– Entonces ?te espero en el aparcamiento? -dijo.
– Si. Yo te enviare a los chicos.
Ella sonrio.
– Gracias por pedirme que me quedara esta noche, Hawk. Estoy deseando… todo.
– Yo tambien.
Nicole se sintio como si la hubieran abofeteado. Aquello no podia estar pasando. Bueno, en realidad, Hawk y ella no estaban saliendo en el sentido tradicional de la palabra, pero nunca, ni por asomo, hubiera pensado que el podia incumplir su palabra y, ademas, ser tan cruel.
Eso fue lo que mas le dolio. Hawk estaba haciendo aquello a proposito, como si quisiera hacerle el mayor dano posible. Y lo estaba consiguiendo.
Se dio la vuelta y salio apresuradamente del campo. En cuanto llegara a casa vomitaria, se echaria a llorar y despues, oh, si, saldria a pasear a la perra.
Casi habia alcanzado el coche cuando noto que alguien le tocaba el brazo. Al volverse vio a Raoul.
– Lo siento -dijo el chico en voz baja. Tenia una expresion de culpabilidad y dolor-. Ha sido culpa mia.
– ?De que estas hablando?
– Del entrenador. De como se ha comportado. Ha sido culpa mia.
Nicole hizo caso omiso de la nueva rafaga de verguenza que sintio, al darse cuenta de que el rechazo de Hawk habia tenido testigos.
– Raoul, tu no tienes nada que ver.
– No es cierto. Lo vi la otra noche, cuando se estaba marchando.
El bochorno continuaba, penso Nicole, y se pregunto si iba a tener un sonrojo permanente.
– Yo… eh… le dije que no debia hacerte dano -explico Raoul, mirando al suelo del aparcamiento-. Que eras especial, y que no jugara contigo.
?Raoul la habia defendido? ?Raoul se habia enfrentado a su entrenador para defenderla?
En aquel momento tenia todavia mas ganas de llorar, pero el motivo era muy diferente al anterior.
Le dio un abrazo a Raoul.
– Tengo veintiocho anos. Se cuidar de mi misma.
– No queria que te hiciera dano.
– Lo se. Gracias.
– Siento que el entrenador se este comportando como un idiota.
– Yo tambien -respondio ella-. Gracias por decirmelo, Raoul. Y por lo que hiciste. Fuiste muy bueno, pero no era necesario.
El se encogio de hombros, entre la incomodidad y el orgullo. Nicole le senalo la entrada a los vestuarios.
– Ve a ducharte y a cambiarte. Yo voy a hablar con Hawk.
– Si, senora -respondio Raoul, y se alejo corriendo.
Llena de decision y energia, Nicole marcho hacia el estadio y salio al campo. La mayoria de los padres ya se habia ido, incluida Annie. Se acerco directamente a Hawk y le clavo el dedo indice en el pecho.
– Tenemos que hablar.
– En este momento no me viene bien.
– No me importa.
Hawk la miro con los ojos entrecerrados.
– ?Cual es tu problema?
– Parece que tu. Te estas portando como un nino de dos anos; te has enrabietado porque las cosas no han salido a tu manera. No entendia lo que pasaba porque la ultima vez que te vi, lo pase muy bien. Pero en vez de hablar conmigo, o comportarte como un adulto, te has enfurrunado y me has hecho sentir mal con una tonta aumentada quirurgicamente.
– Annie es una mujer muy agradable.
– Ya me lo imagino -dijo, dandole golpecitos con el dedo-. Raoul solo me estaba cuidando. No era necesario, pero es realmente tierno y conmovedor por su parte, y si este es el chico que esta saliendo con tu hija de diecisiete anos, deberias estar dando volteretas. Si esta dispuesto a enfrentarse a ti por protegerme a mi, imaginate lo que estara dispuesto a hacer por la chica a la que quiere. Es un chico estupendo, y existe la minima posibilidad de que tu tengas algo que ver en ello. Pero ?lo ves? No. Estas demasiado enfadado como para darte cuenta, porque se enfrento a ti y tu desmesurado ego masculino ha recibido un golpe. Pobre Hawk. Tu jugador estrella se interesa mas por comportarse como un hombre que por besarte el trasero. Deberias estar orgulloso de el, en vez de hacer mohines.
La mirada de Hawk se habia vuelto muy fria.
– ?Has terminado?
– Casi. Pensaba que eras distinto, que eras especial. Dejaste una carrera deportiva de ensueno por cuidar de tu hija, y ahora trabajas con estos chicos, no porque necesites el dinero, sino porque quieres ayudar. Al menos, eso es lo que le dices a la gente. Pero la verdad es que todo lo haces por ti, por tu imagen y por lo mucho que el mundo pueda llegar a adorarte. En cuanto las cosas no salen como a ti te gusta, pierdes el interes en el partido. No quieres jugar, y menos jugar limpio. Pensaba que eras alguien a quien merecia la pena conocer, pero si eres asi en realidad, no deseo ni siquiera fingir que estoy saliendo contigo. Vete al infierno, Hawk.
Se dio la vuelta y se alejo.
Nicole penso que iba a darle una respuesta hiriente, pero solo hubo silencio. Ella estaba tan enfadada que temblaba. Ademas sentia un dolor extrano por dentro, como si hubiera perdido algo importante.
Se suponia que no debia ser asi, penso mientras subia al coche. Se suponia que no debia ser doloroso. Pero le dolia, y le dolia mucho.
Lo ultimo que deseaba Hawk era salir con sus jugadores, pero no podia hacer otra cosa. Fue hasta la pizzeria y, al entrar, recibio el saludo de la gente.
Fingio que estaba de buen humor, como siempre, a lo largo de varias conversaciones, y despues miro el reloj y se pregunto cuanto tiempo debia esperar antes de poder marcharse. ?Una hora? Quiza dos. Hasta entonces, estaba atrapado.
– Hola, Hawk.
Aquella voz grave, sensual, le puso los pelos de punta. Annie. Estaba alli porque el la habia invitado. Porque era un idiota. Sin embargo, aunque no pudiera deshacer lo que habia hecho antes, si podia remediar las consecuencias.
Miro directamente a Annie a los ojos y dijo:
– He tenido una pelea con mi novia. Te estaba usando para hacer que ella se sintiera mal. Me he portado de un modo inaceptable. Perdoname.
Annie pestaneo.
– No lo diras en serio.
– Si. Es la verdad. Eh, si tu estuvieras en mi situacion, ?no te habrias elegido a ti misma?
Aquella frase contenia una parte de halago descarado y dos partes de verdad. Hawk tenia la esperanza de que fuera la combinacion correcta.
Annie se aparto el pelo largo, oscuro, del hombro, y despues se aliso la parte delantera del jersey ajustado que llevaba.
– Pues, bueno, si. Tambien me elegiria a mi -dijo, y suspiro-. ?De veras estas saliendo con alguien?
– Si. Se llama Nicole.
Annie suspiro de nuevo.
– Esta bien, de acuerdo. Tenia el presentimiento de que esto era demasiado bueno como para ser cierto. Lo dejaremos por esta vez, Hawk, pero no vuelvas a cometer el mismo error, o te tomare la palabra.
– Te lo prometo.
Ella se alejo.
Hawk miro a su alrededor por la pizzeria hasta que distinguio a Raoul, y se acerco a hablar con el.
– Estoy en deuda contigo -dijo al chico-. Estabas cuidando a Nicole, y lo respeto. Sigue haciendo lo correcto, digan lo que digan los demas.
Raoul lo miro fijamente.