ser muy incomodo.
– Amy te quiere -le dijo-. Tu lo eres todo para ella.
– Por el momento. Dentro de pocos anos va a aparecer algun muchacho que intentara robarle el corazon.
– Eso no va a cambiar lo mucho que te quiere.
– Quiza no -dijo el, mirandola a los ojos-. No quiero que tu y yo tengamos una relacion profunda. Es una de mis normas. Intente aclararlo al principio, pero despues de que estuvieramos juntos, me di cuenta de que tu no sigues las normas.
– Pero… espera un momento. No es cosa mia el conseguir acercarme a ti o no. Tu eres quien controlas eso.
– Lo se.
Hubo algo en su forma de decir aquellas dos pequenas palabras. Algo oscuro y
– Te estoy atrapando.
No fue una pregunta. Por primera vez en su vida, se sintio sexualmente poderosa.
– Mas de lo que te imaginas.
Saltaron chispas entre ellos.
Claire no sabia que hacer. ?Correr hacia el y arriesgarse?, ?correr en direccion contraria?
El sonrio ligeramente.
– No te hagas ilusiones, Claire. No tiene por que significar nada.
Para ella, en cambio, si significaba algo. El suelo crujio por encima de sus cabezas y Claire recordo que no estaban solos y que podian interrumpirlos en cualquier momento. Sin embargo, y a pesar de lo que el acababa de decir, notaba la atraccion entre ellos, robandole hasta el ultimo apice de control. Tuvo que hacer un gran esfuerzo para no levantarse y echarse a sus brazos. Queria sentir su cuerpo, su boca en la de ella. Queria que la besara como si fuera incapaz de contenerse.
Antes de que pudiera ponerse en pie, oyo pasos en la escalera. Amy bajo al estudio y se situo junto al piano.
– Por favor, toca -le pidio a Claire.
Esta se rio e hizo que se sentara en el banco.
– ?Como voy a negarme? Eres mi publico favorito.
Wyatt vio acurrucarse a su hija junto a Claire, y despues cerrar los ojos y posar una mano sobre el piano.
?Podia oir algo, o solo sentia la musica?
Aquel bellisimo sonido lleno el estudio y vibro a traves de su cuerpo. ?Como era posible que Claire creara aquello solo con los dedos y la memoria? ?Por que habia recibido aquel don? ?Era una combinacion de genes, o una eleccion de Dios?
?Y que importaba? Claire era asi, sencillamente. Llena de talento, de fuerza. Irresistible. Peligrosa. Wyatt sabia muy bien que no debia dejarse atrapar y, sin embargo, no podia evitar que lo atrajera cada vez mas. ?Queria escapar de aquello mientras todavia era relativamente facil?
En vez de responderse aquella pregunta, miro a Amy. Su preciosa hija. Aunque le dolia pensar que cualquier parte de su hija fuera destruida, no podia negarle lo que le estaba pidiendo. El compromiso debia estar en hacer el implante en solo un oido, y dejar el otro intacto para tecnicas futuras. En aquel momento, Amy queria oir tocar el piano a Claire. Con el tiempo, querria oir mas del mundo. La risa de una amiga, la voz de un hombre, el llanto de un bebe.
No era el momento que el hubiera elegido, pero no podia decir que Amy se hubiera equivocado por desearlo. Como la musica de Claire, su hija era un milagro.
– Estas inquieta -dijo Nicole despues de cenar-. ?Que te ocurre?
– Necesito tocar -reconocio Claire.
Nicole se quedo confusa.
– Creia que estabas tocando. Has dejado la puerta del estudio abierta, y te he oido.
– Me refiero a tocar en publico. Tengo que tocar para otra gente -dijo Claire. Llevaba dias sintiendo aquella urgencia, desde que habia tocado en el colegio de Amy. Al ver la expresion de su hermana Nicole, alzo una mano-. No tiene nada que ver con mi ego. No necesito publico para sentirme especial.
– No iba a decir nada.
– Tenias el ceno fruncido.
– No es cierto. Yo tambien soy sensible, y lo entiendo -refunfuno Nicole-. Necesitas tocar en publico para comprobar si has superado los ataques de panico. Si no lo has conseguido, es que tienes un buen problema -dijo, e hizo una pausa-. No lo digo con mala intencion.
– Ya lo se -dijo Claire-. Y tienes razon. Tengo que terminar con estos ataques de panico. Asi que necesito tocar ante desconocidos. Muchos desconocidos.
– ?Y cual es el plan? Puedes ponerte a tocar en la calle, quiza saques algo de dinero con las propinas…
Claire no se rio.
– Estaba pensando en un bar. Es concurrido, anonimo. ?Conoces algun bar en el que haya piano por aqui?
Nicole tomo una de sus muletas y senalo con ella a Claire.
– No vas a ir a tocar a un bar.
– ?Por que no?
– Porque tu no eres de las que tocan en bares.
– No voy en busca de una segunda carrera profesional. Solo quiero practicar en publico. ?Vas a ayudarme a encontrar un buen sitio o lo hago yo sola?
Nicole suspiro.
– Conozco un par de sitios. ?Vas a ir sola?
– Si. No te preocupes, no me va a pasar nada. Pedire una copa de vino blanco, me acercare al piano y comenzare a tocar. ?Que podria ocurrir?
– No quiero imaginarmelo. ?Cuando vas a ir?
– Esta noche. Ahora mismo.
Nicole espero a que el coche de Claire se hubiera alejado, y descolgo el telefono.
– Hay un problema -dijo en cuanto Wyatt respondio la llamada-. No te vas a creer lo que va a hacer Claire esta noche.
Se lo dijo, y despues interrumpio la cascada de juramentos diciendo:
– Se lo que quieres decir. Trae a Amy a dormir a mi casa, y despues ve a vigilar a Claire. No dejes que te vea. Escondete al fondo del bar y asegurate de que este bien. Seguro que estara bien…
– ?Te conto lo de Spike? -pregunto Wyatt, interrumpiendola.
– ?Que Spike?
– Uno de mis obreros. Es un presidiario que todavia esta en libertad condicional, con tatuajes, casado. Le pidio que salieran y ella estuvo a punto de decirle que si.
La inquietud vaga de Nicole se transformo en una gran preocupacion.
– Date prisa.
– Ahora mismo voy para alla.
La Taberna Greenway estaba mejor iluminada de lo que ella esperaba, relativamente limpia y bastante llena de gente. Claire se abrio paso hasta la barra, se sento en un taburete y espero a que se acercara el camarero.
No tenia idea de si aquel lugar era tipico o no. Habia un par de mesas de billar, varias televisiones que emitian un partido de beisbol sin el sonido, y musica. El piano estaba en un rincon del local, solitario y cubierto con una funda.
Parecia que la clientela se dividia entre parejas y grupos de hombres. Apenas habia mujeres solas. De hecho,