Kayleen habia sacado un vestido sin mangas, de color verde esmeralda; sencillo, pero bonito. Y aunque el escote no fuera tan amplio como el de Darlene, era el mas atrevido que habia elegido hasta entonces. Queria agradar a Asad.
– Me encanta, pero no se si me quedara bien -confeso.
– Ese es un vestido de alta costura y hay que tener la figura adecuada para llevarlo. No te preocupes, te buscare algo mas adecuado… Algo juvenil, pero refinado. Dejame ver.
Darlene saco un vestido distinto y se lo dio.
– Toma.
Kayleen lo miro. Tenia un diseno abierto, con diamantes diminutos.
– ?Te parece mejor?
– Desde luego que si. Ah, y no lleves nada salvo pendientes. Ni pulseras ni collares… eres joven y bella, aprovechalo. Cuando empieces a marchitarte, ya tendras ocasion de cubrirte de objetos que brillen -respondio-. Supongo que alguien te peinara, ?verdad? Yo que tu me haria un peinado alto con unos cuantos mechones sueltos. Y no te quedes corta con el maquillaje. Es una fiesta.
Kayleen se puso unos pendientes y se aparto el pelo de la cara.
– Tienes razon…
– Gracias. Llevo mucho tiempo en el mundo y se lo que les gusta a los hombres. Pero bueno, vamos a ver como me queda ese vestido.
Darlene se quito lo que llevaba y se puso el vestido negro. Kayleen la ayudo a subirse la cremallera.
– Perfecto -dijo mientras se miraba en el espejo-. Hace un rato estuve en el jardin y tuve ocasion de conocer al embajador espanol. Es un hombre encantador. Algo mayor, pero eso es bueno. Sere una especie de premio para el.
– ?No te has casado nunca?
– Una vez, hace anos. Yo tenia dieciocho anos y el era un don nadie. Pero estaba enamorada y me dije que el dinero carecia de importancia… cuando nos separamos, me quede sin nada. Aprendi la leccion. Y tu deberias imitarme.
– ?De que estas hablando?
– De Asad. Los ojos te brillan cuando esta cerca de ti. Es muy embarazoso.
Kayleen se ruborizo.
– Pero estamos prometidos…
– No veo que tiene eso que ver. Se que parezco algo cinica, pero hazme caso. Los hombres como Asad no se preocupan por el amor. Te va a partir el corazon, Kayleen. Toma lo que puedas y sigue adelante.
– Ya veo. Si no te importa nadie, sufres menos.
– La vida es mas facil asi.
– Te equivocas. Solo esta mas vacia. Las personas somos mas que la suma de nuestras experiencias; nuestras relaciones, el amor que damos y el que recibimos, nos definen… al final, eso importa mas que el dinero.
– Lo dices porque nunca has pasado hambre y te has visto sin casa.
– Te recuerdo que creci sin un hogar. Mi abuela me abandono en un orfanato porque yo no le importaba. Pero, ?como iba a importarle si mi madre tambien me habia abandonado?
Darlene se puso su blusa y se la abotono.
– Sabia que mas tarde o mas temprano me lo echarias en cara. Pobrecita. Nadie te quiere. Despierta de una vez, Kayleen… la vida es dura. Disfruta cuanto puedas.
– Tu no hablas de disfrutar, sino de manipular a la gente para obtener lo que quieres.
– Si es necesario… Tal vez te parezca que abandonar a alguien es cruel, pero a veces es peor quedarse. Tu abuela no era exactamente la mejor madre del mundo. Por eso me marche.
– Pero yo era tu hija. Debiste llevarme contigo.
– Solo habrias sido una carga para mi.
– Y me condenaste al mismo destino que tu sufriste.
Darlene se encogio de hombros.
– Tu fuiste afortunada. A ella no le importabas. Creeme… si le hubieras importado, habria sido muchisimo peor.
– Asi que es cierto. Yo no te importo en absoluto.
– Me enorgullece lo que has conseguido.
– ?A que te refieres? ?A pescar a un hombre rico?
– Es el sueno de toda mujer.
– No es mi sueno. Yo solo quiero un hogar.
– Que ironica es la vida. Tu tienes lo que yo quiero y yo he rechazado mil veces lo que tu deseas. Hay que reconocer que el destino tiene sentido del humor.
La batalla entre el corazon y la mente de Kayleen termino en ese preciso momento. Camino hasta la bandeja donde estaban las joyas y tomo un punado.
– Este es el motivo de tu visita. Por esto quieres ser amiga mia. Pero dejame que lo adivine… si consigues seducir al embajador, te marcharas y no volvere a saber nada de ti. Hasta que necesites algo, claro.
– Es verdad que no vine para verte; yo tengo mi vida y mis propios asuntos. Pero no he sido yo quien ha organizado todo esto… me he limitado a aprovechar la oportunidad que me ofrecian.
– Si conquistas a ese embajador, no cambiara nada. Nunca tendras suficiente. Ni todo el dinero del mundo podria llenar tu vacio. Esa enfermedad te devorara el corazon.
– Pues salvame entonces…
– No puedo salvarte. Y no me escucharias porque crees que lo sabes todo -afirmo Kayleen-. Pero no volvere a permitir que me utilices. Quedate a la fiesta si quieres, pero marchate despues.
Su madre la miro.
– Tu no puedes echarme. ?Quien diablos te has creido que eres?
– La prometida del principe Asad.
A pesar del enfrentamiento con su madre, Kayleen estaba decidida a disfrutar de su primera fiesta oficial. Darlene se habia comportado de forma muy agradable despues, como si no hubiera pasado nada y no fuera a marcharse. Pero estaba decidida a arreglar las cosas sin ayuda de nadie, asi que no se lo conto a Asad.
Su prometido se presento en la suite poco despues de las siete, con camisa blanca y un smoking negro que le quedaba muy bien.
– Estas preciosa -dijo al verla-. Tendre que quedarme a tu lado para evitar que te secuestren…
– ?Te gusta el vestido?
– Si, pero me gusta mas la mujer que lo lleva.
Kayleen habia aceptado el consejo de Darlene con su pelo y se habia puesto el vestido y un brazalete sencillo de diamantes. Llevaba unos zapatos de tacon alto y sabia que al final de la velada los odiaria con toda su alma, pero le quedaban maravillosamente bien.
– ?Cuando podremos asistir a fiestas? -pregunto Pepper-. Yo tambien quiero un vestido y un peinado bonito…
– Cuando cumplas trece anos.
– Pero falta mucho tiempo para entonces…
Asad le toco la nariz.
– No tanto como crees.
– A mi solo me falta un ano y medio -dijo Dana, feliz.
– Tres ninas preciosas. Dios mio, tendremos que vigilarlas atentamente -dijo el-. Esas fiestas estan llenas de chicos.
– ?Yo tambien soy bonita? -pregunto Pepper.
Kayleen recordo el comentario ofensivo de su madre y contesto:
– Eres mas que bonita. Eres una belleza clasica. Y seras una princesa sin igual.
Pepper sonrio de oreja a oreja.
– ?Cuando sea princesa podre cortar la cabeza a la gente que me desobedezca?