservativo del cajon de la mesilla.
A Claire se le encogio el estomago. Proteccion. Era lo que usaria cualquier persona sensata. Sin embargo, le recordaba a como habia sido la vez anterior, cuando el no habia usado el preservativo, y tambien a que existia una posibilidad de que estuviera embarazada.
Se aparto aquello de la cabeza. No era el momento de meditar sobre aquello; el se estaba arrodillando entre sus piernas. Wyatt se apoyo con las manos en el colchon y se deslizo en su cuerpo, llenandola hasta el final. Fue increiblemente intimo.
Sin embargo, en vez de moverse hacia delante y hacia atras, el se irguio y, aunque seguia dentro de ella, metio la mano entre sus cuerpos y comenzo a acariciarla.
Encontro su centro con los dedos y se lo froto. Dibujo circulos y lo presiono con un ritmo constante que rapidamente, hizo que a Claire se le cortara la respiracion. Contrajo los musculos de la vagina y consiguio que el grunera.
– ?Sientes eso? -le pregunto.
– Oh, si.
Bien. A Claire le gustaba ser capaz de hacer que el sintiera lo que ella estaba experimentando. Entonces la tension aumento, y cada vez era mas dificil pensar en otra cosa diferente de lo bien que se sentia. Cerro los ojos y se abandono al momento. Era diferente que la acariciara estando dentro de ella. Se notaba mas llena, mas sensible. Movio las caderas mientras lo apretaba, atrapandolo. El volvio a grunir.
Wyatt siguio acariciandola, consiguiendo que se estremeciera y que se tensara, y que tuviera la necesidad de acercarse a el.
Movio las caderas y el respondio retirandose ligeramente y volviendo a penetrar hasta el fondo. Mas, penso ella freneticamente. Mas y mas. Movio la cabeza de lado a lado, y tomo aire repentinamente cuando todo en su interior quedo paralizado.
Hubo un latido unico, y despues, se deshizo en el climax. El continuo tocandola, entrando y saliendo de su cuerpo, llevandola en una marea que ella no podia controlar. Claire susurro su nombre mientras sus musculos se contraian una y otra vez.
Despues, el no la acaricio mas con los dedos. Se arrodillo y comenzo a moverse con fuerza, dentro y fuera de su cuerpo. Claire no sabia que esperar… pero se quedo anonadada cuando aquellas embestidas prolongaron su orgasmo un poco mas. Llego al extasis una y otra vez, temblando al ritmo de sus acometidas, segura de que aquello iba a matarla, pero tambien de que era un buen modo de morir.
Todavia estaba en lo mas alto del placer cuando el se estremecio y se quedo inmovil. Se desplomo a su lado, arrastrandola consigo. Se quedaron quietos, en un enredo de brazos y piernas, jadeando, abrazandose como si no quisieran separarse nunca.
El amanecer comenzo un poco antes de las seis. Claire lo supo porque Wyatt y ella ya estaban en la cocina, haciendo cafe. Ella llevaba una de sus camisas suaves y calidas de algodon, y nada mas. Se sentia sexy y mas satisfecha de lo que habia estado en toda su vida.
Se apoyo contra el mostrador mientras el ponia en marcha la maquina. Despues, Wyatt le puso las manos en las caderas y la cino contra si.
– Siempre eres preciosa -murmuro mientras la besaba-. Incluso a primera hora de la manana.
– Gracias -dijo Claire, aunque sabia que no era cierto. Pero si el lo creia asi, ella no iba a quejarse.
– Debes tener cuidado cuando vuelvas a Nueva -le dijo Wyatt al oido.
– ?Volver?
– En algun momento tendras que volver.
Ella nunca lo habia pensado tan concretamente.
– Supongo que si. Mi apartamento esta alli. Y mi carrera profesional.
Su vida estaba alli hasta hacia poco. Ahora ya no estaba tan segura.
– Tendras que aprender a protegerte. Tendras citas, y cuando los hombres con los que salgas sepan de tu exito financiero, quiza quieran aprovecharse de ti. Tienes que estar alerta.
– No se si voy a tener citas -dijo ella.
– ?Que hombre se te va a resistir?
Buena respuesta, pero de todos modos…
– ?Y por que iba a elegir yo a alguien asi?
– A algunos hombres se les da muy bien disimular que son unos canallas.
– Tu nunca querrias mi dinero.
– No. Pero no estoy hablando de mi, estoy hablando del siguiente tipo.
?Del siguiente tipo? ?Porque ellos dos ya no iban a volver a salir?
El sonrio.
– Yo soy el tipo al que has conocido mientras estabas de vacaciones. Vivo en Seattle, tengo una hija. Tu vives en Nueva York y viajas por todo el mundo.
?Que queria decir con aquello? ?Que no tenian nada en comun, que lo suyo nunca funcionaria?
Claire sintio una punzada de dolor en el pecho.
– Quiero lo mejor para ti -dijo el-. No quiero que sufras, ni que te arrepientas de nada.
Era demasiado tarde para eso. Claire ya estaba sufriendo. Wyatt habia sido sincero con ella desde el primer momento, y ahora estaba intentando hacer lo correcto y cuidarla. A el no se le ocurria que ella queria mas. Queria a alguien a quien le importara lo suficiente como para pedirle que se quedara, por muy dificil que fuera organizar todo lo demas. Alguien que la quisiera… como ella lo queria a el.
Dieciocho
Nicole hizo todo lo posible por no pasarse la manana de mal humor, pero era dificil. Se habia cansado de estar atrapada en casa, cansada de quedarse siempre atras. La noche anterior, Claire se habia ido a superar sus miedos para poder volver a su vida emocionante en Nueva York. Ademas, estaba teniendo una aventura maravillosa con Wyatt. A Nicole no le molestaba concretamente que Claire se estuviera acostando con Wyatt, pero ella iba a divorciarse muy pronto, y seguramente no volveria a confiarle su corazon a ningun hombre en una larga temporada y, por lo tanto, no iba a tener relaciones sexuales jamas. No era de las que se acostaban con un hombre asi como asi, aunque tampoco habia muchos haciendo cola.
Lo unico que le quedaba de los tres meses anteriores de su vida era un ex marido infiel, una hermana pequena traidora y ladrona y dos cicatrices feas.
Se hundio en el sofa y penso que no todo era tan malo. Se habia reconciliado con Claire.
– Ahora que me cae bien, se vuelve a Nueva York -murmuro, cada vez mas malhumorada-. Y yo me quedare sola otra vez…
Odiaba sentirse asi. Decidio poner la television para distraerse, pero cuando iba a tomar el mando, alguien llamo a la puerta.