no veia ninguna, salvo un grupo que estaba sentado en una de las mesas.
– ?Que va a tomar? -pregunto el camarero.
– Una copa de… -Claire titubeo. Tuvo la sensacion de que aquel no era un lugar donde sirvieran copas de vino blanco-. Eh…, una cerveza.
El camarero asintio y se alejo y volvio a los pocos segundos con la cerveza.
– Tres pavos.
Ella le entrego cinco.
– ?Le importaria que tocara el piano?
– Eh… ?toca bien?
Claire sonrio.
– He tomado algunas clases.
– Claro. Pero si la gente protesta, tendra que dejarlo.
Claire estaba menos preocupada por lo que la gente pudiera pensar que por la posibilidad de sufrir un ataque de panico. Llevaba semanas sintiendose fuerte, pero no habia vuelto a pasar ninguna prueba asi desde el colegio. Aunque habia superado aquella actuacion, lo habia conseguido por pura fuerza de voluntad.
Cuando se sento en el banco del piano, noto una presion en el pecho. En aquella ocasion no tenia a Amy junto a ella, para que la distrajera o la salvara. Iba a tener que salvarse a si misma.
Su respiracion era cada vez mas superficial; hizo un esfuerzo por inspirar profundamente, pero el aire no le llenaba los pulmones. No podia respirar, no podia…
– Ya basta -se dijo en voz alta, sin preocuparse de si la oia alguien-. Basta.
Estaba bien. Podia respirar y no iba a morir, aunque tuviera esa horrible sensacion. La unica forma de superar eso era tocar hasta que tocar fuera facil otra vez.
Haciendo caso omiso de aquella opresion en el pecho y del panico, puso las manos en el teclado y se abandono a la musica.
Rachmaninoff, penso con alivio. Uno de sus favoritos. Siempre la calmaba. Su musica…
– Eh, senorita. Callese. Nadie quiere oir eso.
Claire abrio los ojos y se encontro con que varias personas la estaban mirando mal. Oh, esa gente no era aficionada a Rachmaninoff.
– Lo siento -dijo con una sonrisa-. ?Que tal esto?
Comenzo a tocar Uptown Girl de Billy Joel y cuando termino, toco Accidentally in Love, una cancion que le habia encantado desde el momento en que la habia oido en la segunda pelicula de Shrek.
Toco a Norah Jones, varias canciones pop y despues comenzo a tocar peticiones del publico.
No estaba segura de cuanto tiempo habia pasado, pero cuando se sintio exhausta, supo que era momento de dejar de tocar. Sin embargo, antes de que pudiera terminar la cancion que estaba tocando, se acerco un hombre y le puso un dolar en la jarra vacia.
– Tiene mucho talento -dijo.
Ella se echo a reir.
– Gracias.
Al terminar, recogio su cerveza, que ya estaba caliente, y el dolar, y se puso en pie. Varias personas la aplaudieron, y otros le pidieron que siguiera tocando. Ella nego con la cabeza. Estaba cansada, pero de la mejor manera posible. Cansada de trabajar. Tardaria en curarse del todo, penso. Quiza debiera volver a terapia durante unas cuantas semanas. No obstante, habia dado un gran paso. La recuperacion habia empezado. Todavia estaba asustada, pero ya no estaba paralizada.
Se acerco a la barra del bar para dejar su cerveza. Un tipo la agarro de la muneca.
– ?Quiere tomar algo conmigo?
Estaba a punto de rehusar cuando todo su cuerpo se puso en estado de alerta. Miro hacia abajo y vio a Wyatt.
– ?Que estas haciendo aqui?
– Escucharte tocar.
Claire lo dudaba.
– ?Y antes del espectaculo?
– Vine por si acaso necesitabas apoyo moral.
Una forma de decir que pensaba que hubiera podido necesitar que la rescatara.
Sonrio.
– Gracias por venir.
Wyatt se puso en pie, sujetandola por la muneca.
– Los dejaste boquiabiertos en cuanto te sentaste al piano.
Ella miro a su alrededor.
– Casi.
– ?Como te has sentido teniendolos en tu poder?
– Bien -admitio Claire.
El la miro a los ojos.
– Amy va a dormir en casa de Nicole. ?Quieres venir a tomar una copa a la mia?
La estaba invitando a algo mas que a una copa. Claire se tenso ligeramente al pensar en que el pudiera acariciarla de nuevo. Besarla, abrazarla. Queria experimentar aquellas sensaciones asombrosas otra vez. Queria sentirlo dentro, conectado a ella.
– Me gustaria -respondio.
Le quito el vaso de la mano y lo dejo en la mesa.
– Entonces vamos.
Cuando entraban en la casa, Claire intento encontrar el modo de decirle a Wyatt que no tenia interes en tomar una copa ni en charlar. Lo que realmente queria era que el le arrancara la ropa y se diera un festin con ella. Queria que la tomara del mejor modo posible.
No sabia como abordar semejante conversacion, asi que se resigno a pasar una velada larga y frustrante hasta que llegaran a la mejor parte.
Sin embargo, en vez de llevarla a la cocina o al salon, Wyatt la tomo de la mano y comenzo a subir las escaleras. Cuando llegaron a su habitacion, se giro hacia ella, la abrazo y comenzo a besarla.
Claire penso en decir, en broma, que tenia mucha sed, pero, ?de que iba a servir? No habia ningun lugar en el que quisiera estar, salvo en sus brazos. Y preferiblemente, desnuda.
El le acaricio los labios con la lengua, y ella los separo. Mientras hacia mas profundo el beso, Wyatt le tiro de la camisa y se la saco de los vaqueros, y comenzo a desabotonarsela. Al mismo tiempo, ella hizo lo mismo, lo cual provoco mas tropiezos que avances. Cuando le dio un golpe con el codo, Claire se aparto.
– Esto es peligroso -dijo.
Wyatt sonrio.
– Vamos a hacer una cosa: te echo una carrera.
– ?Que?
En vez de responder, el se abrio la camisa por completo y se la quito.
– Vas perdiendo -dijo.
Claire solto un gritito.
– ?Yo tengo mas ropa que tu!
– Excusas.
Ella se saco la blusa por la cabeza y se quito las sandalias de sendas patadas. Se desabrocho el sujetador y se quito los vaqueros y las braguitas de una vez, apartandolos. Despues se irguio y se encontro con que Wyatt seguia vestido.
– ?Eh!
La sonrisa de Wyatt se desvanecio cuando el deseo sustituyo a la diversion.
– Demonios, eres preciosa.
La agarro y la estrecho contra si. Ella se lo permitio de buena gana; queria sentir sus manos en la piel. Lo queria todo: las caricias, los roces, la intensidad, mientras el la llevaba al paraiso y de vuelta.